Camilo Mejía Castillo. Fue a Irak. A guerrear. No quiso volver. Vio mucha sangre por petróleo. Suficiente. Demasiada. Ahora es preso de conciencia. En Estados Unidos. Nadie se acuerda de él. ¿Dónde están los millones de humanos que invadieron las calles del mundo, aquel histórico 15 de febrero de 2003? * * * Agosto de […]
Camilo Mejía Castillo. Fue a Irak. A guerrear. No quiso volver. Vio mucha sangre por petróleo. Suficiente. Demasiada. Ahora es preso de conciencia. En Estados Unidos. Nadie se acuerda de él. ¿Dónde están los millones de humanos que invadieron las calles del mundo, aquel histórico 15 de febrero de 2003?
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Agosto de 2003. Estados Unidos se vuelve a convulsionar. 50 millones de ciudadanos regresan a la zozobra. Angustia. Impotencia. Los rostros estupefactos, son incapaces de asimilar el nuevo golpe. La rutina diaria se ve alterada violentamente. Paralizada. Tergiversada. Las pérdidas económicas son multimillonarias. Astronómicas. La gente no da cabida a semejante monstruosidad. El tráfico se colapsa. Miles de policías son movilizados. Algunas casas arden Los bomberos no cesan una actividad, que por momentos es frenética. Emergencia. Caos. Una vez más, nadie fue avisado. ¿Qué sucede? ¿El regreso de Bin Laden? ¿La venganza de Sadam Hussein? Nada de eso. Más sencillo. La energía eléctrica dejó de fluir.
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En 1988, con bloqueos, embargos y guerra incluida; el Frente Sandinista de Liberación Nacional, mantenía a Nicaragua en el puesto 85 del Índice de Desarrollo Humano del PNUD. Quince años de gobiernos «democráticos», «amigos» y neoliberales, han retrocedido el país al puesto 118. Los detractores de la Revolución Popular Sandinista, se regocijan con saña, por aquellas colas que tenían que hacer. Para poder recoger la comida y útiles esenciales, que racionados por las circunstancias, proporcionaban alimento a toda la población. Hoy en día, siguen haciendo colas en los bancos, centros comerciales y supermercados. Sueñan con una Nicaragua, donde miles de coches hagan colas interminables. Donde la desesperación, las prisas y los insultos del conductor, hagan cola en el aire matutino que lleva al trabajo. Y al regresar por la tarde a casa, perder minutos y horas, ante colas y colas de vehículos parqueados. Como en el primer mundo. Siguen haciendo colas. Pero ya no se regocijan.
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Hugo Chávez. Dicen que es un dictador. Un patán. Déspota. Que está arruinando al país. Sufrió un paro de varias semanas. En donde el patrón obligaba al obrero a ir a la huelga. Lo nunca visto. Surrealismo. Pero antes hubo un golpe de estado. Validado por «superpotencias democráticas». Como Estados Unidos y España. Y eso que ganó dos elecciones con cerca del 60% de los votos. Aznar, lo hizo con solo el 44%. Ahora es polvo cósmico. De Bush ni hablar. La primera la ganó en el último minuto y de penalti que no era. La segunda, en el minuto 43 y ante un segunda. En agosto de 2004, Chávez superó el referéndum revocatorio. El pueblo lo reafirmó. Una herramienta democrática para la población. Botar antes de hora, al presidente nefasto y corrupto. Incluido en la constitución por el propio Hugo Chávez. Constitución aprobada mediante referéndum. No como otras. Pero ¿Cuántos países disponen de un referéndum similar?. Ninguno. ¿Será por nefastos o por corruptos?
La oposición apoyada por demócratas y republicanos. También por corporaciones mediáticas nacionales e internacionales. Jerarquía católica. Centro Carter y OEA. Presidentes y ministros. Lumpemproletarios. Socialdemocracia y sindicatos desclasados y aburguesados. Aún así han perdido ocho contiendas electorales. Dos presidenciales y seis consultas y referendos. En las regionales recientes, 20 de las 22 gobernaciones se han decantado al bolivarismo. La alcaldía de Caracas también. Con el golpe petrolero no pudieron. No asestaron el «allendazo». Les descubrieron a los paramilitares. ¿Se puede ser más torpe? ¿A alguien le queda alguna duda, del arraigo y cariño que siente el pueblo hacia Hugo Chávez y la revolución bolivariana?
Chile. 37% de reservas mundiales de cobre. 30% de la producción es estatal. 70% privada. Desde 1990 a 2002, la empresa pública entregó 10.600 millones de dólares al estado chileno. Las privadas, solamente 1.500 millones[1]. En mi pueblo, a eso se le llama saqueo. Repito S-A-Q-U-E-O. Petróleos de Venezuela es estatal. Patrimonio del país. Ni de oligarquías ni de empresas extranjeras. Sus beneficios repercuten en el pueblo. Seguramente así seguirá, mientras gobierne Hugo Chávez. ¿Ahora entienden porque hay tanto buitre carroñero revoloteando por Miraflores?
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José Ariel Contreras. Pelotero de los yanquis de Nueva York. Tiene motivos para estar contento. Su esposa huyó de Cuba, en una lancha rápida. Heroína del castrofobismo. Reencuentro feliz. Ahora podrá obtener la residencia rápidamente. Por cubana. Nada más.
Doña Luquita. Amiga mía nicaragüense. Desconocida. Pobre. Mujer anciana y enferma. Quiso obtener una visa para poder conocer a su nieta de dos años, que vive con sus padres en Washington. Le fue denegada. Ahora, sigue viendo a su nieta. Pero en fotos. Doña Luquita es una más, de las decenas de miles de mexicanas, guatemaltecas, salvadoreñas, nicaragüenses, hondureñas, costarricenses, panameñas, colombianas, etc… etc… que no pueden pisar el país del norte. Desconocidas. Anónimas que dejan lo poco que tienen. Hasta la ilusión por un futuro mejor. ¿Por qué a unos tanto y a otros nada?
Karla. Amiga mía nicaragüense. Desconocida. Pobre. Mujer joven y vigorosa. Amante del teatro. Con un gran problema. Su hijo Elías tiene problemas físicos y psíquicos. Daría mucho por poder ir a Cuba con Elías. Para recibir atención del brillante sistema sanitario cubano. Porque en los países «democráticos», «amigos» y neoliberales, no la brindan. Ni en el propio país que la parió. Solo en centros privados. Al alcance de criollos, burgueses y oligarcas. Pero hay otra solución. Encontrar una lancha rápida. Unos vienen y otros quieren ir.
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A, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, y, x, z. 28 símbolos necesarios para leer y escribir. Sin ellos, merma la libertad de expresión y de prensa. El mundo y las cosas son limitadas, amorfas e incoloras. Se reducen drásticamente. Los libros no valen nada. Las revistas envuelven bocadillos. El periódico es un áspero y sucio sustituto del papel higiénico. El universo cibernético se esfuma. La Biblia, depende del pastor. El pueblo se vuelve dócil y moldeable. No distingue un contrato laboral, de una hoja parroquial. Por eso, el analfabetismo ha sido utilizado como un arma de contención, dominio y auto-resignación. Campeón Somoza lo dejó en un 52%. Y los sandinistas -considerados por el imperio, malos como Fidel-, lo rebajaron a un 12% en tan solo seis meses.
Según el Informe de Desarrollo Humano 2004 del PNUD, en Cuba, la tasa de alfabetización es del 96,9%. Solo superada en América Latina, por Argentina (97%) y Uruguay (97,7%). Muchos países «democráticos», «amigos» y neoliberales, no llegan al 90%[2]. Coartando la libertad de expresión y de prensa, a más de un 10% de su ciudadanía. Curiosa «dictadura represiva» la cubana, donde se le proporciona al pueblo las armas para la «emancipación». Los instrumentos para disentir. Si yo fuera un dictador malo, lo primero que haría es cerrar las escuelas. Amordazar culturalmente al pueblo. Dejarle sin instrumentos de réplica y debate. Debilitarlo. Amansarlo. Aborregarlo.
Dos escuelas de las Américas. En la yanqui miles de soldados reciben entrenamiento, aprenden a torturar y ensayan el pim-pam-pum. Se diseñan golpes de estado. Operaciones de acoso y derribo. En la cubana, miles de estudiantes latinoamericanos son becados para ser médicos, profesores e ingenieros. Se diseñan vacunas. Proyectos para un mejor vivir. De Cuba al resto del mundo. Dos escuelas. Dos.
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Europa. Verano del 2003. La OTAN se moviliza. Hectáreas de cultivos se destruyen. 13.000 millones de euros en pérdidas. Más de 22.000 muertos según la OMS. 35.000 según el Earth Policy Institute [3] . Tampoco es Bin Laden. La gente se derrite. El verano más caliente en 500 años. Los hospitales no dan abasto. Las políticas sociales y sanitarias, caen como castillo de naipes. Excesiva calor. Atribuida al cambio climático. Fenómeno de destrucción masiva. Provocado por el ritmo de vida del «mundo desarrollado». Por el humo corporativo. Los ancianos no resisten. Muchos años de estrés y contaminación. ¿Panacea? El Huracán Mitch sembró menos muerte en Centroamérica. Odiosas comparaciones. Esclarecedoras.
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Atenco – México. Vicente Fox no pudo con su obra faraónica. El mega-aeropuerto. La tierra produce frijoles, alfalfa y maíz. Los aviones no. Así se lo dijo el pueblo. Pero al principio no entendió. Se tuvieron que afilar los machetes. Para defender la tierra. La cultura heredada de los ancestros. Un lugar para las generaciones venideras. ¿Qué hizo el pueblo?. Venció. Vicente ya entendió. Que cunda el ejemplo.
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Juan José Domínguez. Abogado. Representa a los afectados por el nemagón en Nicaragua. Miles son los enfermos. Por semejante agroquímico de destrucción masiva. Terrorismo wallstreetliano. El Sr. Domínguez ha hecho una inversión millonaria. Pruebas médicas, informes, viajes, dietas, abogados, técnicos, oficinas, logística, gastos administrativos, investigaciones, etc… Ha logrado un juicio en Estados Unidos. Hazaña de la clase obrera organizada y comprometida. Esperanza de los pobres. Pero para lograrlo jugaron en las grandes ligas. Con un entrenador de primera. Con él conocimos, que el cotarro y las leyes no son como las pintan. Que en el «mundo desarrollado y democrático», la justicia no es un derecho sino una inversión. Nada tienes, nada vales. Punto y final.
[1] GUERRA, A.: «El milagro chileno», especial para Argenpress, 5 de agosto de 2004, en http://www.argenpress.info/nota.asp?num=012975
[2] Datos del año 2002. http://hdr.undp.org/reports/global/2004/espanol/pdf/hdr04_sp_HDI.pdf