Tratando de salvar la última gran zona de selva virgen en Brasil, el estado amazónico de Pará creó el lunes siete nuevas áreas protegidas que abarcan 15 millones de hectáreas. Cinco de esas áreas conectan reservas existentes para formar un corredor de conservación en el norte del Amazonas, y el grupo Conservation International elogió la […]
Tratando de salvar la última gran zona de selva virgen en Brasil, el estado amazónico de Pará creó el lunes siete nuevas áreas protegidas que abarcan 15 millones de hectáreas.
Cinco de esas áreas conectan reservas existentes para formar un corredor de conservación en el norte del Amazonas, y el grupo Conservation International elogió la expansión, clasificándola de «uno de los mayores logros en el mundo».
«Si alguna selva tropical en la Tierra sigue intacta en un siglo, va a ser esta porción del norte de la Amazonía», dijo el presidente de Conservation International Russell Mittermeier en una declaración. «La región tiene más selva imperturbada que ninguna otra parte».
Conservation International y el Instituto Amazónico de Pueblos y Lenguaje (Imazon) colaboraron con el gobierno del estado de Pará en la identificación de las áreas prioritarias.
Conocido por la voraz devastación forestal por granjeros, Pará creó 11 millones de hectáreas de zonas de uso protegido sostenible, con el objetivo de administrar los recursos naturales para abastecer las necesidades de las comunidades locales. Alrededor de 55,4% de Pará serán áreas protegidas oficiales o tierras indígenas.
Las nuevas áreas incluyen los bosques estatales Paru, Trombetas, Faro e Iriri, que cubre 8,3 millones de hectáreas. Solamente Paru, que tiene unos 3,6 millones de hectáreas, es la mayor área protegida de uso sostenible en los trópicos, dijo Imazon.
El gobernador de Pará, Simao Jatene, creó además una enorme Area de Protección Ambiental, un área protegida de uso sostenible que busca controlar la ocupación humana y asegurar el uso moderado de recursos naturales.