En este artículo el autor analiza el papel del magistrado Nardes en la trama corrupta y antidemocrática en el Brasil de Bolsonaro; un magistrado que por su implicación en la corrupción debería estar siendo investigado, condenado y preso.
El informe del ministro Augusto Nardes en el proceso del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) sobre coimas pagadas en joyas y diamantes al clan Bolsonaro y delincuentes uniformados es una bofetada a la democracia, un libertinaje intolerable.
Tras el audio [20/11/2022] en el que denunciaba “un movimiento muy fuerte en el cuartel” que tendría “un desenlace muy fuerte en la Nación, [con] consecuencias impredecibles”, Nardes perdió por completo la condición de seguir siendo magistrado del TCU .
No hay democracia mínimamente funcional en el mundo que tolere a un magistrado del Tribunal de Cuentas hablando “largo con el equipo de Bolsonaro” para articular un golpe de Estado y, aun así, seguir siendo ministro. Es ofensivo que Nardes siga ejerciendo las funciones de magistrado del TCU, como si nada de extrema gravedad hubiera pasado. Ya debería haber sido despedido, procesado y arrestado.
Por eso, es absolutamente inaceptable que Nardes asuma la responsabilidad del escándalo. Como partidario de Bolsonaro y de los militares, se sospecha que actúa en el caso. Debió haber sido declarado impedido por la Corte, ya que por falta de ética y por el objetivo de quitar de en medio a sus aliados, no tomó la iniciativa de declararse impedido.
La prensa recuerda que NPC Mineradora e Incorporadora Ltda, vinculada a la familia de João Augusto Ribeiro Nardes, obtuvo cuatro autorizaciones para la búsqueda de diamantes en un área de 1.260 hectáreas en la región de Monte Alegre do Piauí. Los dos últimos fueron otorgados en 2019, ya bajo la gestión de Jair Bolsonaro.
La parcialidad de Nardes en el caso quedó probada en la decisión rápida, casi instantánea, que tomó de mostrarse contundente y moral en relación con los crímenes de Bolsonaro y los delincuentes uniformados. Descaradamente logró la proeza de convertir a Bolsonaro, ladrón de joyas y diamantes, en fiel depositario de los sobornos recibidos.
Nardes no está y nunca ha estado comprometido con la democracia y la protección del estado de derecho. Tiene una larga trayectoria golpista, que comenzó durante la dictadura militar, como miembro de ARENA, el partido de apoyo al régimen terrorista.
Como presidente del TCU [2015], ideó la farsa del “pedaleo fiscal”, concepto utilizado en el pedido de juicio político fraudulento de la presidenta Dilma comprado por el PSDB por 45 mil reales a tres juristas antipetistas. “Hice mi parte”, dijo Nardes en el audio, refiriéndose a su papel decisivo en esa trama golpista.
La carrera golpista de Nardes fue coronada por su participación intelectual en los atentados antidemocráticos del 12, 24 de diciembre y 8 de enero últimos, perpetrados por terroristas que abandonaron el campamento del Cuartel General del Ejército en Brasilia.
Si trabajara como astrólogo, Nardes se haría millonario. Dio en el blanco con todas las predicciones que hizo sobre los ataques de extrema derecha que tendrían “un desenlace muy fuerte en la Nación”.
Nardes, sin embargo, es magistrado del TCU, no astrólogo. Demostró tener conocimiento previo sobre el “fuerte movimiento en el cuartel” y los ataques que ocurrirían. A pesar del cargo que ocupa, no denunció ni hizo nada para evitar el desenlace, pues estuvo involucrado en el mayor crimen de la historia contra los poderes de la República y las instituciones democráticas.
El lugar del golpista Augusto Nardes no está en el TCU, sino dentro de la investigación del STF de los hechos del 8 de enero, en el asalto en Brasilia en un intento de golpe de estado, por lo que debe ser investigado, condenado y preso.
Jeferson Miola es miembro del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), fue coordinador ejecutivo del V Foro Social Mundial y colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
Fuente: https://estrategia.la/2023/03/13/brasil-bofetada-a-la-democracia/
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