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Campaña por el fin de la violencia racial

Fuentes: Adital

Este martes 21, Día Internacional por la Eliminación del Racismo, la Central Única de Trabajadores de San Pablo (CUT-SP) y 17 entidades de los movimientos negro, de derechos humanos y estudiantil anuncian la campaña «No maten a nuestros jóvenes: Yo quiero crecer». En la oportunidad fue presentado un documento relatando los homicidios de jóvenes en […]

Este martes 21, Día Internacional por la Eliminación del Racismo, la Central Única de Trabajadores de San Pablo (CUT-SP) y 17 entidades de los movimientos negro, de derechos humanos y estudiantil anuncian la campaña «No maten a nuestros jóvenes: Yo quiero crecer». En la oportunidad fue presentado un documento relatando los homicidios de jóvenes en San Pablo. 

«En 1995 la Coordinadora Nacional de Entidades Negras (Conen) lanzó la primera campaña «No maten a nuestros niños», motivada por la ola de violencia contra jóvenes negros y pobres desencadenada después de la matanza de la Candelária, en Río de Janeiro. Desde esa época hasta ahora la realidad poco se ha modificado. Los jóvenes, principalmente los de la periferia, continúan siendo asesinados. Por ello la vigencia e importancia de esta campaña», resalta Rafael Pinto, director de la Asociación de Empleados del Banespa (Afubesp) y militante del movimiento negro.

 

En la entrevista colectiva de prensa donde se anunció la campaña estuvieron presentes el presidente de la CUT/SP, Edílson de Paula, el coordinador del Movimiento Nacional de Derechos Humanos, Ariel de Castro Alves, el coordinador del Frente Parlamentario en Defensa de la Igualdad Racial, el diputado estatal Sebastião Arcanjo (PT), Frei Davi, de la ONG Educafro, y el presidente de la Conen, Flávio Jorge, entre otros dirigentes. Ellos hablaron sobre las diversas causas de la violencia contra los jóvenes: el desempleo, la falta de políticas públicas y de perspectivas – que los llevan a involucrarse con traficantes y el crimen organizado -, además del preconcepto y de la violencia policial.

 

Febem

 

En la oportunidad, los movimientos también abordaron las denuncias contra la Febem (Fundación del Bienestar del Menor) paulista, cuya vigente situación de incumplimiento de los derechos humanos en sus unidades fue foco de audiencia pública, ocurrida el 13 de marzo último, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington (Estados Unidos).

 

Estaban presentes en la reunión representantes del Centro por la Justicia y por el Derecho Internacional (Cejil) y de la Comisión Teotônio Vilela de Derechos Humanos (CTV), entidades que llevaron las denuncias al órgano internacional, en el 2000. No hubo acuerdo entre los miembros de esas entidades y los representantes de la Febem y del Gobierno de San Pablo.

 

La Comisión quedó en decidir si envía o no el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde la institución paulista ya tiene un proceso. «El eventual envío a la Corte podrá traer resultados más satisfactorios para solucionar los principales problemas de la Febem», destaca el abogado Ariel de Castro Alves, coordinador del Movimiento Nacional de Derechos Humanos (MNDH) que estuvo también presente en la audiencia en Washington.

 

Números de la violencia

 

La investigación Mapa de la Violencia IV, lanzada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 2004, con datos de 1993 al 2002, revela que los homicidios entre jóvenes de 15 a 24 años crecieron un 88,6%, contra una media general de 62,3%. Solamente en 2002 fueron registradas más de 2,5 mil muertes de personas en esa faja etaria.

 

El estudio también señala que los negros son las principales víctimas. En la población de entre 15 y 24 años, la tasa de asesinatos de afrodescendientes es de 68,4 muertos por cien mil habitantes, un 74% mayor que la media de blancos de la misma edad que es 39,3%. Río de Janeiro ostenta el mayor índice: 208,2 óbitos por cien mil habitantes, seguido por Pernambuco (141,5/100 mil) y San Pablo (127,9/100 mil).

 

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]