CARTA FRATERNAL A MAREA SOCIALISTA Compañeros, primero mis saludos muy fraternales a ustedes ya que hemos sido por tanto tiempo hermanos de lucha. Quería comenzar esta breve carta con un asunto muy personal. Luego de leer los resultados del seminario (saboteado en sus inicios como debe ser para una burocracia que se respete) debo confesarles […]
CARTA FRATERNAL A MAREA SOCIALISTA
Compañeros, primero mis saludos muy fraternales a ustedes ya que hemos sido por tanto tiempo hermanos de lucha. Quería comenzar esta breve carta con un asunto muy personal. Luego de leer los resultados del seminario (saboteado en sus inicios como debe ser para una burocracia que se respete) debo confesarles que me dio mucho ánimo leer un conjunto de puntos de resolución donde personalmente me siento muy estimulado. Han sido muchos años trabajando a contracorriente, incluso en debates muy duros donde participaron compañeros que ahora son de su dirección nacional como Juan y Roberto (me refiero a lo que la formación fallida del M.13A-PNA), donde la advertencia frente a una tendencia inexorable dentro del chavismo y mucho más desde la formación del PSUV, podía ser el punto de partida de un cataclismo para la revolución bolivariana, por lo que no tenía ningún sentido favorecer esa tendencia que aunque esté liderada por Chávez en su momento. Una tendencia que se materializa en lo que hemos llamado: «una república corporativa-burocrática» y que hoy en día ha convertido «al partido» en una autocracia, y el Estado en un modelo corporativo de mando que ha defalcado sus propios recursos y que mientras más habla de socialismo más lo burocratiza, más lo corrompe; tragedia secular de las izquierdas en el poder.
De todos esos debates salimos literalmente derrotados , quedando muchos de nosotr@s, gentes que no nacimos ayer y que alguna vaina hemos echado en este país, maguareando entre la callada resistencia local, la lucha frontal pero fragmentaria y una irreverencia intelectual que sirve al alma mas no al movimiento ya que no termina de toparse orgánicamente con él. De allí nos hemos ganado cualquier cantidad de detractores y criminalizaciones, igual que ustedes. Pero esto es lo menos importante y más natural dentro de la comidilla miserable que es como el mosquito y la picazón: inevitable. El problema es otro, es la pregunta existencial más recurrente que aparece en estos momentos de «apartheid»: ¿tendrá sentido todo esto?, y cuando veíamos en persona la sangre vertida por seres tan esplendorosos y ejemplares como Sabino Romero o Argenis Vásquez, fenómeno que no para, ahora son hasta masacres a colectivos -Quinta Crespo-, y que se hunde una y otra vez en la misma impunidad, todavía más.
Para no extender mucho la cosa, cuando leí esas conclusiones que dirigen una crítica frontal a la dirección del PSUV, siendo ustedes de ese partido, viendo en ese seminario congregadas personas con quien tenemos muchas diferencias como es el caso del grupo Garibaldi (Navarro, Osorio), pero que reconocemos su calidad personal e intelectual, o Fredy Gutierrez, o la incorporación a sus filas de hombres como Nicmer Evans, y otros que no conozco, entonces digo lo mismo que sentí cuando Chávez lanzó ese impredecible y último «Golpe de Timón»: ¡carajo, esta pelea no ha sido en vano!, de muchos y muchas que están en lo más hondo de este pueblo y no solo este catire anarcoide. La verdad efectivamente ¡es siempre revolucionaria!.
Muy satisfecho entonces, viendo como esa «rebelión antiburocrática» que propagandizamos desde el año 2005 (hasta saqué un libro al respecto, «Rebelión en Proceso») se pueda empezar a concretar, de acuerdo a sus tesis tácticas, dentro del principal partido de este país. Siendo ustedes, gentes probas, herman@s, luchador@s quienes la animan a integrarse de manera organizada y definiendo bien los objetivos comunes y no cualquier oportunista o infiltrado (que no se asombren pero la «línea-sapo» ya los van a acusar de tal, y además ¡de la CIA!, he oído preparaciones de campaña por ese lado, mosca pues).
Ahora bien, así como anima el pequeño pero importante paso que están dando, también hay cosas que nos preocupan y que tratamos en la última reunión de la «asamblea de militantes» que hicimos. Se trata por un lado que no les pase como a un perrito callejero frente a mi casa, muy juguetón y simpático pero una «ladilla china» en la noche, ladraba solo hasta por horas. Noches atrás vino un tipo en la madrugada con una pistola y lo mató: «muerto el perro, se acabó la sarna», como dicen. ¡Mosca igual por su vida y se eso se lo decimos de frente hermanos!, sobran las razones. Pero no es solo la muerte física lo que advertimos, es también la muerte política del esfuerzo.
Ustedes apuestan como militantes del PSUV, en principio a la continuidad en el poder de este partido, que en este caso representaría al conjunto del chavismo y la revolución bolivariana. Pero esa apuesta está condicionada por lo que ustedes declaran: a que se produzca, se reconozca y se legitime la rebelión, sin dividir la estructura. Acuérdense lo que le ha pasado en este país a todas esas iniciativas importantes que han tratado de darle el vuelco a un partido popular, de identidad inicial nacionalista y antimperialista, en el poder como lo fue Acción Democrática en los años 60. El MIR, el PRIN, el MEP, cada uno en su característica quiso voltearle la torta desde adentro a la dirección impuesta y traidora, generando una rebelión interna que inevitablemente luego los llevó a dividirse. A la final por causas muy distintas, terminaron siendo esfuerzos inútiles. Pero de eso también podemos contar infinidad de esfuerzos internacionales, dentro de partidos socialistas y comunistas en el poder o muy importantes, ¡o la tragedia de Trotsky dentro del PCUS!, personaje histórico muy afecto a muchos de ustedes.
Ojalá sean ustedes y no nosotros los que tengan la razón, en cuanto a la posibilidad de derrotar una dirección autocrática dentro del partido y en el poder, e imponer la línea democrática-radical que se extendería sobre el quehacer de gobierno, a lo cual incitan en el seminario. Nosotros de «entrismo» y líneas tácticas dentro de partidos, somos unos burros, no sabemos nada, y por tanto nada tenemos que recomendar en ese sentido. Pero sí hay algo que podríamos aportar menos táctico: las estructuras políticas de partido una vez creadas y mimetizadas a la burocracia de gobierno, se cierran sobre ellas y encuentran su caudal militante en esa misma burocracia o gentes anexas a ella mediante el clientelismo político. Generar una «rebelión interna» dentro de estos partidos por lo general termina siendo una «fuga lateral», que atrae lo más noble que queda en él pero se queda aislado sin masa real o muy precaria. Eso forza la ruptura -o la expulsión- que a su vez, si no cuenta con un «otro» más allá del partido, si no se funde con el verdadero «pueblo en lucha», sus movimientos, sus movilizaciones, sus razones que no tienen nada que ver con vanguardias o partidos, la capacidad de desacreditación o de represión de esta estructura partido-gobierno, hace que el esfuerzo se desmorone. No vemos en ese sentido una estrategia clara como antídoto estratégico a este ciclo inevitable de las divisiones dentro de un partido-gobierno, con todas las razones del mundo pero sin estrategia de fuerza.
Ustedes hablan en su seminario, de que si no se produce esta «revolución democrática» dentro del partido habrá que empezar a generar una nueva vanguardia, ir a la división entonces y promover un nuevo partido me imagino que se parezca mucho más a lo que se vendió a la hora de constituir el PSUV. Compañeros me disculpan pero eso me parece muy superficial y voluntarista. Ustedes apuestan a la unidad del «pueblo bolivariano» sobre una estructura de partido fuera del PSUV, que incluso podría como vanguardia ir a la lucha directa por el poder. Todas estas consideraciones suenan bellas, pero donde esta el nuevo «Chávez» que lo haga, o un «Chávez colectivo» que salte insurrecto, es decir, ¡con que culo se sienta la cucaracha!.
En nuestro caso hasta nos parecería muy bueno si el PSUV pierde las elecciones parlamentarias, no vamos a hacer ninguna campaña por eso pero no estaría mal, «pa lo mal que estamos» y que ustedes y sus trabajos publicados han sido los primeros en constatar, eso le vendría muy bien a este proceso. Llevaría a reanimar muchas cosas, a cuestionar a fondo otras con eco en toda la sociedad y no solo las redes de opinión, un gran reto frente al desafío que representaría el desespero de masas envalentonadas venidas de la clase media hacia arriba por derribar a Nicolás a la fuerza o por referéndum: la venganza histórica. Esto sería un golpe despertador que obligaría a reanimar no un partido sino las bases clasistas de la revolución bolivariana, el pueblo que realmente la necesita y que van mucho más allá del chavismo incluso y por tanto del gobierno.
Pero nosotros regados, estamos en «otra política»: insurgencia-dualidad de poderes. Mientras que ustedes apuestan a la continuidad del esquema gobierno-partido-masas, bajo el chavismo. Apuestan a la victoria electoral dándole continuidad a estos 15 años, y esta tesis de la «nueva vanguardia» dicha en el aire para ese cometido, ojala tengan todo a suerte, pero es de más que vaga, hasta podría darle la razón a muchos que quisieran acusarlos de simples divisionistas, desacreditándolos en el sentido común de las cosas.
Considero finalmente, dentro de la fraternidad que nos une, que no hay duda que hay una tarea urgente y derrotar el autocratismo, ir a un esquema de gobierno abierto al pueblo, construyendo un poder obrero y popular que sea capaz de «tomar el poder», equivalente a «pulverizar el estado burgués». Tiene que haber justicia frente a la sangre derramada y la cantidad de corruptos en las filas del gobierno y la burguesía que han desfalcado este país. Tiene que reanimarse una verdadera estrategia de soberanía perdida entre corporaciones y políticas que han acabado la producción nacional en pro de un populismo clientelar y el trabajo improductivo y totalmente des-socializado. Si en cosas como estas muchos y muchas podemos estar de acuerdo, y ustedes se han convertido en un pequeño faro de la rebelión.
Entonces: ¡Échenle bola!, no esperen lo que se les diga en contra ni de garantizar nada dentro del esquema de poder que solo Chávez pudo mantener (y la rebelión del 13 de Abril). Vamos a ayudar a nuestro pueblo a mover la sangre insurrecta bolivariana de nuevo. No esperen construir «nuevas vanguardias» fijas en un partido o estructura, que esta revolución es y siempre vino de abajo, sus vanguardias reales que nunca han sido cofrecitos del PSUV, están articuladas bajo otra lógica que no es la del partido tradicional, y son las que en definitiva mantienen este sueño vivo. Pueblo que es impredecible como los huracanes del caribe y en estos momentos si no hay ese salto en caliente, bajo el frío y demagogo maquillaje de candidatos despotricando del enemigo, no por culpa nuestra, por culpa de ellos-ellas y solo de ellos, van a perder las elecciones parlamentarias. Pero van a quedar gentes como ustedes dentro de la AN y eso está bien. No le paren al chantaje pero vayan a la lucha real y significativa que eso generará el verdadero referente. Toda revuelta es buena como decía Mao pero cuando hay estrategia. Y no es el partido Psuv quien necesita un sacudón es la revolución que asumió el pueblo como suya y de la cual cada día se habla menos en ese mismo pueblo. Verse a sí misma y reencontrar su brío, desechos entre tanto golpe trapero, tanta mentira, tanto traidor.
Saludos militantes
Roland Denis