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La prensa extranjera contra el presidente Lula

Chantal Rayes entrampada en Sao Paulo

Fuentes: Rebelión

Fue por la más pura de las casualidades que con tan solo 24 horas de diferencia le Monde y Libération redactaron prácticamente el mismo artículo (1) bajo un ángulo que no era tan obvio a priori. Pues para hablarnos de la vuelta de Presidente Zelaya a Honduras, Jean-Pierre Langellier (Le Monde, 2 de octubre) seguido […]

Fue por la más pura de las casualidades que con tan solo 24 horas de diferencia le Monde y Libération redactaron prácticamente el mismo artículo (1) bajo un ángulo que no era tan obvio a priori. Pues para hablarnos de la vuelta de Presidente Zelaya a Honduras, Jean-Pierre Langellier (Le Monde, 2 de octubre) seguido por Chantal Rayes (Liberation, 3 de octubre) eligen ambos… la campaña de la élite brasileña contra el Presidente Lula. (2)

Rayes y Langellier cultivan un sentido agudo del pluralismo. Sus fuentes son los grandes medios de comunicación brasileños en manos de grandes grupos económicos y esa élite intelectual que nunca perdonarán a Lula su tufo de alquitrán de ex sindicalista de la metalurgia. Ayer su crimen era ser «financiado por las FARC, Fidel Castro, Hugo Chávez». Hoy, el de salir de la órbita militar norteamericana al comprar aviones Rafale a Francia. O de apoyar más allá de toda retórica la vuelta de la democracia a Honduras. Jammal Makhoul, de la Escuela de Ciencias Sociales de la «Pontificia» (Sao Paulo) analizó los 204 números de la revista Veja de 2003 a 2006, concluyendo que esta llevó a cabo una verdadera estrategia de desestabilización (3). Los triunfos electorales y la fuerte popularidad de Lula da Silva comprueban en cambio la capacidad que tiene un pueblo para resistir a los golpes mediáticos. Como en Honduras.

En Brasil estos «medios de comunicación» criminalizan los movimientos sociales como el de los «trabajadores rurales sin tierra» y crean cada día un clima propicio para la represión (4). Hacer creer que la opinión pública brasileña se identifica con las campañas de ultraderecha de Veja ya es sorprendente por parte de «corresponsales locales». ¿Chantal Rayes no habrá visto nada, pues, de las movilizaciones de los principales movimientos sociales y sindicatos del país (MST, CUT) en Sao Paulo en apoyo a la vuelta de Zelaya? ¿Ignorará que la Presidente de la Asociación de los Brasileños en Honduras denunció las amenazas diarias sufridas desde que los diplomáticos de su país ayudan al Presidente Zelaya? La corresponsal de Liberation, eso si, pasó con total éxito la prueba de admisión en el «Partido de la Prensa y del Dinero». Desde luego quiere convencernos que fue… Lula quien cometió el golpe en Honduras: «Los partidarios de Lula tomaron el control de la embajada. Un periodista de la Folha de São Paulo tuvo que someterse a un control de pasaporte efectuado por un militante encapuchado en la puerta de la embajada de su propio país».

¡Qué insolencia desde luego por parte del equipo que protege a Zelaya, la de atreverse a chequear los papeles de un periodista en la puerta de una embajada con los teléfonos pinchados, cercada por la policía y el ejército, sitiada día y noche por snipers, espiada desde miradores, y contra la cual se usaron sistemas sonoros y químicos desde el primer día! ¿Si Rayes se siente indignada por el «encapuchado» que se atrevió a chequear el pasaporte de un periodista, se supone que va a protestar con mayor fuerza contra el golpe mediático que desde hace tres meses silencia las centenares de detenciones, asesinatos, torturas y desapariciones, o contra el cierre por el golpistas, el 28 de septiembre, de los dos últimos medios de comunicación que no apoyaban sus exacciones – Radio Globo y el Canal 36 de televisión? ¿O contra los múltiples obstáculos puestos a la labor de los periodistas de Telesur? Rayes no dice una sola palabra al respecto.

Atrincherada detrás de un muy condecorado miembro de la élite intelectual brasileña, José Augusto Guilhon Albuquerque, Chantal Rayes se siente más inspirada. «El problema no consiste en albergar a Zelaya sino en permitirle hacer de nuestra embajada la sede de un Gobierno rebelde (sic) y eso, en el momento en que la tensión comenzaba a bajar (resic)». ¿»… a bajar»? Le Monde dice lo mismo: «En Honduras, la vuelta clandestina del Presidente caído atiza las tensiones». «¿Será que nos quieren decir -pregunta Maurice Lemoine, Redactor jefe del Mundo Diplomático– que las «tensiones» se habían reducido, después del golpe y de la expulsión del Presidente Manuel Zelaya, el pasado 28 de junio? Desde aquel día, mientras el Frente nacional de resistencia ha estado llevando a cabo poderosas movilizaciones populares, nunca se dejó de reprimir a la población, a sabiendas de todos – pero sin conmover demasiado los medios de comunicación. Desactivados al final de los años ochenta, los escuadrones de la muerte difundieron una lista de ciento veinte sindicalistas para desaparecer.» (5)

Pero Chantal Rayes no ha terminado aun su demostración a base de citas: «Con esta línea, Brasilia se descalificó como mediador, destacan los «observadores. » (sic) «Lula creyó reforzar la posición de Brasil en el escenario internacional pero ocurrió todo lo contrario, añade el politólogo Jorge Zaverucha. Cayo en el juego de Hugo Chávez.»

Por fin, soltaron el nombre. No lo olvidemos: la sección francesa del Partido de la Prensa y del Dinero aceptó desde un principio los argumentos de los golpistas: «la culpa es de Chávez». Al fin y al cabo, ¿no logró la junta chilena salvar a Chile de las garras del Komintern? Chantal Rayes repite dócilmente la canción golpista: «El Presidente venezolano había logrado, a golpes de petrodólares, convertir a Zelaya, un terrateniente derechista, en partidario de su «revolución bolivariana».

¿Desconoce» Rayes el hecho que Manuel Zelaya, al igual que otros mandatarios centroamericanos y del Caribe, buscó primero la ayuda donde podía, en el FMI, o en los mismos Estados Unidos? ¿Desconoce la «periodista» el que junto con Haití y Nicaragua, Honduras es uno de los países más pobres de la región? ¿Y que al contrario de las «ayudas» vinculadas a paquetes neoliberales que siempre afectan a los pobres, los programas de cooperación en sectores tales como la agricultura, energía, salud o educación ofrecidos por Venezuela se basan en el principio de la solidaridad latinoamericana, sin contrapartidas políticas? Bill Clinton acaba de saludar en tal sentido la ayuda de Venezuela y de Cuba al pueblo haitiano. (6)

Seguramente, para Chantal Rayes, la realidad de América Latina no puede moverse sino bajo el efecto de causas externas. Al reducir las reformas emprendidas por Zelaya para sacar paulatinamente a su país de la miseria, a una «conversión por los petrodólares de Chavez» ella recicla la «teoría de la conspiración» de las élites conservadoras. Pero el pueblo de Honduras, ayer invisible, comenzó, como en otras partes de América Latina, a levantar la cabeza.

La señora Sandra Tercero, del sector El Pedregal al sur de Tegucigalpa, una de las quince barriadas visitadas por los equipos de reporteros internacionales el 8 de octubre, destacó, que «al presidente Manuel Zelaya, no lo sacaron por la cuarta urna, lo sacaron porque con las nuevas propuestas del aumento del salario mínimo de 3.200 lempiras (moneda local) a 5.500 lempiras, equivalentes a unos 300 $, eso afectó directamente al sector empresarial. Eso es lo que les molesta a los golpistas, las mejoras sociales a los sectores más deprimidos de Honduras». Tercero menciona «los bonos a las mujeres, a los de la tercera edad, los bonos escolares, los bonos a las madres solteras, la matricula escolar, la atención en el sector salud, en el sector agrícola (..), en fin todos estos proyectos sociales, que cada día benefician más a los ciudadanos hondureños.» (7)

Si Rayes escuchará a la gente en lugar de la élite, entendería mejor la naturaleza de la contraofensiva que un empresariado apoyado por la School of Americas, ha reactivado en Honduras. Ya que este despertar colectivo, del cual los Morales, Chávez o Correa son la espuma, es peligrosamente contagioso para millones de latinoamericanos pobres.

Rechazo a la investigación social. Desprecio por el imperativo categórico de la movilización de los demócratas en contra de la vuelta de las torturas y de las desapariciones en América Latina. Aunque su artículo sea adornado por una foto de Reuters en la cual el enano Lula parece caer en los brazos del gigante Zelaya, ni siquiera se concederá a Chantal Rayes el don del análisis político.

Pues afirmar que Chávez forzó la mano de Lula para que éste ayude al Presidente Zelaya, o que Lula tenga que pasar por Chávez para planificar su política internacional, tan solo expresa una sólida ignorancia de las relaciones de fuerza actuales y de la estrategia a largo plazo de la primera potencia latinoamericana.

Notas :

(1) Jean-Pierre Langellier, «Lula cuestionado por su gestión de la crisis hondureña» : http://www.lemonde.fr/cgi-bin/ACHAT… Chantal Rayes, «Lula entrampado en Tegucigalpa» : http://www.liberation.fr/monde/0101… Transmitido par [ACRIMED]

(Véase también sobre Jean-Pierre Langellier : http://www.larevolucionvive.org.ve/… )

(2) La técnica no es nueva. El Sr. Sabot, corresponsal de le Monde en Managua, expresaba sus opiniones sobre Honduras a través de la Prensa, calificada por él como «principal periódico de Nicaragua» pero sin decirnos que se trata sobre todo del «más reaccionario»… Véase : http://www.vive-fr.org/blog/index.p…

(3) Véase : http://mandioca.wordpress.com/2008/…

(4) Véase : http://blog.zequinhabarreto.org.br/…

(5) Véase de Maurice Lemoine, «Bras de fer explosif au Honduras«, la valise diplomatique du 23 septembre, http://www.monde-diplomatique.fr/ca…

(6) Véase : http://www.larevolucionvive.org.ve/…

(7) Véase : http://www.larevolucionvive.org.ve/…

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente original: http://www.larevolucionvive.org.ve/spip.php?article405