El presidente venezolano Hugo Chávez logró construir un espacio de integración en América Latina, a pesar de las dificultades con Colombia y Estados Unidos y la rivalidad con el poderoso Brasil. El fortalecimiento de la OPEP y su alianza con Rusia, China e Irán le permitieron a Venezuela romper con el alineamiento automático con Washington. […]
El presidente venezolano Hugo Chávez logró construir un espacio de integración en América Latina, a pesar de las dificultades con Colombia y Estados Unidos y la rivalidad con el poderoso Brasil. El fortalecimiento de la OPEP y su alianza con Rusia, China e Irán le permitieron a Venezuela romper con el alineamiento automático con Washington.
Las relaciones internacionales durante la presidencia de Hugo Chávez cambiaron no sólo la forma de hacer diplomacia en Venezuela, sino que también los objetivos fueron diferentes.
Chávez se distanció del neoliberalismo encarnado por el ex presidente Carlos Andrés Pérez y de la política pronorteamericana que caracterizó a la mayoría de los gobiernos latinoamericanos de la década del 90.
Por supuesto, en sus años de gobierno hubo vaivenes y hasta contradicciones en la forma de relacionarse con la región y el mundo, pero el contexto internacional fue muy cambiante y tuvo que adaptarse a las circunstancias que le tocaban.
CONSTRUCCIÓN DE UN LIDERAZGO REGIONAL
El gobierno de Chávez profundizó el modelo petrolero histórico de Venezuela, hasta tal punto que casi el 90 % de los ingresos provienen de las exportaciones de hidrocarburos. El alza de los precios del crudo le permitió a Chávez incrementar su influencia energética hacia otros países latinoamericanos y del Caribe a través de la creación de Petrocaribe, Petrosur y Petroandina.
Venezuela intercambió hidrocarburos por materias y recursos humanos faltantes como por ejemplo médicos y maestros que le aportó Cuba, astilleros, insumos industriales, alimentos y productos mineros procedentes de otros países de la región.
Aprovechando un vacío dejado por Estados Unidos y su lucha contra el terror en Medio Oriente y Asia, Chávez creó el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América) y lideró un bloque de varios países que eran afines a sus intereses, como por ejemplo Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y otros países caribeños, que fueron beneficiados con el petróleo venezolano a precios inferiores a los del mercado, a cambio de una alineación con las políticas venezolanas.
En tanto, la UNASUR fue otro de los logros que Chávez impulsó con varios países de la región para lograr una mayor integración y la resolución de conflictos internos sin la desprestigiada injerencia de la OEA. El ingreso al Mercosur, trabado por el Parlamento paraguayo, que dio un golpe express contra Fernando Lugo y que defiende los intereses de los terratenientes, fue otro elemento positivo para el bloque y para Venezuela.
Además, la creación de Telesur, fue un espacio televisivo alternativo para disputarle a la CNN el monopolio de la comunicación en la región.
RELACIONES AMBIVALENTES CON BRASIL
Sin embargo, esta construcción del liderazgo se vio opacada por el crecimiento económico y geopolítico de Brasil. A pesar de las múltiples diferencias, Washington depositó en Brasilia la confianza para no perder América Latina a manos de Chávez y su política abiertamente hostil hacia Estados Unidos.
Las fricciones con Brasil se registraron principalmente por los préstamos del BNDES (Banco de Desarrollo de Brasil), el cuestionable accionar de algunas compañías brasileñas en países del ALBA y el expansionismo económico brasilero en el continente.
Aunque ambos países coincidieron en varios puntos, como por ejemplo el acercamiento a Irán, los múltiples acuerdos con Rusia y China, la creación del Banco del Sur y la contribución al fracaso del ALCA, el área de Libre Comercio continental que propiciaba el ex presidente norteamericano, George W. Bush.
El Gasoducto del Sur fue otro de los proyectos que Chávez planeó con el ex presidente brasileño Lula da Silva, el ex mandatario argentino Néstor Kirchner y el líder boliviano, Evo Morales. Pero, Chávez reconoció en 2007 que el proyecto estaba estancado y que las trabas en la infraestructura y en las inversiones lo demorarían por lo menos dos décadas.
La injerencia de Chávez en la política latinoamericana fue pujante. Un ejemplo fue su intromisión en la campaña electoral peruana de 2006 a favor de Ollanta Humala. Este hecho fue uno de los principales motivos por lo que los peruanos rechazaron al candidato. Aunque, su mutuo alejamiento público permitió que en 2011 Humala accediera a la presidencia.
CONFLICTOS CON COLOMBIA
La fructífera relación comercial con Colombia comenzó a deteriorarse en 2002, durante la presidencia de Andrés Pastrana, ya que Chávez acusó a Bogotá de asilar a dos instigadores del fallido golpe contra el presidente venezolano el 11 de abril de ese año. Por otra parte, Colombia acusó a Chávez de apoyar a la guerrilla FARC.
La captura en territorio venezolano, en 2005, de un miembro de la guerrilla, Rodrigo Granda, ahondó la crisis, ya que Chávez acusó al gobierno del presidente Álvaro Uribe de violar las fronteras.
Luego, en 2007 la exclusión abrupta de la mediación de Chávez para la liberación de la secuestrada Ingrid Betancourt causó la ira del presidente venezolano, que creció en marzo de 2008 con el bombardeo del Ejército colombiano a una base de las FARC situada en Ecuador, y en el que murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes.
En tanto, el comercio se vio interrumpido, perjudicando a ambos países. Pero, a mediados de 2010 la ruptura de las relaciones se hizo efectiva cuando Uribe aportó supuestas pruebas de la protección de Chávez a las FARC basándose en archivos encontrados en la computadora secuestrada a Reyes.
Recién a fines de 2010, con la asunción de Juan Manuel Santos como presidente colombiano, la búsqueda mutua del diálogo y la captura por parte de Venezuela de varios integrantes de las FARC, la confianza y las relaciones se restablecieron.
RELACIONES CON ESTADOS UNIDOS
A pesar de la retórica antiimperialista de Chávez, la empresa petrolera venezolana PDVSA es dueña del 10 % de las estaciones de servicio en Estados Unidos, mientras que Caracas es el quinto suministrador del petróleo que Washington importa.
Varias veces insultó públicamente al ex presidente Bush y rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 2008 al solidarizarse con Bolivia, que había echado al embajador norteamericano en La Paz.
Luego del mandato de Bush, el diálogo con el nuevo presidente, Barack Omaba, pareció retomarse. Aunque, el golpe en Honduras de 2009 y la política norteamericana hacia América Latina, que no varió sustancialmente con el nuevo presidente, disparó críticas de parte de Chávez. Pero, las relaciones económicas bilaterales no se vieron perjudicadas.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Luego del intento de golpe de abril de 2002, Chávez se volvió más agresivo con Estados Unidos y con el gobierno español de José María Aznar, a quienes acusó de apoyar la conspiración.
Sin embargo, logró restablecer relaciones cordiales con la España de Zapatero y se reconcilió con el Rey Juan Carlos, luego de la famosa frase pronunciada por el monarca «¿Por qué no te callas» en un foro internacional.
El petróleo espeso, y poco común, presente en la Franja de Orinoco le permitió a Chávez convertirse en un actor de peso dentro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). El descubrimiento en 2011 de nuevos yacimientos posicionó a Venezuela como el país con mayor cantidad de crudo, pero debido a la incompleta infraestructura no llegó a convertirse en el principal exportador.
La crisis financiera iniciada en 2008 fue un golpe duro para la economía venezolana, dado que el barril de petróleo llegó a bajar hasta los 60 dólares, aunque luego progresivamente fue incrementando su valor.
En tanto, las alianzas energéticas y militares con Rusia y China le permitieron a Chávez crear un espacio alternativo a dónde vender sus productos petroleros y por otro lado, accedió a armarse y a pedir créditos de países emergentes y no de los tradicionales organismos multilaterales.
Con Rusia, Venezuela firmó un contrato de los 4.400 millones de dólares en armamentos y fue considerado un país estratégico para Moscú, en contrapartida del apoyo norteamericano a Georgia en la guerra contra el gigante euroasiático.
Con Irán mantuvo un estrecho acercamiento a pesar de las críticas de Israel y Estados Unidos. Teherán es el país musulmán con mayor inversión en Venezuela y ha instalado empresas ensambladoras de automóviles en el país.
La presencia de PDVSA en África se fue expandiendo con el tiempo, lo que demuestra la visión de proyección internacional que tuvo Chávez y que incrementó a partir de 2002.
Su política exterior controvertida, aplaudida por muchos y repudiada por otros permitió a Chávez revolucionar a Venezuela y situarla en una posición trascendente en América Latina y en el mundo. Aunque, los problemas con la caída del precio el crudo y la corrupción en PDVSA fueron los principales obstáculos de la política exterior basada en los ingresos de hidrocarburos.
Pero, al no existir una fuente energética que reemplace significativamente al petróleo en el mediano plazo, Venezuela continuará beneficiándose de los requerimientos energéticos regionales y mundiales.
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