Los banqueros venezonalos están en un aprieto. Hasta ahora había sido el Gobierno de Chávez el que se había encargado de regular la actividad crediticia a través de las carteras obligatorias y las tasas preferenciales. La agricultura, el turismo, los microcréditos y la vivienda, todos estos sectores se benefician de la generosidad forzosa de las […]
Los banqueros venezonalos están en un aprieto. Hasta ahora había sido el Gobierno de Chávez el que se había encargado de regular la actividad crediticia a través de las carteras obligatorias y las tasas preferenciales. La agricultura, el turismo, los microcréditos y la vivienda, todos estos sectores se benefician de la generosidad forzosa de las entidades financieras. Pero faltan los pequeños y medianos industriales que también quieren su parte. Y se la han pedido directamente a los bancos. Algunas fuentes consultadas sugieren que tras la iniciativa de este grupo de empresarios está la mano de Chávez.
La presión sobre los bancos la está ejerciendo una pequeña agrupación de industriales denominada Empresarios por Venezuela (Empreven). Este grupo organizó la pasada semana una protesta insólita delante de la sede de la Asociación Bancaria de Venezuela (Asoban). Nunca antes los empresarios habían organizado una protesta similar ante la sede de otra organización empresarial, en esta ocasión bancaria.
Esta protesta fue la culminación de varios meses de peregrinar por las estancias oficiales en busca de que alguien escuchara sus demandas. Según algunas fuentes, los representantes de Empreven llegaron a reunirse con las autoridades de la Superintendencia Bancaria para pedirles su apoyo frente a los banqueros.
Los banqueros conceden audiencia. Aparentemente, según estas fuentes, no lo consiguieron y, por ese motivo iniciaron las presiones contra las entidades financieras, unas movilizaciones que dieron su fruto esta semana cuando miembros de Asoban recibieron a los representantes de esta organización empresarial. En ese encuentro, al que no asistió el presidente de la patronal bancaria, Víctor Vargas, por encontrarse fuera de Venezuela, entregaron un documento con su retahíla de peticiones.
Quiere que los tipos de interés que se aplican a los préstamos que se conceden a los pequeños y medianos empresarios se reduzcan del 25% al 12%. Estos créditos normalmente se conceden bajo la modalidad de microcréditos, los únicos de la cartera obligatoria cuyos tipos de interés no están regulados por el Gobierno. Además, exigen que los plazos se amplíen desde los dos años hasta los cinco, que se acepten garantías a través de un fiador solidario o del Fondo para las Operaciones en el Exterior de la Pequeña y Mediana Empresa (Fonpyme) y que, en general, se flexibilicen las condiciones de los préstamos concedidos a los pequeños empresarios.
Las peticiones no pueden estar más claras. Y sorprendentemente, y a pesar de las constantes quejas del sector por la intervención del Gobierno en la actividad financiera, los banqueros han aceptado escuchar sus demandas. De hecho, hoy mismo en la sede de Asoban está previsto que se instale una serie de mesas técnicas en la que los empresarios entregarán los expedientes de solicitud de crédito que serán remitidos a las entidades correspondientes para luego dar una respuesta a las empresas y cooperativas solicitantes del préstamo.
Una buena actitud y un rumor. La buena actitud de los banqueros puede que tenga que ver con un rumor que en el sector es ya casi una certeza. Chávez va a establecer una nueva cartera de créditos obligatorios para la pequeña y mediana industria. Y es muy probable que imponga también una tasa preferencial en caso de que no exista acuerdo entre las partes. O incluso con él.
Es más, Empreven podría ser la avanzadilla de la ofensiva del Gobierno para conseguir que los bancos, muchos de ellos de capital extranjero como los españoles BBVA o Santander, sean más generosos con los pequeños y medianos empresarios venezolanos.
Una fuente próxima a la dirección de la Confederación de Industriales Venezolanos (Conindustria) ha explicado a Americaeconomica.com que Empreven es una organización cuya creación estimuló el Gobierno de Chávez para hacer contrapeso a las organizaciones venezolanas del sector empresarial en la rama industrial, entre las que se encuentran la mencionada Conindustria y Fedeindustria, que congrega a los pequeños y medianos empresarios. En el sector bancario se especula incluso con la posibilidad de que Chávez financie a estos empresarios de Empreven. Pero son sólo rumores.
Empreven y Chávez. Lo que sí es cierto es que el presidente de esta organización, Alejandro Úzcategui, está en buena sintonía con el presidente venezolano. Empreven surgió en medio del paro cívico que paralizó Venezuela en diciembre de 2002. Sólo un mes antes, Úzcategui hizo unas declaraciones públicas advirtiendo que el paro convocado por la Coordinadora Democrática, la Confederación Venezonala de Trabajadores (CTV) y Fedecámaras era ilegal por no contar con el respaldo de la mayoría del sector privado. En ese momento, el presidente de Empreven contó con el respaldo explícito de Chávez y de su partido, el Movimiento Quinta República (MVR), para que la organización iniciara el diálogo con el resto de organizaciones empresariales con el objetivo de desconvocar el paro. No lo consiguieron.
La huelga patronal se produjo y tras varios meses de caos en Venezuela, en abril de 2002 el entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, dio un golpe de Estado, disolvió las Cortes y se puso al frente de un Gobierno de transición cívico-militar. Chávez recuperó el poder 24 horas más tarde con ayuda de una gran masa de seguidores que salió a las calles a exigir su vuelta y la dimisión de Carmona.
En este contexto nació Empreven. Pero los bancos no sólo están pendientes de lo que ocurra con los créditos a los pequeños y medianos industriales del país. Hay otro frente abierto, el de la cartera del turismo. Esta misma semana, los empresarios de este sector hicieron unas declaraciones que pueden dar alguna pista. Manifestaron con gran júbilo y alborozo que estaban muy satisfechos con los resultados de la cartera obligatoria que las entidades destinan al turismo (2,5% de los créditos totales). Los medios oficiales se encargaron de resaltar la alegría de las empresas turísticas.
El turismo y los bancos. Quizá también se está preparando el terreno para el incremento del porcentaje de la cartera que los bancos destinan a este sector. Los banqueros están convencidos de que este aumento se decretará en breve en el marco de la nueva Ley General de Bancos. Una decisión que da una muestra del empeño que tiene Chávez en convertir la industria turística en el motor de la economía venezolana, un proyecto que anunció el entonces ministro de la Producción venezolana, Wilmar Castro, en Madrid a finales de 2004. Hoy Castro es ministro de Turismo.
Si se confirma que Chávez decreta el aumento forzoso del crédito al turismo y la inclusión de nuevas obligaciones a petición de un sector de la pequeña y mediana industria, la cartera obligatoria de los bancos podría llegar a representar el 40% del total desde el 31,5% actual. Algo que a los bancos en Venezuela no les impide ganar dinero. Según datos de la consultora SoftLine, entre julio y septiembre de 2005, el conjunto de las entidades financieras del país obtuvieron un beneficio neto de 704.890 millones de bolívares (273 millones de euros), un 33,6% más que en el mismo periodo del año anterior.