El dólar subió de 3.155 a 4.930 rublos bielorrusos a raíz de esa medida que se fue gestando gradualmente. Bielorrusia terminó el pasado año con un déficit de 8,5 mil millones de dólares, o un 15% del PIB, en su cuenta de operaciones corrientes frente a 6,4 mil millones de dólares en 2009. Ese incremento […]
El dólar subió de 3.155 a 4.930 rublos bielorrusos a raíz de esa medida que se fue gestando gradualmente. Bielorrusia terminó el pasado año con un déficit de 8,5 mil millones de dólares, o un 15% del PIB, en su cuenta de operaciones corrientes frente a 6,4 mil millones de dólares en 2009.
Ese incremento era atribuible, en primer lugar, al encarecimiento del petróleo y el gas importados desde Rusia, pero también al crecimiento económico, de un 7-8% anual, que a la par con la estabilidad de la moneda bielorrusa incentivaba las importaciones de bienes de consumo.
Que el rublo bielorruso acabaría por devaluarse estaba claro últimamente para todos pero el Banco Nacional de Bielorrusia recurrió primero a métodos administrativos y trató de combatir la escasez de divisas restringiendo su venta a empresas, bancos comerciales y ciudadanos particulares.
Las cotizaciones en el mercado negro se dispararon a 6.500-7.500 rublos bielorrusos por un dólar y espolearon la inflación porque la gente, en un intento de proteger sus ahorros contra la inminente devaluación, se puso a barrer las estanterías de las tiendas.
Finalmente, el Banco de Bielorrusia se decantó por devaluar la moneda y lo hizo de un tirón, lo que contribuirá a aproximar, cuando no igualar, el tipo de cambio oficial al de mercado. La medida empujará al alza los ingresos por exportaciones y va a acelerar el crecimiento de la economía bielorrusa. Claro que la población deberá apretarse el cinturón pero difícilmente habrá fuertes conmociones políticas.
La lógica del Gobierno autoritario obligará al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, a recrudecer en un futuro inmediato el control sobre los precios que subieron en más del 10% en las últimas seis semanas. También habrá que gastar mayores sumas en el servicio de la deuda externa evaluada en 10,8 mil millones de dólares.
El periódico señala que Moscú, al denegarle a Minsk la concesión de un empréstito de rescate por valor de 3.000-4.000 millones de dólares, demostró mayor sabiduría que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional con respecto a Grecia y Portugal. Y si Rusia realmente desea ayudar a su vecina, lo importante ahora es no poner escollos ante la importación de lácteos y otros productos baratos desde Bielorrusia.