La Revolución Bolivariana liderada por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías no es solamente importante para Venezuela y América Latina, sino también para Europa, ya que es el único proceso político en Occidente que ofrece una oposición revolucionaria, democrática y pacífica al detestado neoliberalismo con verdaderas posibilidades de éxito. Es curioso constatar que a pesar […]
La Revolución Bolivariana liderada por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías no es solamente importante para Venezuela y América Latina, sino también para Europa, ya que es el único proceso político en Occidente que ofrece una oposición revolucionaria, democrática y pacífica al detestado neoliberalismo con verdaderas posibilidades de éxito.
Es curioso constatar que a pesar de estas caracterísitcas la imagen pública de Chávez en Europa sea la de un caudillo autoritario y antidemocrático que amenza con desatar una ola de violencia en Latinoamérica. La discrepancia entre el Chávez real y la imagen de ese líder en la mente de los europeos es comparable a la discrepancia que hubo en los EE.UU inmediatamente antes de la invasión a Irak, cuando los estadounidenses creían que había un vínculo entre Sadam Hussein, Al-Qaida y los atentados del 11 de setiembre de 2001. En lo que respecta a Chávez, los europeos son mantenidos deliberadamente en la más profunda semiignorancia y lo que saben de él y de la revolución venezolana son verdades a medias (o sea, mentiras maliciosas), o mentiras descaradas.
Por eso, los activistas de los movimientos que pregonan que un mundo mejor es posible debemos salir a las calles a informar directamente al ciudadano lo que está ocurriendo en Venezuela para que conozca con información veraz y contundente al comandante Chávez cómo realmente es, y no como lo pintan. Debemos construir una red solidaria hacia el pueblo de Venezuela que combata la (des)información reinante. El ciudadano común europeo conoce solamente los aspectos más histriónicos e incluso agresivos del estilo retórico del presidente y la mayoría no lo comprende ni lo comparte, incluidas las personas más abiertas y tolerantes. Son justamente estas últimas a las que tenemos que llegar con nuestra movilización y sensibilizarlas. Porque la simpatía de ellas hacia el proceso venezolano, aún cuando ellas mismas no sean revolucionarias, es decisiva para volcar la imagen pública y hacerla favorable a la revolución socialista bolivariana. Como estas personas normalmente no se informan a través de los medios alternativos, son sistematicamente intoxicados por la campaña mediática existente, y de esa manera se está consiguiendo aislar el fenómeno chavista del resto del mundo para facilitar su destrucción.
A la Revolución Bolivariana, al contrario de la Revolución Cubana que contó con la adhesión de intelectuales europeos destacados y de gran influencia, le falta ese apoyo y sus enemigos aprovechan el rechazo viceral que el discurso combativo del comandante Chávez despierta en los ciudadanos europeos, acostumbrados a los modales «civilizados» utilizados por la democracia reformista burguesa y los zapateros de turno para desprestigiarlo.
En Alemania, lugar donde reside el autor de estas líneas, incluso la prensa izquierdista, como el TAZ, han informado de esta manera sobre el referendo:
TAZ (04.12.2007): «No al socialismo por decreto: En rara armonía sacudieron ayer Hugo Chávez y sus opositores políticos al electorado con cumplidos. Y con razón: Los venezolanos dieron muestras de madurez democrática y produjeron el mejor resultado posible al rechazar ajustadamente la reforma constitucional que dirigía su presidente. … Chávez mostró poco interés (en explicarla). En general animó sus discursos con los bien conocidos ataques contra el «imperio» y se refirió a conspiraciones supuestas y reales en los tonos más alarmistas. El distanciamiento de su colega colombiano Álvaro Uribe era comprensible en el caso, pero la presentó de una forma exagerada, al igual que su exigencia de que el rey de España se disculpara por la frase «¿Por qué no te callas?» que expresara en un ataque de rabia en la conferencia de Madrid. Queda la esperanza de que el reinante de Caracas hasta 2012 sepa interpretar correctamente el mensaje de la población: un socialismo del siglo 21 por decreto está tan condenado al fracaso como el socialismo de sus antecesores en el siglo XX. Pero por encima de todo, debe sacar las consecuencias (de su fracaso).»
Ese tono crítico del TAZ no se diferencia fundamentalmente de la opinión de la prensa tradicional alemana más o menos liberal. Pero esta última, además, no disimula su satisfacción por los resultados del referendum, así como no ocultó su preocupación cuando creyeron que el chavismo estaba ganando:
Spiegel (02.12.2007): «Los chavistas anuncian su victoria en el referéndum por la eternidad: El calculo de Hugo Chávez parece estar funcionando: El presidente de Venezuela convocó a su pueblo para que le otorgue más poder a su régimen. Según informes de algunos organismos del gobierno han ganado, y Chávez podría, de esa forma, gobernar eternamente. … Los críticos advierten que el jefe de Estado después de la victoria en el referéndum celebrado ambicionará a gobernar de por vida. También los EE.UU. ven ese peligro. «Un Hugo Chávez tan fuerte es un verdadero dolor de cabeza para la Casa Blanca,» dice Peter H. Smith, profesor de la Universidad de California y experto sobre América Latina. … La votación fue monitoreada por alrededor de 100 observadores electorales de 39 países. No fueron representados ni la Organización de los Estados Americanos (OEA) ni la Unión Europea. hen/gps/AP/dpa»
Die Zeit (03.12.2007 12:39): «Semi dictadura rechazada: Venezuela pasó su examen de madurez democrática. El jefe de Estado Hugo Chávez tuvo que reconocer este domingo su fracasó en el intento de reformar la Constitución para ampliar infinitamente su poder. El 51 % de los electores votaron en un referéndum en contra de la enmienda constitucional que la izquierda populista trató de establecer en el país con el «socialismo del siglo 21». La reforma constitucional socialista Chávez habría impuesto una especie de semi dictadura, cuya base habría sido una mezcla de la Cuba de Fidel Castro, el populismo peronista y el amplio antiamericanismo que existente en América Latina. Con sus planes de reforma Chávez se hubieran eliminado la autonomía del Banco Central y podría haber accedido directamente a las divisas del país, así como le hubiera otorgado poderes casi dictatoriales en el caso de una emergencia, que él mismo sin mayores obstáculos podría haber decretado, y que incluso estaba prevista.»(En una foto que acompaña la nota se puede leer: El reconocimiento de la derrota por el jefe de Estado Chávez es recibido con desconfianza en Venezuela y por muchos otros países de América del Sur)
Stern (30.11.2007): «Al borde de un Estado totalitario: Con su reforma constitucional el presidente Hugo Chávez quiere asegurar su poder para siempre». Con ese título y esas palabras se introduce un extenso reportaje al general Baduel, ministro de defensa hasta abril de este año, antiguo camarada de armas y cofundador junto a Chávez del MBR 200 (Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, donde 200 hace referecia a los 200 años del natalicio del Libertador Simón Bolivar), en 1982. Baduel, sin embargo, a partir de abril tomó distancia del proyecto chavista y de los postulados socialistas de la revolución. Desde entonces intenta ganarse las simpatías de la oposición subversiva golpista (hasta ahora sin mayor éxito), para tornarse en su lider, pero legalista.
Estos medios, que generan opinión pública, pues son leídos por los estratos informados de la población, son los responsables de que el referendo haya pasado prácticamente desapercibido en Alemania, desplazado primeramente por la cumbre de Annapolis ocurrida algunos días antes del 2 de diciembre, y posteriormente por las elecciones fraudulentas de Putin, que se llevaron a cabo en el mismo día del referendo venezolano. Lo que el ciudadano común informado por esos medios sabe es que en Venezuela hubo un referendo. Pero como él se informa sobretodo pasivamente (o sea nutriéndose activamente de los medios masivos tradicionales de comunicación, sin utilizar las posiblidades actuales que ofrece internet de recurrir a fuentes verdaderamente alternativas), la reforma constitucional y el referendo realizado, fueron para él o ella simplemente parte de un plan de un militar populista y ex-golpista para acrecentar su poder y perpetuarse indefinidamente en él. Que el referendo haya sido rechazado, en realidad lo tranquiliza, pues siente que de esa forma se evitó el surgimiento de un nuevo régimen socialista autoritario en América Latina, similar a los que se erigieron el siglo pasado en Europa, o como el que aún hoy subsiste en Cuba. Ya que Cuba, para el ciudadano medio es un país en el que aún hoy se continúan arrollando las libertades individuales y anulando los derechos políticos debido a la arbitrariedad del régimen, simplemente porque el socialismo real es así. El europeo identifica socialismo con comunismo, comunismo con falta de democracia y más allá con una ideología que demostradamente fracasó y felizmente desapareció de Europa juntamente con la desaparición del comunismo de Europa Oriental a fines del siglo pasado.
El ciudadano común europeo tampoco es capaz de distinguir entre Chávez y los gobernantes populistas autoritarios que periódicamente reaparecen en América Latina. Ni se da cuenta que no es válido comparar la revolución venezolana com la cubana, aunque la primera, efectivamente, se nutra en gran medida de las enseñanzas de esta ültima. Por desconocimiento de la historia latinoaméricana no percibe que la revolución venezolana, al contrario de la cubana, surge en un contexto histórico, sociopolítico y económico muy diferente. Sin pretender agotar esas diferencias, vale la pena destacar:
1) que la sociedad venezolana tiene una tradición democrática burguesa tan sólida como la que tenía el pueblo revolucionario de Chile en 1970 cuando llevó a Allende y la Unidad Popular al poder, y que las generaciones actuales en Venezuela desconocen lo que es vivir en dictadura. La población cubana de la Cuba de Batista, en cambio, había estado sometida a dictaduras o a gobiernos represivos autoritarios por décadas antes del triunfo de la revolución;
2) que Venezuela no es una isla a la que toda América Latina le de la espalda y tampoco está situada a sólo 150 millas de una Miami infestada de cubanos contrarevolucionarios organizados, así como tampoco es dependiente de exportaciones de azúcar o del carísimo dinero de alguna potencia extranjera (como fue el precio político que debió pagar Cuba por el dinero soviético para no sucumbir). Venezuela, además, no sufre ningún boicot económico ininterrumpido desde hace casi 50 años, sino que tiene muchos gobiernos amigos en la región y sus pueblos sumergidos la miran esperanzados. Muy por el contrario, Chávez cuenta con el control firme sobre del petróleo venezolano y se puede dar el lujo de financiar simultáneamente una revolución socialista en su país y de participar con cuantiosas inversiones en ambiciosos proyectos para la integración latinoamericana, sumando así, incluso, el apoyo expreso o de hecho de gobiernos que no le son afin ideológicamente;
3) que la revolución venezolana liderada por Chávez no es una revolución atea, como la cubana, sino cristiana y muy cercana al movimiento de la Teología de la Liberación, y reivindica expresamente las culturas indígenas autóctonas, lo cual hace que el pueblo venezolano se identifique más profunda y fácilmente con ella.
El chavismo es, pues, un proceso revolucionario original e inédito, que integra bajo un mismo manto la exitosa experiencia socialista revolucionaria cubana, y las enseñanzas de las fracasadas experiencias democráticas revolucionarias chilena y nicaragüense, así como la larguísima experiencia de lucha antiimperialista acumulada en Latinoamérica..
La revolución bolivariana ha conseguido en los casi 9 años de gobierno de Chávez importantes éxitos económicos, políticos y sociales, y a pesar del triunfo del NO en el referendo hasta ahora ha conseguido resistir con éxito la conspiración permanente de la oligarquía y la burguesía locales aliadas y protegidas del imperialismo estadounidense, sin necesidad de tener que apelar a medidas de excepción o de recortar los derechos ciudadanos y las libertades individuales. Justamente por ello, no deja de ser paradoxo que esa revolución, en una época en la que incluso los pueblos europeos desconfían de los Estados Unidos y son adversos al neoliberalismo, no logre despertar la simpatía de la opinión pública como cabría esperar, sino que, por el contrario, sea observada con desconfianza y a menudo, también, con animadversión.
No se pretende en este artículo profundizar más en las causas de ese fenómeno. Aquí sólo queremos señalarlo y llamar a la discusión sobre la necesidad de formar comites locales de solidaridad para que ocupen las calles de Europa con mesas de información a los pasantes y de esa forma resquebrajar la información maliciosa de los grandes medios de comunicación.
En Europa la izquierda aún no acabó de recuperarse de la dolorosa desilusión que le significó reconocer las monstruosas deformaciones del socialismo real y la posterior desaparición de la Unión Soviética y el Bloque del Este. Pero en América Latina, en gran medida gracias a Chávez que fue capaz en sus casi 9 años de gobierno democrático de desenterrar y reivindicar el concepto original y libertario del socialismo marxista y de fundirlo con los preceptos del cristianismo liberador, se habla ya de un nuevo socialismo, el Socialismo del Siglo 21, que avanza rápidamente y con mucha fuerza. Mientras que la población europea mira preocupada hacia el este y paralizada por el miedo al terrorismo árabe se deja despojar por el neoliberalismo, casi sin resistencia, uno tras otro de los derechos ciudadanos y las libertades individuales conquistadas en dos siglos de lucha, América Latina, liderada por Venezuela se está convirtiendo en un bastión antiimperialista y en el mayor peligro para los EE.UU., mucho más aún, que el declamado peligro iraní, porque en Venezuela la rebelión contra el capitalismo se está desarrollando por medios pacíficos, democráticos y respetuosos de la vida humana, y si esa experiencia continuara sumando exitos se extendería con mucha más velocidad que lo que ya está ocurriendo. Véase, por ejemplo, los procesos en Bolivia y en Ecuador.
Chávez es un hombre carismático que conquistaría al europeo si éste tuviera la posibilidad de conocer su obra y si pudiera verlo y escucharlo. En cambio hasta ahora sólo ha conocido la persona bruta, grosera y rídicula que le muestra la prensa del sistema. Aunque hoy nos parezca imposible, Chávez puede llegar a convertirse en un nuevo Che Guevara y llenar de impulsos renovados al movimiento antiglobalización, pues su proyecto es fácil de entender y de transmitir, y él ha dado repetidamente probadas muestras de conducta democrática y de generosidad hacia sus enemigos. Basta ver y oir algunos alguno de sus innumerables discursos para quedar hipnotizado por sus vastos conocimientos históricos, por los valores humanísitcos que transmite y por la gracia retórica y la autenticidad de sus anécdotas llenas de gran carga didáctica. Pero la la información maliciosa que le llega al público europeo ha conseguido, hasta ahora, engañarlo y sumirlo en la desconfianza.
Hoy en día encontramos mucha información valiosa y muchos análisis profundos sobre Venezuela en internet. Los pueblos de habla hispana pueden incluso ver y escuchar en vivo y en directo los acontecimientos relatados por los mismosm bolivarianos o por la oposición golpista. Pero el ciudadano medio europeo todavía no tiene el hábito de utilizar esos canales alternativos de información en la escala que sería necesaria para conocer la verdad sobre Venezuela y sobre Chávez.¿De qué sirve, entonces, tener la posibilidad de estar bien informado cuando no se la utiliza?. Es nuestro deber de activistas por un mundo mejor informar al público del fraude mediático a que está siendo sometido y abrirle los ojos a los intelectuales liberales europeos no revolucionarios pero influyentes para que ayuden a desmontar la campaña orquestada en contra del chavismo aprovenchando las posibilidades que tienen de acceder a los medios dominantes de (des)información.