Cualquier brasileño podrá presentar denuncias de tortura a la Organización de Naciones Unidas (ONU), de acuerdo a la declaración opcional de la Convención Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes. La convención, ratificada desde 1989, acompañada de una declaración de cada país, permite que cualquier individuo pueda entrar en contacto […]
Cualquier brasileño podrá presentar denuncias de tortura a la Organización de Naciones Unidas (ONU), de acuerdo a la declaración opcional de la Convención Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes. La convención, ratificada desde 1989, acompañada de una declaración de cada país, permite que cualquier individuo pueda entrar en contacto con el Comité contra la Tortura de la ONU, que fiscaliza las reglas de la convención internacional. Antes, sólo organizaciones u otros países miembros podían hacerlo.
En discurso en la primera reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, anunció que la declaración se entregará el día 26 de junio cuando se celebra el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura.
El comité de la ONU podrá, a partir de entonces, analizar casos brasileños como prevé la legislación, desde que no esté bajo investigación de otra instancia internacional y también en caso de que se haya agotado todos los recursos jurídicos del país para la denuncia.