En el pasado quedaron las campañas electorales populistas con las que los candidatos de la Cuarta República buscaban comprar los votos de los venezolanos ofreciéndoles lavadoras, neveras, ladrillos y láminas de zinc. Ahora en el siglo XXI la estrategia ha sido modernizada. Los sectores opositores no sólo confirman que en caso de llegar a la […]
En el pasado quedaron las campañas electorales populistas con las que los candidatos de la Cuarta República buscaban comprar los votos de los venezolanos ofreciéndoles lavadoras, neveras, ladrillos y láminas de zinc.
Ahora en el siglo XXI la estrategia ha sido modernizada. Los sectores opositores no sólo confirman que en caso de llegar a la Asamblea Nacional derogarán las leyes que han sido aprobadas por la revolución, también prometen, a cambio de unos cuantos votos, cirugías estéticas.
Su proponente es Gustavo Rojas, candidato al parlamento por la autodenominada Mesa Democrática de la Unidad, quien asegura que la táctica de rifar una mamoplastia es un mecanismo legítimo para poder financiar su campaña electoral, así lo refleja una entrevista publicada este viernes en el diario privado El Universal .
Este «premio», considerado vanidoso, es una muestra de la carencia de propuestas legislativas por parte de los sectores adversos al Gobierno Nacional que permitan mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Por el contrario, estas prácticas materializan la exclusión, pues el mismo Rojas reconoció que el objetivo de su campaña es captar votos «en un determinado público».
Estas afirmaciones evidencian las fallas que existen en la campaña electoral de la oposición, tal y como lo explicaba este jueves el director de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Shemel, que reconocía que «sólo usaban la campaña como un accesorio».
Fuente: http://avn.info.ve/node/13889