En el ámbito estrictamente social hay sobradas razones para reconocer los importantes avances de la revolución venezolana que está siendo lideralizada por el Presidente Hugo Chávez Frías. Para 1998, la situación de pobreza dejada por los gobiernos de AD y COPEI estaba en un 49% de los hogares y de ese total; el 21% se […]
En el ámbito estrictamente social hay sobradas razones para reconocer los importantes avances de la revolución venezolana que está siendo lideralizada por el Presidente Hugo Chávez Frías. Para 1998, la situación de pobreza dejada por los gobiernos de AD y COPEI estaba en un 49% de los hogares y de ese total; el 21% se encontraba en situación de pobreza extrema. Pasado once años, el cuadro de pobreza cambio casi radicalmente, el 26,8% de los hogares son pobres y la pobreza extrema se redujo a 7,1%.
Los datos del PNUD también han confirmado que hoy, después de once años, Venezuela es un país con menores niveles de desigualdad. Para el 1998 el Coeficiente GINE era de 0,4865 y para el 2010 se ubicaba en 0,3898. La seguridad social se incrementó al pasar de 387.007 pensionados a 1.721.983 para el 2010. La seguridad social estuvo a punto de ser privatizada por una directriz emanada del «izquierdista» Teodoro Petkoff, quien (es bueno decirlo) tuvo un intensa campaña guerrillera en un jardín botánico de la UCV, que es área verde de una 3 hectáreas ubicada detrás de la Universidad Central de Venezuela.
En salud la diferencia es también sustantiva, aunque no podemos decir que está en el punto deseado. Durante cuarenta años, los gobiernos de AD y COPEI construyeron 5.077 establecimientos de salud y Chávez en once años ha construido 8.336. Algo parecido sucede en educación y especialmente en educación superior, porque las universidades públicas estaban ocupadas por jóvenes provenientes de los sectores privilegiados; la exclusión era dramática y actualmente, después de once años de gobierno, Venezuela es el segundo país de América Latina con más jóvenes en la universidad y el quinto del mundo.
En todo este hermoso proceso hay unos cuatros lunares que deberían ser objeto de una profunda revisión. Un primer lunar que debemos mirarlo con preocupación y ocuparnos de él, se concreta en el ámbito político y más particularmente en el área de dirección política: El Partido. El PSUV a pesar de ser un partido con más de seis millones de militantes, es una organización débil, porque su fuerza y su poder no está precisamente en la cantidad de militantes registrados sino en la capacidad de esa organización para imponer y seguir una direccionalidad. Hay mucha presencia de pueblo en eventos (marchas, mítines, asambleas), pero participación protagónica no es tanta como lo que se dice y desea. Los Consejos Comunales que son organizaciones comunitarias que reciben importantes aportes financieros para realizar proyectos es una muy buena iniciativa, pero dar recursos para realizar ciertas obras en las comunidades no es un hecho que conduzca a determinar que existe participación protagónica, simplemente se reparte de una mejor manera la renta petrolera, pero hay un vació de coordinación y contacto de trabajo entre los gobiernos locales y estos consejos comunales.
El PSUV como partido depende total y absolutamente del gobierno y eso es un elemento o aspecto que le transfiere a ese al primer lunar unas características particulares. Casi todos los miembros de la Dirección Nacional son Ministros, Diputados o dejaron de ser ministros hace poco y bajo esas condiciones no se ofrece un ambiente para evaluar nada y ajustar los procesos. Chávez casi decretó hace tres años las 3R (revisión, rectificación y reimpulso) y después del 26 septiembre decretó 3R al cuadrado más y aún esperamos por las rectificaciones de las primeras 3R. El segundo lunar lo deduzco de un trabajo realizado por un investigador con una importante producción de artículos científicos y cuyo nombre es Steve Ellner, quien muy recientemente publicó un trabajo en la Revistas Cuadernos del CENDES de la Universidad Central de Venezuela con el título: «La primera década del gobierno de Hugo Chávez» [i] y en una parte de este artículo expresa lo siguiente:
«El debate interno crítico entre los chavistas iniciado por la derrota del referéndum en 2007 inició una polémica dentro del movimiento que pudiera servir para contrarrestar la burocratización y la corrupción. Al mismo tiempo, sin embargo, el papel omnipresente de Chávez y la tendencia de los chavistas a depender de él para formular las posiciones oficiales desalientan el debate interno y la creación de mecanismos bien definidos y viables para la toma de decisiones» (Subrayado nuestro. Pág. 35)
El tercer lunar está alojado justo en el sector económico. Venezuela, la revolución y sus importantes avances en lo social continúan dependiendo de la renta petrolera y esto no desconoce el esfuerzo de Chávez para superar la economía de puerto y la dependencia alimentaria. En algunos rubros alimenticios se ha ampliado la producción, pero la cesta alimentaria básica escasea y genera malestar. Leí hace algún tiempo un libro de Carlos Matus [ii] en el cual el planteaba que una propuesta de gobierno es como el proceso que se da entre un ciclista y su bicicleta. El recorrido de la ruta depende de las fortalezas físicas del ciclista (liderazgo) y de las condiciones técnicas de la bicicleta. Tenemos fortaleza en el liderazgo, pero parece que la bicicleta que es el aparato administrativo no da mucho.
Un lunar que no deja de ser igualmente importante para el éxito del proceso, está alojado en la administraciones locales revolucionarias. Estas administraciones efectivamente toman distancia de las directrices que regularmente ofrece Chávez. Es poco probable que entre las 264 alcaldías «revolucionarias», ni una hasta el 2010, haya formulado su Plan Municipal de Desarrollo. No tienen plan y no hay una, cuyo presupuesto se haya formulado por la técnica de presupuesto por proyecto, que una orientación que ofreció Chávez como en el 2003 y para ello se incluyo en una ley. Chávez tiene entonces su talón de Aquiles y los venezolanos deseamos que no tenga la vulnerabilidad que tuvo Aquiles en su talón derecho.
[i] Este artículo puede verse en la Revista: Cuadernos del CENDES, Universidad Central de Venezuela N° 74, Mayo-Agosto 2010. Pagina Pág. 27 a la 50. Steve Ellner es Profesor Investigador de la Universidad de Oriente (UDO)
[ii] MATUS Carlos (2007) Los Tres Cinturones del Gobierno. Universidad Nacional de la Matanza. Buenos Aires.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.