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Entrevista a Alberto Navarro, embajador de la UE en Cuba

Buen desarrollo de las relaciones económicas entre Cuba y la Unión Europea

Fuentes: Rebelión

Para conocer cómo marchan las relaciones económicas y políticas entre la UE y Cuba después de eliminarse la posición común impuesta por la Unión durante los últimos años conversé con Alberto Navarro para conocer cómo marchan en la actualidad

– Cómo evalúa la marcha de la cooperación entre la Unión Europea y Cuba, a partir del actual acuerdo político que rige las nuevas relaciones entre ambas partes, luego del fin de la llamada posición común?

Las relaciones entre Cuba y la Unión Europea se están desarrollando y ampliando cada día más. Creo que eso es lo que queremos la gran mayoría de los cubanos y de europeos. Afortunadamente, la llamada posición común es ya algo del pasado. Ha sido derogada y reemplazada por el nuevo Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que entró en vigor el pasado 1 de noviembre, el mismo día en que los 28 Estados miembros de la Unión votaron en Naciones Unidas, como hacemos todos los años al igual que la casi totalidad de la comunidad internacional, contra el embargo (bloqueo) impuesto por los Estados Unidos. Ahora tenemos que aprovechar al máximo este nuevo instrumento jurídico. Los Tratados y Acuerdos no deben ser un fin en sí mismos, sino un medio o instrumento que nos permita mejorar y ampliar nuestras relaciones, reforzando el diálogo y la cooperación, lo cual depende de nosotros.

El próximo 15 de mayo estará en Bruselas el canciller cubano Bruno Rodríguez, buen conocedor y amigo de Europa, quien presidirá con nuestra Alta Representante Federica Mogherini, también buena conocedora y amiga de Cuba, el primer Consejo conjunto en la historia entre Cuba y la Unión Europea. Yo espero y deseo que este encuentro formal, en el que participarán también los 28 Estados miembros, nos permita seguir reforzando nuestras relaciones, lanzando nuevos diálogos y ampliando la cooperación en beneficio de nuestros ciudadanos. Vivimos en un mundo global e interdependiente, cada vez más complejo, en el que Europa y Cuba pueden y deben hacer mucho en favor del desarrollo sostenible, en la lucha contra el cambio climático o en el respeto de las reglas y valores universales que representan las Naciones Unidas.

– ¿De qué manera se implementan los nuevos proyectos de la Unión Europea en la Isla, considerando el puesto preponderante de ese bloque regional en el comercio del país antillano?

La Unión Europea es hoy el mayor socio comercial de Cuba, representando algo más del 30 % del comercio exterior cubano. En el año 2017 nuestros intercambios, que ya superan los 2 500 millones de euros, han seguido creciendo. Cuba ha aumentado sus exportaciones a Europa un 17 %, pasando de 417 a 470 millones de euros, y las exportaciones a Cuba han crecido un 4 %, al pasar de 2 044 a 2 093 millones de euros. El comercio es en mi opinión un instrumento que favorece el desarrollo y la prosperidad aún más que la ayuda al desarrollo. Deberíamos facilitarlo aún más.

Pero, además, la Unión Europea es hoy también, como subrayó Federica Mogherini en su última visita a Cuba el pasado 4 de enero, el mayor donante y el mayor inversor en la Isla. Y nos queda mucho por mejorar y ampliar en ambos sectores. Hoy en el mundo todos los países quieren atraer la inversión extranjera, sobre todo aquella que va acompañada de innovación y de transferencia de conocimientos. Porque es creadora de empleo y de prosperidad. Baste citar el sector de las energías renovables donde se puede producir energía más barata y más respetuosa del medio ambiente que nos ayuda también a luchar contra el calentamiento del planeta.

A las relaciones entre Cuba y Europa se pueden aplicar las tres palabras que repetía siempre Jacques Delors, uno de los grandes impulsores de la integración europea, competencia, cooperación y solidaridad. La competencia nos estimula, la cooperación nos refuerza y la solidaridad nos une. Deberíamos trabajar para impulsar esas tres palabras en nuestras relaciones.

Nuestros proyectos en Cuba se implementan en muchos casos a través de las Naciones Unidas, en otros por medio de las agencias de desarrollo de los Estados miembros como AECID o AFD, en otros con ONG’s cubanas o europeas y también con entidades como la Oficina del Historiador de La Habana (el Palacio del Segundo Cabo o el Centro de los Adolescentes en La Habana vieja). Ahora nos gustaría que el Banco Europeo de Inversiones, la mayor institución financiera pública del mundo, mayor incluso que el Banco Mundial, pudiera financiar proyectos en Cuba. Es uno de los temas que se abordarán, junto a muchos otros, en nuestro primer Consejo Conjunto del próximo 15 de mayo en Bruselas.

Además de la energía renovable y de la agricultura, ¿Qué otros sectores podrían ser de interés para la inversión y el intercambio económico en Cuba?

Yo diría que todos los sectores que ayuden a mejorar la situación económica y social en Cuba. Desde el turismo, el transporte, las infraestructuras, la preparación para las catástrofes naturales, el tratamiento de agua y de residuos, la salud, la formación profesional, la industria alimentaria o farmacéutica hasta los intercambios universitarios o científicos y, sin duda alguna, el sector de la cultura y las industrias creativas donde no hace falta explicar el potencial y la riqueza que tiene esta Isla. Con las recientes visitas a Cuba de Federica Mogherini y de nuestro Director General de Cooperación, Stefano Manservici, hemos decidido impulsar seriamente la cooperación en el ámbito de la cultura en sentido amplio. La cultura y las industrias creativas son una gran fuente de creación de empleo, de mejora de nuestra calidad de vida y un atractivo único para impulsar el turismo hacia Cuba. Hoy el turismo mueve el mundo pero hay también cada vez mayor competencia para atraer a los turistas a los diferentes destinos mundiales y hay que diferenciarse de otros.

Una particularidad que tenemos con Cuba en nuestra cooperación es el Programa de Intercambio de Expertos, que permite a muchos especialistas y funcionarios cubanos viajar a Europa y viceversa. Los intercambios de personas y de conocimientos nos ayudan a conocernos mejor, a crear confianza y a mejorar muchos sectores. Trabajamos de la mano del Ministerio de Economía y Planificación y el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas, sobre distintos aspectos relacionados a la política económica y la planificación, principalmente territorial; con la Oficina Nacional de Administración Tributaria, en temas de fiscalidad; con la Oficina Nacional de Estadística e Información, sobre el sistema estadístico; con el Ministerio de Comercio Exterior, ProCuba y la Cámara de Comercio cubana, sobre el comercio exterior y las inversiones extranjeras; con el Ministerio de Justicia (MINJUS), en la modernización de la gaceta oficial y la interconexión de los registros públicos; y con el Ministerio de Educación Superior, sobre la calidad en la gestión universitaria, entre otros temas. La Fiscalía General de la República se ha incorporado recientemente al Programa, pero tenemos previsto aumentar nuestra cooperación con la Fiscalía y el MINJUS.

¿Por qué la señora Federica Mogherini, afirmó en su tercera visita a La Habana que Cuba y la UE han elevado sus vínculos a un nuevo nivel?

Porque es una realidad. Cuba y Europa tienen ahora un marco jurídico que regula sus relaciones que antes no tenían, el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que ya han ratificado trece Estados miembros y está en proceso de ratificación de los restantes. Vamos a celebrar en pocos días en Bruselas el primer Consejo Conjunto en nuestros treinta años de relaciones diplomáticas. Estamos impulsando la cooperación en nuevos ámbitos como las energías renovables, la salud o la cultura. Vamos a lanzar próximamente nuevos diálogos políticos en sectores de interés común. Pero no debemos caer en la autocomplacencia porque nos queda muchísimo por hacer. Tenemos grandes retos por delante si queremos mejorar las condiciones de vida de nuestros ciudadanos. Nos gustaría ayudar a mejorar la agricultura cubana, impulsar las energías renovables, el clima para las inversiones extranjeras, facilitar la difusión de las nuevas tecnologías como internet, acceder a los préstamos del Banco Europeo de Inversiones o fomentar la cooperación triangular en sectores como la salud o la cultura aprovechando el enorme potencial de Cuba, por citar únicamente algunos.

Y hay que saber que cuando hablo de la Unión Europea incluyo obviamente a sus 28 Estados miembros. Todos unidos y trabajando en la misma dirección somos más fuertes y relevantes. Lo que no impide que tengamos a veces opiniones o matices diferentes, pues esa es también nuestra riqueza. Por ello nuestro lema es «Unidos en la diversidad». Lo que sí queremos todos los europeos es, dentro de un marco de respeto mutuo, trabajar con Cuba por un futuro mejor en beneficio de nuestros ciudadanos.

Esto es lo que queremos celebrar en nuestro Día de Europa, el próximo miércoles 9 de mayo, el primero que tenemos dentro de un marco jurídico nuevo como es el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que entró en vigor el pasado 1 de noviembre, como decía al inicio de esta entrevista.  

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.