Cada vez que se rememora el diagnóstico de lo poco que se lee en Brasil, los interesados en el tema se cuestionan: ¿Cómo incentivar la lectura de libros y qué dirección deben tomar las políticas públicas en el sector literatura? El riesgo que se ha corrido es el delegar el papel de incentivo a la […]
Cada vez que se rememora el diagnóstico de lo poco que se lee en Brasil, los interesados en el tema se cuestionan: ¿Cómo incentivar la lectura de libros y qué dirección deben tomar las políticas públicas en el sector literatura?
El riesgo que se ha corrido es el delegar el papel de incentivo a la lectura solamente a las industrias editoriales y transformar las bibliotecas públicas -que un día convocaron a los lectores- en depósitos de libros o espacios olvidados por el lector en pro de las conveniencias digitales.
Muchos se resisten a utilizar tiempo en el transporte y arriesgarse a no encontrar el material literario de desean, por tanto optan por la facilidad y la practicidad de leer mensajes en redes sociales o buscar información en los infinitos campos de búsqueda de Google que los llevan «directo al punto» dentro del tema. Crece el número de quienes adoptan posturas como ésta y así despiertan el interés de gestores e investigadores de la cultura.
Karine Pansa, gerente de la Cámara Brasilera del Libro (CBL) recuerda que hubo un aumento de número de libros vendidos en el territorio del país en los últimos años a pesar del estancamiento de la facturación de esta industria. Se deduce así de una manera general, que hubo un abaratamiento de los libros y un aumento de la lectura en el Brasil.
Hay cálculos económicos que facilitan el acceso al libro, pero que no cambian los hábitos culturales ya que se conforman con políticas de largo plazo que incentivan la lectura y asocian esta actividad con el placer y el desarrollo de la creatividad.
La Secretaría Estatal de Cultura de San Pablo organizó el cuarto «Seminario Internacional de Bibliotecas Publicas y Comunitarias» del 22 al 24 de noviembre de 2011 en la capital paulista. Algunos temas de la programación fueron: accesibilidad, acervo digital, biblioterapia, redes sociales. De esta manera hay una tentativa de asociar el hábito de la lectura a otras actividades que incentiven la salud y despierten el placer.
Este Seminario tuvo ponentes de algunos estados brasileros y también de Chile, Colombia, Alemania y Portugal. El objetivo del evento fue discutir sobre el incentivo a la literatura y la diseminación de la información a través de los diversos medios de comunicación. Se trata de dos desafíos distintos. El primero prevé, en cierta medida, la reversión de una tendencia social, mientras que el segundo genera el hacer que las personas lean de todo en cualquier lugar menos en los libros. Se lee más que en cualquier otra época, pero de diversas fuentes y con contenidos dudosos, cuando no comerciales y superficiales, o sea que no despiertan el sentido crítico.
La Internet y los aparatos electrónicos mantienen a las mayorías ocupadas con lectura, de una forma que no se concebía hasta hace poco tiempo atrás. Por lo tanto se deben actualizar las estrategias que las bibliotecas elaboran para convocar públicos, aunque sus edificios sean de la más moderna arquitectura. Una de ellas es desarrollar en ellas el acceso gratuito a Internet.
Urge antes que nada, la identificación de las transformaciones por la que pasan:
1) La industria editorial en la que se establecen monopolios comerciales.
2) Los hábitos de lectura en los que se priorizan determinadas fuentes sobre otras.
3) El balance de las políticas gubernamentales a fin de que realmente incentiven a leer productos literarios de calidad.
El intercambio de experiencias es provechoso para que los proyectos de incentivo que son exitosos en determinada ciudad o país se apliquen en otros contextos. Al respecto Brasil contó con un stand en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara (México) que se realizó del 26 de noviembre al 4 de diciembre de 2011.
La importancia de los libros y las bibliotecas persiste en quienes creen en ellos como fuente de creatividad, conocimiento y raciocinio y en aquellas como espacios que ofrecen algo más que un catálogo de palabras a la espera de ser descubiertas.
Fuente original: www.barometro-internacional.org