El concierto «Canción de la tierra», de Mesías Maiguashca, en Fundación Teatro Sucre, presentará dos obras claves de su trabajo musical.
«Ayayayayay» (1971), para cuatro altavoces
«Ayayayayay» cumplió 50 años el año pasado. Fue compuesta y producida en 1971 en el Estudio de Música Electrónica de la Radio de Colonia. En 1969, ya residente en Alemania, visité Ecuador, no con cámara, sino con grabador en mano. Grabé cuanto pude de lo que en ese entonces se podía oír: sonidos de la ciudad, del campo, de la naturaleza, fiestas, reuniones, transmisiones, discursos, bautizos, y claro está, música. De regreso a Alemania me di cuenta al escuchar esas grabaciones que me reencontraba con mi niñez, juventud y adolescencia. Así pues, esta obra fue una confrontación conmigo mismo, una confrontación con nuestra sociedad de entonces. Amor y odio. Odio a una sociedad profundamente racista y paternalista, que dividía a su población en “ricos y pobres”, en “indios y no indios”, en grupos explotadores y grupos explotados, estructura heredada del período colonial. Entiendo que las cosas van cambiando. ¿Podemos, tal vez utópicamente, imaginar una sociedad razonablemente equitativa, en la que cada uno de sus grupos integrantes, en condiciones de igualdad, pueda vivir sus peculiaridades culturales?
Canción de la tierra (2017-2019), una composición audiovisual
Idea y música: Mesias Maiguashca
Video, Carlos Poete
Técnica Audio-Ambisonics, Johannes Schütt
La primera vez que escuché Das Lied von der Erde de Gustav Mahler (hace unos 30 años, como estudiante en Europa), decidí componer también una canción de la tierra, por supuesto con un contenido sonoro diferente. Sabemos que nuestra historia, la historia americana, no comienza con el «descubrimiento» y la conquista por parte de los europeos. Sabemos bien que la superposición de la cultura europea sobre la americana la llevó al borde de su destrucción y su desaparición. La filosofía, la religión y las formas de vida europeas se convirtieron en la norma de la vida americana y en varios aspectos todavía lo son. Pero creo que existe una forma específica andina de aprehender el mundo. Ciertamente no puedo describirla, y mucho menos explicarla. ¿Se podría hacerla sonar?
La composición Canción de la tierra (2011-12), versión de concierto, fue escrita para la Orquesta de Instrumentos Andinos, la Banda Sinfónica Metropolitana, el coro Ciudad de Quito (todos ellos elencos del Teatro Sucre); utiliza además, 4 grupos de «objetos sonoros» de madera y metal, diseñados por mí mismo y un “mobile” grande de madera (realizado por Gabriel Maiguashca. La obra se estrenó en Quito en 2013, en el Palacio de Cristal del Itchimbía, el 21 de Junio (fecha de celebración del Inti Raymi), de 5 a 6 de la madrugada, para saludar a la salida del sol. La dirección musical estuvo en manos de Jorge Oviedo. Fue un evento conmovedor. Desafortunadamente y debido a la complejidad técnica y musical del evento, el evento no pudo ser documentado satisfactoriamente. Hacia 2017 diseñé la presente composición audiovisual como un recordatorio de aquel concierto. No es una documentación, es una obra autónoma. La pista sonora se basa en gran medida en la grabación original del concierto. La pista video fue realizada por Carlos Poete, (de Argentina), a partir de la música y temática dadas en cada canción. La versión de audio con tecnología Ambisonics fue realizada en el estudio del ICST /ZHdK (Universidad de las Artes de Zurich) por el ingeniero de sonido Johannes Schütt.
Canción de la tierra es una meditación, un canto de homenaje y agradecimiento a la Naturaleza, a la Madre Tierra, a la Pachamama.
Mesias Maiguashca: nació el 24 de diciembre de 1938 en Quito, Ecuador. Estudió en el Conservatorio de Quito, la Eastman School of Music (Rochester, N.Y.), el Instituto di Tella (Buenos Aires) y en la Musikhochschule Köln. Realizó producciones en el estudio de Música de la WDR (Colonia), en el Centre Européen pour la Recherche Musicale (Metz), en el IRCAM (Paris), en el Acroe (Grenoble) y en el ZKM (Karlsruhe). Trabaj´ó de docente en Metz, Stuttgart, Karlsruhe, Basel, Sofía, Quito, Cuenca, Buenos Aires, Bogotá, Madrid, Barcelona, Györ y Szombathely (ambos en Hungría), Seúl (Corea). Desde 1990 fue Profesor de Música Electrónica en la Musikhochschule Freiburg hasta su jubilación en 2004. En 1988 fundó con Roland Breitenfeld el K.O.Studio Freiburg, una iniciativa privada para el cultivo de música experimental. Desde el 2008 es miembro del Directorio Artístico de GEMART (Grupo de Música Experimental y Artes Mediáticas) y del Ensamble GEMART. En 2012 fundó, con el compositor alemán Andreas Suberg, el grupo SynFlow, dedicado al arte multimedial. Vive desde 1996 en Freiburg, Alemania.