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Bayer, la receta del éxito

Fuentes: BerlinSur

29.760 millones de euros de facturación logró el grupo químico alemán en 2004. 652 millones de beneficios netos en el primer trimestre de 2005 (un 55,6% más en el mismo periodo del año anterior). Cifras para las que faltan superlativos y que da de sobra para repartir buenos dividendos entre los accionistas, conceder primas a […]

29.760 millones de euros de facturación logró el grupo químico alemán en 2004. 652 millones de beneficios netos en el primer trimestre de 2005 (un 55,6% más en el mismo periodo del año anterior). Cifras para las que faltan superlativos y que da de sobra para repartir buenos dividendos entre los accionistas, conceder primas a los directivos y para convencerse de la eficacia de los planes de saneamiento. Y para celebrarlo, Bayer adelantó a finales de abril otro plan de reestructuración que dejará en la calle a un millar de empleados sólo en Alemania.

Tener el monedero bien repleto no impide a Bayer, sin embargo, hacer todo lo posible para evitar soltar algún céntimo en impuestos. Una inspección del fisco descubrió un par de trucos contables con los que el grupo químico-farmacéutico eludía el pago de impuestos de sociedades. Bayer ha pagado la multa y asunto resuelto. Pero no sólo a costa de los puestos de trabajo y de las finanzas públicas multiplica Bayer su capital; también la naturaleza tiene motivos para desconfiar del gigante alemán (no hay que olvidar que la eliminación de empleos desemboca en menores controles, más presión sobre los operarios, etc.) Sólo en la filial estadounidense Addyston se registraron dos incidentes graves en ocho semanas (emisiones del gas cancerígeno Acrylnitril).

Contra los peligros de la industria química y la aparente impunidad mundial de Bayer lucha desde 1978 la iniciativa CBG (Coordinación contra los Riesgos de Bayer). La asociación tiene por objetivo llamar la atención sobre la falta de controles y mecanismos mundiales para impedir actividades y productos nocivos de consorcios multinacionales como Bayer. CBG basa su actividad en información, acción y la solidaridad internacional. El grupo continúa una tradición de resistencia ciudadana iniciada en la movilización de 1870 en Wuppertal y continuada por numerosas personas y grupos que durante décadas han intentado pararle los pies a Bayer y exigido respeto al medio ambiente y condiciones de trabajo (y vida) dignas. El punto fuerte de CBG es su cooperación solidaria con organizaciones de más de 30 países. Desde 1982, además, las juntas de accionistas se han visto ‘animadas’ por pequeños inversionistas vinculados a CBG. En la última del 30 de abril, la Coordinación contra los Riesgos de Bayer presentó numerosas enmiendas e informes a los textos del consejo de administración en los que se documentan y analizan puntos vergonzosos del consorcio. A continuación publicamos un extracto de esa documentación:

-Bayer llevó a cabo acuerdos de precios ilegales con empresas rivales siendo condenada en cuatro ocasiones. En verano Bayer pagó 66 millones de dólares de multa tras reconocer ante los tribunales estadounidenses haber apalabrado precios con otros productores de complementos para plástico. En otoño, el consorcio fue de nuevo castigado, en este caso con 33 millones de dólares, por haber formado un cartel con otros fabricantes de poliéster. (…)Los carteles ilegales están a la orden del día en Bayer desde hace años. La directiva encubre esta práctica.

-En 2003 un estudio de la CBG titulado ‘Trabajo infantil en la producción de algodón en India’ documentaba cómo los consorcios internacionales de semillas se benefician del trabajo infantil. En el estudio se especificaba que la filial de Bayer en India ProAgro empleaba a dos mil niños de entre seis y 14 años. Tras conocerse el informe, un portavoz de Bayer aseguro que se tomarían las medidas oportunas para acabar con esa situación. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que la situación apenas ha cambiado en ProAgro. El pasado año 1650 niños trabajaban aún en empresas subsidiarias de la filial de Bayer. Eso contraviene las normas de la OIT, OCDE y la ONU (…)

-En las inmediaciones de la planta de Lanxess (empresa desgajada del grupo Bayer) en Durban/Sudáfrica fueron detectados compuestos de cromo altamente tóxicos en las aguas subterráneas. A los vecinos de la zona se les aconsejó encarecidamente no emplear el agua de los pozos de la zona ni para beber ni cocinar. Lanxess no elude su responsabilidad, pero asegura haber dejado de producir cromo en 1991. La contaminación detectada ahora sería, según la empresa, algo heredado. Bayer compró en 1968 la empresa Chrome Chemicals de Durban. Debido a las deficientes condiciones de seguridad la tercera parte de la plantilla sufre enfermedades y dolencias crónicas. Al menos ocho trabajadores murieron de cáncer de pulmón y otros dos de tuberculosis (…) Los afectados no han recibido hasta el momento ningún tipo de indemnización. La contaminación del agua subterránea demuestra, por otra parte, que Bayer no ha sido capaz en 14 años en emprender tareas de saneamiento del terreno.

-Un tribunal estadounidense obligó el pasado año a Bayer a indemnizar con 400.000 dólares a Miguel Valverde, un hombre de 33 años que había sufrido un ataque de apoplejía después de tomar durante tres días Alka-Seltzer Plus, un compuesto antigripal. El jurado consideró que Bayer había puesto en circulación un producto deficiente y peligroso ignorando además la existencia de remedios alternativos inocuos. Alka-Seltzer Plus contenía hasta el año 2000 fenilpropanolamina, un componente activo que incrementaba el riesgo de ataques en un 150 a 300%. Bayer conocía los riesgos vinculados a la fenilpropanolamina desde hacía décadas. Sin embargo, la industria farmacéutica mantuvo ocultos sus estudios para no poner en peligro las ventas de medicamentos con fenilpropanolamina; una actividad que le reportaba cientos de millones de dólares al año. Pero aún, bajo la batuta de Bayer, los fabricantes elaboraron contrainformes y amenazaron con medidas legales para retrasar lo más posible la prohibición de fenilpropanolamina por parte de las autoridades sanitarias estadounidenses. Una estrategia que le costó la vida a cientos de personas. La Coordinación contra los Riesgos de Bayer exige el enjuiciamiento de los responsables de Bayer y de las demás empresas (…)

-Prácticamente a diario se producen en las plantas de Bayer incidentes peligrosos, cuyas causas, entre otras, están en los recortes de plantilla. Una breve selección de incidentes del segundo semestre de 2004: en la planta de Addyston (EEUU) se registraron nueve escapes de sustancias tóxicas. La fábrica pertenece desde 2005 a Lanxess, nueva filial de Bayer para suministrar plásticos y caucho. El 23 de noviembre se produjo una explosión en la factoría de Bayer en Brunsbüttel, Alemania. Cinco trabajadores hubieron de ser hospitalizados. El 29 de septiembre, ocho operarios de la planta de Bayer en Uerdingen, Alemania, resultaron heridos al producirse un accidente en la producción de carbón activo. También en Uerdingen, el 11 de diciembre, hubo un escape de 400 kilos de ácido adípico.

El 3 de noviembre un corte en el fluido eléctrico provocó un escape a la atmósfera de vapores nitrosos y de cloro. Un joven de 15 años sufrió una grave intoxicación.

-En la zona algodonera del sur de India los pesticidas de Bayer siguen provocando envenenamientos mortales. Bayer domina el mercado indio de plaguicidas y produce a través de subcontratas, insecticidas descartados en Europa como monocrotophos. Debido a la falta de medidas de seguridad, los accidentes están a loa orden del día y los acuíferos de zonas enteras están contaminados (…)

El año pasado salieron la luz documentos internos de Bayer que prueban que la compañía expuso conscientemente en 1984 a miles de hemofílicos de Asia y Argentina a contraer el SIDA por utilizar KOATE, un concentrado antihemofílico contaminado con el virus causante de dicha enfermedad y que ya había sido retirado del mercado en Estados Unidos. (Los documentos internos de la compañía fueron publicados en al prensa a raíz de juicios de damnificados. Entre los países afectados aparecen Hong Kong, Taiwán, Malasia, Singapur, Indonesia, Japón y Argentina)