Brasil y Estados Unidos, los principales productores mundiales de etanol, comenzarán a buscar maneras de crear un mercado global para el biocombustible con la promoción de estándares comunes, dijo un especialista en energía del Departamento de Estado estadounidense
El tema estará sobre la mesa cuando el presidente George W. Bush se reúna con su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante un viaje a Latinoamérica programado para marzo.
«Colectivamente tenemos más del 70 por ciento de participación en el mercado», señaló Gregory Manuel, asesor especial de energía del Departamento de Estado, durante un seminario en el Instituto de Brasil del Centro Woodrow Wilson en Washington el martes.
Brasil es el principal productor de etanol derivado de caña de azúcar, mientras que Estados Unidos detenta la misma posición para el etanol procedente de maíz.
Manuel agregó que la discusión no es aún acerca de reducir los aranceles de 54 centavos de dólar el galón para las importaciones de etanol a Estados Unidos, pero sí sobre crear un mercado más amplio en terceros países.
«Mientras que las cuestiones arancelarias no están sobre la mesa, hay beneficios enormes de crear estándares y el contexto para crear una materia prima global de biocombustibles en el futuro», sostuvo.
En diciembre, el Congreso de Estados Unidos renovó los aranceles sobre las importaciones de etanol hasta el 2009, aunque es mucho menos caro producir etanol a partir de caña de azúcar brasileña que de maíz estadounidense.
Manuel afirmó que los países se concentrarán en los esfuerzos conjuntos para aumentar la cooperación y la investigación. Añadió que esto ayudaría a crear puestos de trabajo y a atraer inversión a países latinoamericanos donde Estados Unidos tiene esfuerzos antinarcóticos.
Parte del acuerdo será mejorar y desarrollar la producción de etanol en el Caribe y Centroamérica, precisó.
«La geopolítica de esto es diversificar los suministros de energía para nuestros amigos y aliados», dijo Manuel a periodistas.
Una plataforma caribeña eventualmente podría abastecer al mercado estadounidense y reducir la dependencia del petróleo en la región, donde Washington se preocupa por la influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, un crítico de las políticas estadounidenses y un importante productor de petróleo.
Algunos países del Caribe, ayudados por un acuerdo comercial con Washington firmado el año pasado, podrían convertirse en exportadores clave dado que no pagan aranceles para exportar a Estados Unidos, observó Marcos Jank, presidente del centro de análisis brasileño Icone.
Brasil ha combatido los subsidios agrícolas establecidos por países desarrollados en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los estadounidenses subsidian la producción de etanol de maíz y también pagan a los productores domésticos de azúcar el doble de los precios que podrían obtener en el mercado internacional, destacó Jank.
El azúcar no es un insumo competitivo para el etanol bajo el precio fijado por los soportes estadounidenses, de acuerdo a un estudio reciente del Departamento de Agricultura (USDA) de ese país.
Fabricar etanol a partir de caña, remolacha o azúcar podría costar entre 2,35 y 3,97 dólares el galón, de acuerdo a las estimaciones del informe, mientras que producir etanol basado en maíz costaría sólo 1,03-1,05 dólares el galón.
El etanol fabricado a partir de caña en Brasil cuesta 83 centavos de dólar el galón, de acuerdo a Icone.
Unica, la asociación brasileña de productores de caña de azúcar, dice que la producción combinada de etanol de ambos países es de alrededor de 9.000 millones de galones, lo que contabiliza menos del 2 por ciento del consumo mundial total de gasolina.