Hugo Chávez fue reelecto presidente de Venezuela con 61 por ciento de votos frente a 38 por ciento del opositor Manuel Rosales, quien admitió su derrota, y de inmediato el mandatario anunció el comienzo de una era signada por el socialismo.
Escrutadas 78,31 por ciento de las 33.000 mesas de votación, Chávez logró 5.936.141 sufragios (61,35 por ciento) frente a 3.715.292 de Rosales (38,39 por ciento), anunció la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
Rosales dio la cara en el comando opositor y declaró: «No puedo mentir. Reconocemos que, aunque el margen es más estrecho que el anunciado por el CNE, hoy nos vencieron, pero seguiremos en la lucha en las calles, defendiendo la libertad y la democracia».
Chávez se asomó apenas se anunció el resultado oficial parcial al «balcón del pueblo» en el palacio de gobierno, donde miles de enfervorizados seguidores desafiaban la lluvia para aclamarlo, y anunció que «éste es un punto de partida en la vía venezolana al socialismo».
«Comienza una nueva era dentro del proyecto de desarrollo nacional bolivariano, y la idea fuerza fundamental, estratégica, es la profundización de la revolución, de la democracia revolucionaria», clamó.
Repetidamente evocó a «Cristo Redentor» y a los próceres de la independencia de España de hace 200 años, al pedir «que nadie le tenga miedo al socialismo, porque el nuestro es fundamentalmente amor, humanidad, solidaridad, originario, indígena, cristiano y bolivariano: construyámoslo».
«Quienes votaron por mí, más del 60 por ciento de los venezolanos, lo hicieron por el proyecto socialista bolivariano, lo hicieron por ustedes, es el pueblo el que manda y así lo reconozco», dijo Chávez, «e incluso a quienes votaron por otra opción».
El presidente aseveró que «es sumamente positivo que las fuerzas de oposición se olviden de las trochas cortas, de las emboscadas traicioneras. Ojalá que demuestren comprensión de que la victoria bolivariana es contundente e inobjetable y se sumen a la construcción de una nueva Venezuela».
En el referendo sobre su mandato, en agosto de 2004, el mandatario se impuso con 59 por ciento de votos a favor frente a 41 por ciento en contra, pero la entonces Coordinadora de oposición desconoció el resultado y alegó fraude, aunque nunca pudo demostrar sus denuncias.
En la elección parlamentaria de un año atrás, los principales partidos de oposición, alegando falta de transparencia en el proceso, se retiraron a última hora de la competencia, y el oficialismo se adjudicó todos los 167 escaños de la Asamblea Nacional.
Rosales denunció ventajismo oficial durante la campaña que emprendió en agosto como abanderado de unos 40 grupos opositores y sostuvo que reconocería el resultado que anunciase el CNE si era producto de un proceso «limpio y transparente».
Durante la jornada del domingo hubo algunos retrasos en la instalación de las mesas, en el flujo de electores, e incidentes puntuales a la hora de cierre en algunos centros de voto, pero en general el proceso «transcurrió con normalidad», según los observadores de la Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos y el grupo local Ojo Electoral.
La abstención fue derrotada en el proceso, pues los votantes se volcaron masivamente a las urnas desde la madrugada, haciendo largas colas para sufragar. Una proyección de las cifras entregadas por el CNE indica que habrían votado al menos 12 de los 16 millones de empadronados, dos millones más que en el referendo de 2004