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Cambio climático o cambio de mentalidad

Fuentes: Rebelión

El lucro, las ambiciones de ciudadanos que dirigen compañías millonarias así como de gobiernos que pretenden mantener la hegemonía económica mundial estan llevando al planeta tierra hacia una debacle total. Desastrosos terremotos en Japón, Haití, China, Chile, Indonesia, Pakistán; inundaciones en Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Australia, China, Vietnam, Bangladesh, Filipinas, Mali, Níger, Burkina Faso; enormes […]


El lucro, las ambiciones de ciudadanos que dirigen compañías millonarias así como de gobiernos que pretenden mantener la hegemonía económica mundial estan llevando al planeta tierra hacia una debacle total.

Desastrosos terremotos en Japón, Haití, China, Chile, Indonesia, Pakistán; inundaciones en Bolivia, Colombia, Venezuela, Brasil, Australia, China, Vietnam, Bangladesh, Filipinas, Mali, Níger, Burkina Faso; enormes incendios en Rusia, América del Sur, Asia; desproporcionadas nevadas en Estados Unidos, México, Europa, elevación del nivel del mar y la casi segura desaparición de islas y grandes extensiones de tierra, son algunas de las consecuencias del cambio climático.

No por conocidas dejan de ser estremecedoras las conclusiones que el Grupo II del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas acaba de presentar en la ciudad japonesa de Yokohama bajo el título de ¿Cuáles son los impactos del cambio climático y cómo podemos gestionar los riesgos?

El Panel, considerado la red científica mas extensa del mundo dedicada al estudio de ese fenómeno aseguró que los cambios derivados del ascenso de las temperaturas en el planeta «ya son visibles en todos los continentes y en la mayor parte de los océanos».

La temperatura media global se ha elevado 0,85 grados entre 1880 y 2012, un incremento que se ha acentuado en las últimas tres décadas. En septiembre pasado, el Panel del Grupo I de la ONU divulgó otro informe en la ciudad de Estocolmo donde resaltó que nunca antes la ciencia demostró de forma tan inequívoca que el calentamiento es una realidad y que la actividad humana es su mayor responsable. El informe mostrado en Yokohama y basado en miles de estudios efectuados en diferentes países, señala que muchas regiones del planeta experimentan con mayor frecuencia fenómenos de sequías, olas de calor, inundaciones, junto a profundos impactos sobre la salud humana, la extinción de especies, la degradación del hábitat y una menor productividad de las cosechas. Cuando ya la crisis alimentaria se ha hecho sentir en amplias zonas, el documento asegura que las cosechas descenderán alrededor de un 2 % por cada década y si la temperatura media sube un grado más, se afectarán las cosechas de trigo, maíz, sorgo en zonas tropicales y templadas, y se reducirá el crecimiento económico.

A la par, aumentarán los problemas sanitarios y enfermedades entre los humanos y el mundo animal, aparecerán nuevas bolsas de pobreza en las clases medio-altas y la brecha de las desigualdades se ampliará en los países ricos, mientras que en las naciones pobres, que no poseen capital para enfrentar esos problemas, la situación se volverá aún más caótica.

Pero como expuse al principio de este comentario, esta situación no es nada nueva. Muchos científicos, expertos y dignatarios del mundo, como Fidel Castro, han tratado de que el mundo tome conciencia de ese gran desastre que se cierne sobre la humanidad.

El líder de la Revolución cubana, desde los primeros años de la década de 1990 ha pronunciado discursos en eventos internacionales y escrito numerosos artículos alertando sobre lo que representa la desidia de las naciones ricas y de las transnacionales que constantemente agraden la naturaleza y el universo con la intención de acumular más capitales lo que va en detrimento de la gran mayoría de la población mundial.

La organización Ecologistas en Acción advirtió que los fracasos ante la falta de acuerdo en las Conferencias de Copenhague, Cancún y Durban, han condenado a millones de personas a la muerte, al hambre y a la destrucción y acusó a Estados Unidos, Japón y algunos países de la Unión Europea de ser los culpables.

El científico francés Yann Arthus-Bertrand expuso en un documental que como Groenlandia se calienta rápidamente, el agua dulce de todo un continente fluye hacia el agua salada de los océanos. Su superficie, explicó, contiene el 20 % de toda el agua dulce del planeta. Si se derrite, el nivel del mar va a subir cerca de siete metros.

La cubierta helada del Ártico se esta derritiendo por el calentamiento global y ha perdido 40 % de su espesor en 40 años. Su superficie podría desaparecer para el 2030.

Con la elevación del nivel de las aguas todo se vuelve inestable. Los arrecifes de coral son extremadamente sensibles al más mínimo cambio en la temperatura del agua.

Por eso Bikenibeu Paeniu, Primer Ministro de Tuvalu, uno de los archipiélagos del Pacífico con más riesgo de desaparecer por la subida de las aguas del océano, indicó que pese a que «los países del Pacífico y del Índico apenas contribuimos al calentamiento global, paradójicamente seremos los primeros en sufrir sus consecuencias».

Otro isleño, el Presidente de Nauru, Kinza Clodumar argumentó recientemente que «la franja donde vive mi gente esta dos metros sobre el nivel del mar. Estamos atrapados, un desierto a nuestra espalda y de frente, una terrorífica y creciente inundación de proporciones bíblicas».

¿Por qué aumenta la temperatura? La progresiva acumulación en la atmósfera de los gases que emite el llamado Efecto Invernadero (gases de invernadero) provoca la elevación de la temperatura en la superficie terrestre, así como cambios en el clima y en los demás procesos que dependen de él.

El Efecto Invernadero en un fenómeno atmosférico natural que permite mantener la temperatura del planeta al retener parte de la energía del sol. El aumento de la concentración de dióxido de carbono debido al uso de combustibles fósiles, ha motivado la intensificación del fenómeno y el consecuente aumento de la temperatura global, derritiendo los hielos polares y elevando el nivel de los océanos.

La causa principal del crecimiento de los gases de invernadero (en gran medida por el dióxido de carbono) es la actividad humana: calefacción, industria, agricultura, transporte.

El informe del Panel de expertos de la ONU es directo al puntualizar: «un importante número de especies terrestres y de agua dulce estarán abocadas a crecientes amenazas durante y después del siglo XXI, en especial cuando concurran otros tipos de presiones como la modificación de los hábitat, la sobreexplotación de los recursos, la contaminación y las cada vez más abundantes especies invasivas».

¿Se darán cuenta los ricos y los poderosos del daño que le estan ocasionando a la vida en el planeta? Esperemos que no sean sordos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.