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Brasil, Argentina y Venezuela constituyen un Bloque Regional de Poder Militar

Fuentes: Rebelión

1. Lula rompe la Doctrina Monroe en su punto más neurálgico: el militar En una trascendental decisión contra la Doctrina Monroe, el Presidente brasileño Ignacio «Lula» da Silva ha decidido encabezar la formación del Bloque Regional de Poder Militar (BRPM) latinoamericano. El 10 de julio del 2007 había anunciado la autorización de los fondos «para […]

1. Lula rompe la Doctrina Monroe en su punto más neurálgico: el militar

En una trascendental decisión contra la Doctrina Monroe, el Presidente brasileño Ignacio «Lula» da Silva ha decidido encabezar la formación del Bloque Regional de Poder Militar (BRPM) latinoamericano. El 10 de julio del 2007 había anunciado la autorización de los fondos «para concluir» el primer submarino de propulsión nuclear de la Marina de Guerra del Brasil. Posteriormente, su Ministro de Defensa declaró que la soberanía de la Amazonia «no es negociable» y el Comando Militar de la Amazonia (CMA) advirtió que la Amazonia sería defendida con «la guerra de guerrillas».

La semana pasada, el Ministro de Defensa del Brasil, Nelson Jobim, anunció en Buenos Aires que el reactor nuclear compacto del submarino será construido en una empresa binacional, basado en la tecnología nuclear argentina. Brasil se encargará del combustible atómico, y, junto con Francia, de la parte no nuclear del submarino.

No menos trascendental es la constitución de un «Consejo Sudamericano de Defensa» en octubre del 2008, que será el órgano rector del BRPM. El Consejo organismo de defensa regional latinoamericano-caribeño es necesario, dijo Jobim, para que las Fuerzas Armadas de los países de la región dejen de «depender de los extranjeros» en áreas de defensa.

2. Triunfa la audacia bolivariana y sanmartiniana de Hugo Chávez

El sueño integracionista militar de los libertadores, que de facto se había concretizado en la guerra contra el colonialismo español, cayó víctima —como tantos otros factores de un posible progreso latinoamericano— de la balcanización oligárquica-imperial pos-1825. Si hoy día reaparece es, en lo sujetivo, el mérito de Hugo Chávez, quien, desde los primeros días de su gobierno, había entendido que sin defensa militar adecuada no podía haber independencia.

En 2001, mandó a su Ministro de Defensa, General Hurtado Sucre, a una reunión respectiva a Brasilia, donde presentó la propuesta de una integración militar latinoamericana basada en la filosofía bolivariana y sanmartiniana, el respeto a la soberanía de los pueblos de la Patria Grande y el papel de las FA en el desarrollo nacional.

En el año 2003, el Presidente le propuso a «Lula» convertir las Marinas de Guerra de ambos países en la punta de lanza de un proyecto de integración concreto sobre la navegación del Orinoco con el Amazonas, «y con ello fortalecer la soberanía de la Amazonia». Posteriormente, los dos líderes conversaron sobre la instalación de una Academia de Guerra latinoamericana; proyecto urgente, pero que no avanzó por rivalidades entre Brasilia y Buenos Aires e inercias burocráticas en Venezuela.

Otros empeños del Presidente Chávez fueron la propuesta de fundar la Organización del Tratado del Atlántico Sur (OTAS) y las «Fuerzas Armadas del ALBA». En la VI Conferencia de los Ministros de Defensa de las Américas (2004), Venezuela ayudó a Brasil y a las Fuerzas Armadas del Ecuador, a derrotar el plan de Bush y Rumsfeld, de convertir a los militares latinoamericanos en una guardia pretoriana al servicio de Uribe y del complejo militar-industrial estadounidense.

Hoy, finalmente, han madurado las condiciones objetivas políticas, que permiten realizar la constitución del BRPM en el 2008, en una tardía consumación de los sueños integracionistas de los libertadores de la Patria Grande.

3. La liberación es integral o no será liberación

Cuando en el año 2004 publiqué en Venezuela mi libro, La integración militar del Bloque Regional de Poder Latinoamericano, con las ideas respectivas del Presidente Chávez y textos de altos oficiales latinoamericanos, defensores de los derechos humanos y víctimas de las dictaduras militares, sobre la necesidad de la creación de un Bloque Regional de Poder Militar (BRPM), se introdujeron falsas alternativas en el debate.

En mayo del 2005, los periodistas Rosa M. Elizalde y L. Báez le preguntaron al Comandante del Ejército venezolano, General Raúl I. Baduel, si no era « más prudente concentrar las fuerzas en la integración económica de nuestros pueblos, apoyando el ALBA, un proyecto muy esperanzador y viable para mejorar las condiciones sociales de nuestros países», en vez de promover la integración militar.

Era una interrogante legítima, pero se refería a factores no-sustitutivos, sino complementarios. La dominación de Washington se basa y se ejecuta en las cuatro relaciones sociales vitales del hombre, la económica, la política, la cultural y la militar. Tratándose de un sistema integral de dominación, la propuesta de liberación tiene que ser igualmente integral, es decir, consistir en preparativos defensivos y ofensivos estratégicos y tácticos simultáneos para los cuatro frentes de batalla. Chávez entendió esa naturaleza de la agresión de Washington, lo que permitió que su posición de vanguardia del 2001 se convirtiera en la posición mayoritaria del poder dominante latinoamericano: Brasil-Argentina-Venezuela.

4. Alianza defensiva para sobrevivir, no para agredir

El BRPM es, a todas luces, una alianza defensiva que nace no sólo del historial negro de doscientos años de agresión militar de Washington, y de la tendencia evolutiva objetiva de la historia mundial, de convertir Estados nacionales pequeños en Estados regionales, sino de los preparativos logísticos concretos de Washington para asegurarse por la fuerza militar el petróleo de Venezuela, la Amazonia, el acuífero del Guaraní y, la separación de las cuatro provincias separatistas de Bolivia; del Zulia de Venezuela y del Guayas del Ecuador.

La punta de lanza de esta futura agresión son Colombia y la Cuarta Flota estadounidense, que probablemente será reactivada este año en la Florida (Mayport). El anuncio de la Cuarta Flota lo hizo el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses, durante una visita a la sede del Comando Sur, en Florida.

Los motivos de la reactivación, según Mullen es el «armamentismo venezolano», y según el Senador demócrata por Florida, Bill Nelson, «el fuerte crecimiento económico del Brasil, la beligerancia de Venezuela, el incremento del comercio a través del Canal de Panamá y la edad de Fidel Castro». La Cuarta Flota estará conformada por alrededor de veinte buques de guerra y recibirá posiblemente, en 2009, el más moderno porta aviones nuclear del imperio, el George W. Bush.

Uribe, a su vez, ha entrado en una relación estratégica con Washington e Israel, para contrarrestar las alianzas de Chávez, particularmente la que tiene con Irán. El suministro israelí de aviones teledirigidos, armas antitanques, personal de entrenamiento, 24 aviones de combate Kfir-10C —para contrarrestar los 24 Sukhoi-30 adquiridos por Chávez en Rusia— y la modernización de la Marina de Guerra, son evidencias claras.

5. Los atributos de la soberanía

Territorio controlado, moneda propia y Fuerzas Armadas son los símbolos de un país soberano. Con la constitución del Banco del Sur, antesala de la moneda latinoamericana, y la constitución del BRPM, comienzan a materializarse dos de estos atributos. La soberanía completa sobre el territorio será la consecuencia de estos pasos, si se logra derrotar a la alianza oligárquica-imperial.

6. Proceso de integración que no tiene que ver con el socialismo

Este proceso no tiene nada que ver con socialismo. Lo que está en juego es la siguiente alternativa: balcanización colonial, como en Yugoslavia, o Bloque Regional de Poder (BRP), como sujeto autónomo de la región y de la política mundial. Los protagonistas de este proceso son las clases políticas latinoamericanas y respectivas fracciones de las burguesías; ni las masas populares ni «la izquierda» latinoamericana. Las masas no, porque no tienen un proyecto histórico anticapitalista propio. Y «la izquierda» latinoamericana tampoco, porque sólo existe en forma de izquierda fosilizada «fordista» de los años treinta, sin discurso ni atractivo para las mayorías y clases medias actuales.

7. La razón más profunda del BRPM

Al perder su hegemonía financiera, económica y política, Washington está perdiendo los principales métodos de explotación mundial neocolonial. Por eso, recurre cada vez más a los métodos coloniales de dominación. Y la esencia de estos métodos es la fuerza militar.

Ésta es la más profunda razón histórica y legitimación de la constitución del Bloque Regional de Poder Militar (BRPM) y su «Consejo Sudamericano de Defensa», en la Patria Grande.