Brasil y Nicaragua han acordado varios programas de cooperación, uno de ellos para producir biocombustibles, pese al aplazamiento de la visita a Brasilia del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, informó ayer la cancillería brasileña. Los acuerdos fueron negociados por una delegación de ministros de Nicaragua que estuvo en Brasilia esta semana, comitiva que estaba previsto acompañara […]
Brasil y Nicaragua han acordado varios programas de cooperación, uno de ellos para producir biocombustibles, pese al aplazamiento de la visita a Brasilia del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, informó ayer la cancillería brasileña.
Los acuerdos fueron negociados por una delegación de ministros de Nicaragua que estuvo en Brasilia esta semana, comitiva que estaba previsto acompañara a Ortega en su visita a Brasil.
Además, se convino la visita a Managua, la próxima semana, de una delegación del Ministerio de Exteriores brasileño para acordar una reunión entre Ortega y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La delegación nicaragüense, integrada por varios ministros, se reunió con el canciller brasileño, Celso Amorim, para ‘definir las áreas prioritarias de cooperación’ bilateral, según un comunicado de la cancillería.
Los acuerdos prevén la creación de una comisión mixta de cooperación comercial y desarrollo, así como proyectos de generación de energía hidroeléctrica y producción de biocombustibles, agrega.
El principal asunto en la agenda de Lula y Ortega era un plan de cooperación para producir etanol, combustible alternativo al petróleo elaborado en Brasil a partir de caña de azúcar, que también produce Nicaragua, por lo que su Gobierno quiere aprovechar la experiencia brasileña.
Precisamente, el acuerdo para incentivar el uso del etanol firmado la semana pasada por Lula y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, prevé la transferencia de tecnología en este área a países de Centroamérica y el Caribe, como Nicaragua.
Según la embajada de Nicaragua en Brasilia, Ortega no pudo viajar por problemas mecánicos del avión que tenía que utilizar y ya fue imposible acordar una nueva entrevista con Lula para esta semana.