En plena libertad quedaron los dirigentes campesinos del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora, luego de haber sido víctimas de allanamiento y detención ilegal por parte de fuerzas combinadas del Ejército, CICPC y policías rurales. Con esa acción trataron de impedir sus actividades vinculadas a la lucha por la ocupación campesina de las tierras, que permanecen […]
En plena libertad quedaron los dirigentes campesinos del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora, luego de haber sido víctimas de allanamiento y detención ilegal por parte de fuerzas combinadas del Ejército, CICPC y policías rurales. Con esa acción trataron de impedir sus actividades vinculadas a la lucha por la ocupación campesina de las tierras, que permanecen en manos del latifundio o que habiendo sido intervenidas por el Estado se eternizan en el laberinto burocrático antes de que sean distribuidas al campesinado desposeído. Allí, en la comisión de tales actos arbitrarios y represivos, parece haber tenido mucho que ver -según los campesinos- la presión del alcalde del Municipio Alberto Arvelo Torrealba en Barinas.
Tras haber pasado toda la madrugada en la Guarnición del Sabaneta y ser trasladados a la Policía del Estado Barinas, retenidos sin orden judicial y sin justificación legal de ningún tipo, además de haber sido sujetos a ofensas y maltrato físico -tal como lo denunciaron voceros relacionados con los afectados- los dirigentes campesinos fueron dejados en libertad plena. Pero antes, la policía trató de ponerles como condición la firma de una «caución» que implicaba la restricción de sus actividades como miembros de un movimiento social en lucha, a lo cual se negaron rotundamente. No obstante, gracias a la movilización rápida y oportuna de las comunidades campesinas y de los movimientos populares solidarios, además de la campaña informativa de los medios comunitarios y alternativos, los captores tuvieron que poner a los dirigentes del FNCEZ en libertad. Esta fue, por consiguiente -consideran- una «victoria popular».
A últimas horas de la tarde, una vez que salieron de las instalaciones policiales, los dirigentes campesinos se fueron rumbo a la Fiscalía General de la República y de la Defensoría del Pueblo a presentar sus denuncias. Ahora queda en manos de estas instituciones y del gobierno hacer las investigaciones pertinentes para ponerle freno a este tipo de atropellos y darle rápido cauce a las reivindicaciones justas del campesinado.