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Cantaura nos recuerda que no podemos olvidar

Fuentes: Rebelión

Se conoce como la Masacre de Cantaura al resultado de una operación militar llevada a cabo el 4 de octubre de 1982 por los órganos de seguridad del estado venezolano contra un grupo de insurgentes del Frente Guerrillero «Américo Silva» del Partido Bandera Roja (Venezuela) en las cercanías de la ciudad de Cantaura en el […]


Se conoce como la Masacre de Cantaura al resultado de una operación militar llevada a cabo el 4 de octubre de 1982 por los órganos de seguridad del estado venezolano contra un grupo de insurgentes del Frente Guerrillero «Américo Silva» del Partido Bandera Roja (Venezuela) en las cercanías de la ciudad de Cantaura en el estado Anzoátegui, Venezuela.

En esta operación, cruel y asesina, planeada y ejecutada por los enemigos del Pueblo Pobre, participaron aviones de la Fuerza Aérea Venezolana, cuatrocientos hombres de la Fuerza Armada Nacional y decenas de efectivos de la Disip, para bombardeado un campamento donde se efectuaban una reunión del Frente Américo Silva del partido Bandera Roja, para ese entonces revolucionario, compuesto por cerca de 41 jóvenes revolucionarios, de los que fallecieron 23 combatientes, algunos de ellos que no perecieron luego fueron acribilladas o rematadas por los organismos de seguridad del Estado controlados por el gobierno de Derecha. Dentro de ese grupo hubo sobrevivientes como Alejandro Velásquez Guerra, que más tarde narrarían lo sucedido en el sitio.

Recordar nos hará avanzar:

Es responsabilidad del movimiento revolucionario popular dar a conocer la historia de nuestro Pueblo Pobre y sus luchas, rescatando a nuestros mártires del olvido mediático, luchando contra la alienación de la cultura dominante, promoviendo nuestra identidad nacional, dando a conocer esa realidad, cruda muchas veces, que a muchos les interesa ocultar. Y dentro de ese esfuerzo por mantener vivos los pasos hacia una sociedad más justa de nuestros caídos, se deberá cultivar el pensamiento reflexivo, crítico, creativo e irreverente que caracteriza a los que impulsan los cambios y las transformaciones sociales.

La ironía del no tener convicciones firmes:

El proceso revolucionario que vivimos en Venezuela, es sin duda una de las mejores oportunidades que ha tenido el pueblo para impulsar sus reivindicaciones, desde tiempos de las luchas por la independencia, hace ya más de 200 años. Pero sin duda, como todo proceso social, esta cargado de contradicciones, dudas y reveces… muchos de estos, producto de la fundamentación ideológica real, de «convicciones» ambiguas, y de planteamientos planfetarios de corte izquierdista. Esto ha permitido que sectores e individuos de la clase dominante burguesa hayan sido favorecidos e incluso sustenten cargos de poder dentro de la gobernabilidad del Estado. Caso que nos hace recordar, por la vinculación con ésta masacre, al diputado Róger Cordero Lara (PSUV) quien fue uno de los militares que participó en el ataque del campamento. Así como también el triste rol de traidores en que se han convertido (¿o siempre lo fueron?) los dirigentes de Bandera Roja, otrora frente guerrillero y actualmente un partido político venezolano aliado a la ultraderecha venezolana, liderado por el traidor y entreguista Gabriel Puerta Aponte, el cual usaba sus frentes legales, como lo eran la Unión de Jóvenes Revolucionarios (UJR), El Movimiento por la Democracia Popular (MDP), y el movimiento de educadores Simón Rodríguez (MESR), para captar Cuadros y Militantes, y lo que hoy en días nos hace pensar que sería una estructura de contrainteligencia de derecha para ubicar a los jóvenes con fuertes ideales y convicciones revolucionarias para después ser asesinados o torturados, como de hecho pasó.

Nuestro reto: Vencer la Impunidad.

Es de importancia trascendental que logremos, para las futuras generaciones, resarcir histórica, moral y públicamente a las víctimas de las violaciones de los derechos humanos cometidos contra los movimientos sociales durante los gobiernos de Acción Democrática y Copei, ya que la impunidad ante las injusticias ocurridas en la vida política de Venezuela, cuando miles de ciudadanos fueron torturados, asesinados y desparecidos por los cuerpos policiales y los llamados teatros de operaciones en los gobiernos puntofijistas, y hasta ahora no hay responsables de los crímenes, por lo que el Estado tiene una deuda pendiente con la investigación de los hechos, establecer las responsabilidades y rescatar la memoria de lo sucedido, que los culpables paguen por sus delitos.

Víctimas de la masacre

Los muertos en Cantaura fueron:

  • Roberto Antonio Rincón Cabrera, (alias Sergio y El Catire, Primer Comandante del Frente);

  • Enrique José Márquez Velásquez (alias Florencio, Segundo Comandante);

  • Emperatriz Guzmán Cordero, (alias Sonia o Chepa, Tercer Comandante) Para el momento de la Masacre de Cantaura era la Tercera Comandante del Frente Guerrillero Américo Silva. Emperatriz Guzmán se convierte en la Primera Mujer Guerrillera del Oriente Venezolano al subir al Frente Guerrillero Antonio José de Sucre, fundado por el legendario Comandante Guerrillero Américo Silva y Luis Tinéo Gambóa, entre otros.

  • Sor Fanny Alfonzo Salazar (alias Patricia y Pat, Miembro de la Comandancia);

  • Carlos Jesús Arzola Hernández;

  • José Miguez Nuñez, (alias Rivas y el españolito);

  • Mauricio Tejada, (alias Plaza)

  • Carmen Rosa García, (alias Rosi);

  • Ildemar Lorenzo Morillo;

  • Carlos Alberto Sambrano Mira; (alias Jaime)

  • María Luisa Estévez Arranz (alias Natalia);

  • Antonio María Echegarreta Hernández;

  • Beatriz del Carmen Jiménez, (alias Maira);

  • Baudilio Valdemar Herrera Veracierta;

  • Jorge Luis Becerra Navarro, (alias Gilberto);

  • Eumennedis Ysoida Gutiérrez Rojas, (alias Heydy);

  • Diego Alfredo Alfonso Carrasquel;

  • Luis José Gómez;

  • Eusebio Martel Daza (alias Domingo);

  • Rubén Alfredo Castro Batista;

  • Nelson Antonio Pacín Collaso; (alias Freddy)

  • Julio César Farías Mejías

  • José Ysidro Zerpa Colina.

La Masacre de Cantaura (1982), de Yumare (1986), del Amparo (1988), del Caracazo (1989), de Abril (2002), de Kennedy (2005), del Táchira (2009), de Coro (20113), de las diversas masacres perpetuadas en las cárceles venezolanas en complicidad con funcionarios del Estado, del asesinato de nuestros hermanos indígenas por defender las tierras que le han sido arrebatadas, de los cientos de lideres sociales que han sido ejecutados, torturados, asesinados y desaparecidos durante la historia contemporánea de nuestro país, y los cientos de ciudadanos que mueren a manos del hampa; son hechos que debemos recordar y con los cuales tenemos el compromiso histórico, Patrio y revolucionario de reivindicarlos en la lucha e intentar, por todos los medios, de que se haga justicia y no sucedan nunca jamás en estas tierras de Libertadores.

Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 521 años del inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 203 años del inicio de Nuestra Independencia,

¡JUSTICIA! ¡NO MÁS IMPUNIDAD!

Coordinadora Simón Bolívar

Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.