Un escenario de devastación con varias localidades aisladas y poblados enteros arrasados por torrentes de agua de los ríos desbordados, han dejado las lluvias que azotan desde el sábado el nordeste de Brasil, con saldo hasta ahora de 41 muertos, mil desaparecidos y unas 70 mil personas más resultaron damnificadas, lo que llevó al presidente […]
Un escenario de devastación con varias localidades aisladas y poblados enteros arrasados por torrentes de agua de los ríos desbordados, han dejado las lluvias que azotan desde el sábado el nordeste de Brasil, con saldo hasta ahora de 41 muertos, mil desaparecidos y unas 70 mil personas más resultaron damnificadas, lo que llevó al presidente Luiz Inacio Lula da Silva a asignar una ayuda por 56 millones de dólares.
En el estado de Alagoas, el más afectado, el número de víctimas mortales se eleva a 29 en 22 municipios, 15 de los cuales fueron declarados en estado de calamidad pública tras contabilizarse más de 26 mil viviendas dañadas o destruidas, 47 mil personas desalojadas y más de 26 mil damnificados.
La Defensa Civil todavía tiene dificultades para determinar el número de personas desaparecidas, que se estima entre 600 y mil, ante la magnitud de la catástrofe.
Poblados enteros a la orilla del río Mundaú fueron «!>borrados del mapa«!>
por la crecida mientras que otros quedaron aislados, pero el complicado acceso a esos lugares hace que donaciones, canastas de alimentación básica y medicamentos sólo puedan llegar por aire, indicaron los bomberos.
La policía y los bomberos iniciaron hoy, con perros adiestrados, la búsqueda de los desaparecidos en el valle del río Mundaú.
En Pernambuco, donde se originaron las lluvias y crecientes, 30 municipios se encuentran en estado de emergencia. En ese estado, 12 personas fallecieron, casi 18 mil están sin vivienda y más de 24 mil fueron desalojadas, informó la Defensa Civil.
El gobierno brasileño anunció que liberará ayuda de emergencia para Alagoas y Pernambuco por 56 millones de dólares, la mitad de los cuales ya fueron entregados a los gobiernos estatales en carácter de ayuda de emergencia, tras una reunión del gabinete de crisis.
También enviará 20 mil canastas de alimentos básicos, además de colchones y frazadas para los miles de damnificados.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2010/06/23/index.php?section=mundo&article=023n1mun