(2´01´´ / 476 Kb) – En agosto del año pasado, grupos e inversores extranjeros detenían 5,7 % de toda la caña procesada en Brasil para producción de azúcar y alcohol. Un año después, el capital internacional pasó a detener 12% del sector, lo que corresponde a más de 51 mil millones de toneladas de caña […]
(2´01´´ / 476 Kb) – En agosto del año pasado, grupos e inversores extranjeros detenían 5,7 % de toda la caña procesada en Brasil para producción de azúcar y alcohol. Un año después, el capital internacional pasó a detener 12% del sector, lo que corresponde a más de 51 mil millones de toneladas de caña de azúcar.
De acuerdo con la Datagro, empresa que realizó el estudio, la inversión extranjera está evolucionando más rápidamente de lo que se esperaba y hasta el porcentual divulgado ya está desfasado. Esto porque fue anunciada la semana pasada la adquisición de la usina Santa Juliana, en Minas Gerais, por la empresa multinacional Bunge.
La mayor tajada de la inversión internacional está con la principal empresa productora de azúcar y alcohol en Brasil, la Cosan. Cerca de 85% de las acciones de la empresa está en manos extranjeras.
Para el profesor de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), César Sanson, esta situación es provocada por la política del gobierno federal de incentivar la producción de agrocombustibles y es muy preocupante.
«El país pasó a aguzar el interés del mercado mundial y despertó una verdadera corrida extranjera por el alcohol brasileño generando una oleada de inversores en territorio nacional, haciendo que los precios de las tierras estallasen en el país.»
Sanson también resaltó su preocupación con el trabajo en los cañaverales. De acuerdo con el profesor, la actual condición de estos trabajadores ha provocado muertes por agotamiento.
El estudio realizado por la consultoría Datagro consideró la temporada 2006/2007 para el cálculo, ya que la cosecha de la zafra 2007/2008 todavía no fue concluida. Actualmente, el Brasil es el mayor exportador de azúcar y alcohol en el mundo.