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Brexit: De vuelta al pasado, de nuevo

Fuentes: Sin permiso

La semana pasada tuvo lugar el último giro en el continuo enfrentamiento entre el gobierno británico y la Unión Europea sobre el llamado ‘protocolo de Irlanda del Norte’: es decir, las secciones del acuerdo de salida de la UE, firmado y sellado en 2020, que trataban sobre la relación de Irlanda del Norte con la UE.

Aunque las complejidades legales y constitucionales del protocolo están asumiendo rápidamente todos los tortuosos enredos de una ‘cuestión de Schleswig-Holstein’ moderna, en esencia, tanto las cuestiones legales como las políticas involucradas son en realidad bastante simples. Los lectores atentos recordarán que el protocolo fue diseñado para evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, al mantener a los seis condados en el mercado único y la unión aduanera de mercancías de la UE, aunque Gran Bretaña este fuera de ambos. Eso significaba que la frontera económica y aduanera no estaba «en la isla de Irlanda», sino en el Mar de Irlanda entre dos partes del Reino Unido.

Una frontera aduanera siempre resulta en un aumento del papeleo y todo tipo de controles sobre las mercancías que se mueven entre territorios, y así se ha demostrado en este caso. El aumento de los controles veterinarios y las dificultades para ‘exportar’ queso Stilton y salchichas Cumberland de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, junto con la supuesta escasez de los productos más básicos en los estantes de los supermercados, han sido algunos de los problemas destacados por los medios de comunicación como resultado del protocolo. A medida que avanzaba el año, los políticos se han ido acercando a estos temas y el protocolo se ha convertido en el último campo de batalla entre Londres y la UE, y las disputas en Belfast también se vuelven cada vez más importantes. Hasta ahora, algo bastante predecible desde todos los ángulos.

El Gobierno de Johnson ha mantenido un coro de quejas, diciendo que el protocolo debe ser ‘renegociado’ debido a estos impactos en Irlanda del Norte, mientras que la UE ha insistido en que el Gobierno británico firmó el acuerdo, sabiendo lo que contenía, y ahora debe aplicarlo. Así, tras un verano de maniobras y reuniones, la Comisión Europea planteó el 13 de octubre una serie de modificaciones y compromisos que mantienen intacto el protocolo, pero abordan la mayoría de las cuestiones pendientes relativas a los controles de carnes refrigeradas, medicamentos y otros productos destinados únicamente al consumo en Irlanda del Norte.

Antes de las tortuosas negociaciones del brexit, Johnson podría haber alardeado de estas concesiones y se habría jactado de haber obtenido una gran victoria: el paso libre y sin obstáculos sobre el Mar de Irlanda había sido arrebatado a los burócratas de Bruselas para los transportistas británicos. Sin embargo, ahora el tono es un poco diferente: tiene un pescado más grande que freír en relación con este trato que preocuparse por el movimiento sin restricciones de carnes refrigeradas y queso azul.

A pesar de la cautelosa acogida de los grupos empresariales, tanto en Irlanda del Norte como en Gran Bretaña, el Gobierno británico no está satisfecho con las propuestas de la UE. De hecho, había reaccionado ya, el día anterior, cuando el principal negociador de Gran Bretaña con la UE, Lord Frost, hizo un claro esfuerzo en enfatizar la soberanía británica, cuando repitió la exigencia de una renegociación completa del protocolo y la eliminación de cualquier papel del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en su ejecución o interpretación. Además, el noble lord ha señalado sin muchos rodeos de que, en caso de que continúe el estancamiento de las negociaciones, Gran Bretaña podría suspender los acuerdos comerciales para Irlanda del Norte invocando el artículo 16 del protocolo, lo que suscita temores de una guerra comercial más amplia con la UE.

La respuesta de la UE ha sido la esperada. Ha realizado todos los cambios que ha podido y no se ofrecen más concesiones: el papel del Tribunal de Justicia debe permanecer y la base del protocolo debe quedar intacta. De hecho, a medida que aumenta la tensión, hay informes de que algunos de los principales actores de la UE, como Francia, Alemania y los Países Bajos, están instando a la Comisión a «preparar al bloque para una guerra comercial con Gran Bretaña». 1 Prepárese para un mayor estancamiento y aún más reuniones, negociaciones y “conversaciones intensas sobre el brexit en Irlanda del Norte” en Bruselas y Londres, para hacer frente a “la brecha sustancial” que aún permanece entre las posiciones de ambas partes. 2 Como señaló The Economist, de cara a la próxima ronda de negociaciones, «este invierno puede ser muy frío». 3

Distracción útil

A nadie le puede sorprender este giro de los acontecimientos, y menos a Boris Johnson y David Frost. Después de todo, negociaron el acuerdo original del brexit y sabían perfectamente qué contenía y cómo debía implementarse. Así que esta ‘crisis’ no surgió de la nada: si sus causas subyacentes brotan del imperativo electoral del Gobierno de Johnson de «hacer el brexit» (sin importar el pequeño detalle de una «frontera imposible» en el Mar de Irlanda), el momento de esta última ronda y sus posibles resultados claramente se deben a la dinámica política actual en Londres y Bruselas. 4

Los beneficios potenciales de desencadenar un conflicto para el Gobierno británico son obvios: en medio de problemas políticos domésticos que implican escasez y problemas en la cadena de suministro, aumento de la inflación, una inminente crisis invernal del sistema nacional de salud NHS, junto con un presupuesto difícil y una ronda de gasto público, distraer la atención con otra disputa con Bruselas podría resultar atractivo a los conservadores. Muchos en la UE sospechan que esta siempre había sido la estrategia de Johnson y que nunca tuvo intención real de cumplir con los términos del acuerdo de retirada. 5

Sin embargo, aún no está claro si la opción nuclear de utilizar el artículo 16 y provocar ciertas represalias por parte de la UE es el camino que elegirá el Gobierno británico y, al menos a corto plazo, no es muy probable. Dado el equilibrio actual de fuerzas económicas entre la UE y Gran Bretaña, las ramificaciones políticas y económicas inciertas en la isla de Irlanda que podrían seguir, y los acuerdos comerciales pendientes que Gran Bretaña está tratando de alcanzar internacionalmente tras el brexit, una guerra comercial y una crisis de este tipo no beneficia ni al capitalismo británico ni al Gobierno de Johnson.

Las concesiones hechas por la UE muestran que tampoco es muy probable que se vean arrastrados fácilmente a una guerra comercial y las represalias consecuentes. Sin embargo, defender el mercado único, que es el núcleo de su proyecto, es lo que realmente trata el protocolo, digan lo que digan sobre la preservación de la paz y la protección del acuerdo del Viernes Santo. Si esto se ve amenazado de alguna manera, y la activación del artículo 16 podría hacerlo, a menos que se imponga una frontera estricta, ya sea en Irlanda o, en un caso aún más improbable, entre Irlanda y otros estados miembros, la UE se verá obligada a actuar, simplemente para preservar su forma actual. Además, la UE tiene sus propios problemas internos que hacen que la defensa del mercado único y el protocolo sea un imperativo importante para la Comisión y los principales estados miembros, como Alemania y Francia.

Las tensiones actuales entre Polonia y las potencias dominantes dentro de la UE hacen que sea vital que se mantenga el statu quo: no se puede escenificar que la UE retrocede ante un desafío de Gran Bretaña o de Polonia. Las contradicciones internas dentro de las estructuras de la UE y el equilibrio de poder aseguran que las crisis de este tipo se repitan: estas dinámicas y estas tensiones están integradas en la ‘unión’ y no pueden eliminarse simplemente con palabras amables o sentencias firmes de la Comisión. Ese es un punto que no pasa desapercibido para el Gobierno de Johnson y el ala dominante pro-brexit de los conservadores: están buscando aliados en Europa y esperan explotar tanto el protocolo como la crisis polaca para debilitar aún más e incluso, eventualmente, dividir a la UE. 6

Los acontecimientos en Belfast también han dado el giro esperado, con los partidos nacionalistas Sinn Féin y el Partido Socialdemócrata y Laborista, así como la Alianza, dando la bienvenida al compromiso de la UE, mientras que los partidos unionistas se han mostrado escépticos en diversos grados. El líder del Partido Unionista Demócrata (DUP), Jeffrey Donaldson, reafirmó su total oposición al protocolo como una «afrenta» a la unión y la soberanía británica, y ha exigido que se elimine por completo. Con los rivales de la Voz Unionista Tradicional de la derecha tomando una línea aún más dura y el Partido Unionista del Ulster obstaculizando su giro al centro, el DUP ha sentido cada vez más la presión. Las encuestas de opinión sugieren que podría debilitarse en las elecciones legislativas regionales del próximo año y perder votantes tanto a derecha como izquierda como resultado de su postura sobre el brexit7

La semana pasada vimos el modelo básico de lo que podría ser una serie completa de crisis posteriores al brexit. Pero, a medida que se desarrollan y funcionan a través de las estructuras políticas y económicas de Gran Bretaña, Irlanda del Norte y la UE, podemos esperar ver más giros, cambios y variaciones sobre estos temas básicos.

Notas:

  1. www.ft.com/content/b5f7dd12-1812-44b8-b682-b4289bcdc7b8 . ↩︎
  2. www.independent.co.uk/news/uk/politics/brexit-lord-frost-eu-northern-ireland-b1938530.html . ↩︎
  3. www.economist.com/britain/the-northern-ireland-protocol-is-up-for-discussion-again/21805522 . ↩︎
  4. www.itv.com/news/utv/2020-08-13/irish-sea-trade-border-over-my-dead-body-says-johnson . ↩︎
  5. www.bbc.co.uk/news/uk-politics-58898117 . ↩︎
  6. spectator.co.uk/article/the-eu-s-rule-of-law-crisis-lets-britain-change-the-brexit-deal ; ver también www.telegraph.co.uk/world-news/2021/10/20/polands-intelligent-brexit-means-can-have-cake-eat . ↩︎
  7. www.theguardian.com/commentisfree/2021/sep/16/unionists-brexit-northern-ireland-dup-border . ↩︎

James Harvey, activista laborista de la corriente «Labour Party Marxists» y colaborador de Weekly Worker.

Texto original: https://weeklyworker.co.uk/worker/1368/back-to-the-past-again/

Traducción: Enrique García

Fuente: https://www.sinpermiso.info/textos/brexit-de-vuelta-al-pasado-de-nuevo