Hacemos pública esta carta de Julian Conrado dirigida al Presidente Nicolas Maduro. El compatriota de nuestra Patria Latinoamericana y Caribeña escribe desde su situación de recluido en el Hospital Militar Carlos Arvelo. Transcribimos su carta y al final anexamos la misma de su puño y letra: 28 de abril de 2013 La Carraca de Caracas […]
Hacemos pública esta carta de Julian Conrado dirigida al Presidente Nicolas Maduro. El compatriota de nuestra Patria Latinoamericana y Caribeña escribe desde su situación de recluido en el Hospital Militar Carlos Arvelo. Transcribimos su carta y al final anexamos la misma de su puño y letra:
28 de abril de 2013
La Carraca de Caracas
Camarada presidente Nicolás Maduro:
Un abrazo de corazón revolucionario aún con el dolor por la partida física del compañero Hugo Chávez, nuestro amado comandante eterno, te envío ésta nota para contarte algo sobre mi caso.
Yo, al igual que Ali Primera, soy un cantor de los pobres de la tierra. Soy de los que se entregan totalmente y a cambio de nada por la causa de la paz con justicia y amor.
El próximo mes de mayo se cumplen dos años que fui hecho prisionero, ilegalmente en la República Bolivariana de Venezuela; 7 días me tuvieron esposado, vendado y desaparecido; luego me pasaron a un calabozo donde me entero que estoy en poder de la DIM. Actualmente me tienen en el hospital militar Carlos Arvelo.
Como mi único delito es ser patriota revolucionario, las voces de solidaridad revolucionaria que a mi favor se alzaron y se continúan alzando en Venezuela y el mundo son incontables; hay un profundo sentimiento de tristeza e indignación por lo que sucede conmigo acá en esta Patria Bolivariana, Nuestramericana, a cuyo pueblo y revolución, con el ejemplo de Ricaurte y Girardot le he dedicado mi canto.
A pesar de todo se ha tenido mucho cuidado, de parte nuestra, para no causar daño al gobierno; todo lo contrario, si algo asombra a quienes comparten prisión conmigo y a mis propios carceleros es, además de mi disciplina y siempre elevada moral, la forma tan contundente y apasionada como defiendo esta esperanzadora revolución: ¡ Mi propia revolución!.
Camarada Nicolás: extraditarme a Colombia o a Estados Unidos sería condenarme a la tortura y la muerte, es decir, una terrible violación de la Constitución venezolana y de las leyes, acuerdos y tratados internacionales que protegen a los perseguidos políticos; y, peor aún, una inconcebible violación de los principios y normas de la ética revolucionaria, bolivariana y socialista; esto ya lo han explicado públicamente muchos sabios de la política y el Derecho Internacional, entre otros, los maestros José Vicente Rangel, Freddy Gutiérrez Trejo y Luis Brito García.
Continuar manteniéndome prisionero es una indignidad; cada día, cada hora, cada minuto es una puñalada que se clava en el corazón de Simón Bolívar y Ali Primera, y junto a ellos a todas y todos los revolucionarios del mundo que conocen de mi vida, de mi lucha, de mi canto.
Hermano mío: yo, que al igual que tu vengo de la clase obrera y que, también como tu, soy de los que no acepta ser esclavo de nadie; te pido, por el bien de la causa de la libertad y felicidad de los oprimidos, por el bien de la canción necesaria y por el bien de la imagen y el prestigio del gobierno y la revolución bolivariana, que metas tu mano solidariamente chavista para que se me devuelva la libertad y me concedan el asilo político.
Si esto último se considera inconveniente para las relaciones diplomáticas con el gobierno colombiano se podría optar por un tercer país que puede ser, propongo, por ejemplo, Argentina, Uruguay, Nicaragua o Cuba.
Como sabrás ya, la Fiscal Luisa Ortega manifestó públicamente que mi extradición no es procedente. Te deseo junto con tu pueblo y el mío muchos éxitos en tu gestión.
Otro fraternal abrazo
¡ AMANDO VENCEREMOS !
Julián Conrado
Nota: Te mando un CD, con algunas de mis canciones. Era para el Comandante Chávez; como lo tuve de vecino acá en el hospital pensé que se lo podía hacer llegar.