El Informe de Monitoreo Global EFA, divulgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la semana pasada, revela que Brasil no va a alcanzar los objetivos de Educación para Todos antes del 2015. La meta fue estipulada en 2000, durante la Conferencia Mundial de Educación en […]
El Informe de Monitoreo Global EFA, divulgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la semana pasada, revela que Brasil no va a alcanzar los objetivos de Educación para Todos antes del 2015. La meta fue estipulada en 2000, durante la Conferencia Mundial de Educación en Dacar, Senegal.
En esa época, Brasil tenía una tasa de analfabetismo del 12, 3% y para alcanzar la meta debería reducir ese número en un 50%, pero al ritmo actual sólo va a llegar a la tasa del 7%. En el mundo, son 774 millones de adultos que no disponen de las competencias elementales para leer, escribir y calcular, de los cuales el 64% son mujeres. Y de esos, tres cuartos se concentran en 15 países, entre ellos Brasil. De los 101 países que estaban más lejos de la educación universal, en la época de la Conferencia, 72 no consiguirán cumplirla.
En Brasil, en 2005, cerca de 15 millones de personas se declaraban analfabetos absolutos, o sea, el 11,1% de la populación. La mayor porción de analfabetos se encuentra en la población adulta y anciana, y también en esas fajas la tasa se reduce más lentamente. Las personas con más de 60 años tienen una tasa de 31,1% de analfabetismo.
Para minimizar el problema de la educación de jóvenes y adultos, el Informe pide la expansión de la educación secundaria y superior. En Brasil, la enseñanza secundaria es inclusive compulsoria, pero gran parte de los que la frecuenta ya están fuera de la faja etaria. En 2005, la población de brasileros entre 11 y 17 años era de 24,9 millones, mientras que el número de matrículas de la educación secundaria era 25,1 millones.
«Esto se explica por la existencia de un gran contingente de alumnos por encima de la edad esperada que todavía se encontraba en esa etapa. Por otro lado, cuando se analiza la participación de los alumnos de 11 a 17 años que están en la escuela, en cualquier nivel, se observa que alcanza el 78%», dice el Informe.
Más de 510 millones de estudiantes de la educación secundaria, en todo el mundo, participan de programas de nivel técnico, en Brasil, ese número era de 718 mil alumnos, menos del 3% de las matrículas de la educación secundaria. Según el informe, la tasa presentada por Brasil es más elevada sólo que las de India (0,83), Bangladesh (1,62) y Pakistán (2,13), entre los países en desarrollo.
La educación superior, que tuvo un crecimiento de 45 millones de matrículas entre 1999 y 2005, prácticamente se duplicó en Brasil. Salió de 2,4 millones para 2,4 millones. «A despecho de la expansión continuada, relativamente pocos jóvenes y adultos tienen acceso a ese nivel de enseñanza», dijo el informe.
Aunque se critique el hecho de que Brasil no está caminando para alcanzar el Objetivo antes del 2015, el Informe destacó que el país tiene varios programas de medios no-formales de educación, que están destinados a grupos en desventaja y para los que abandonaron la escuela. La Educación de Jóvenes y Adultos (EJA) tenía 2,8 millones de alumnos, en 1999; en 2005, llegó a 5,6 millones.
Para la Unesco, el analfabetismo está fuertemente relacionado con la pobreza: «Es en los países y en los hogares más pobres que se encuentra la mayor incidencia de analfabetismo. Entre las minorías étnicas, migrantes, indígenas y portadores de necesidades especiales también hay, más analfabetos por encontrarse más frecuentemente excluidos de la educación formal y de los programas de alfabetización».
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]