Chávez reiteró su oferta de vender petróleo con facilidades de pago a comunidades pobres de Estados Unidos, país, dijo, que enfrenta una crisis energética por la caída de sus reservas petroleras. La propuesta la realizó en el contexto de una visita de tres días del activista de los derechos civiles estadounidense, Jesse Jackson. Por […]
Chávez reiteró su oferta de vender petróleo con facilidades de pago a comunidades pobres de Estados Unidos, país, dijo, que enfrenta una crisis energética por la caída de sus reservas petroleras. La propuesta la realizó en el contexto de una visita de tres días del activista de los derechos civiles estadounidense, Jesse Jackson.
Por su lado, Jackson comentó que la iniciativa de vender petróleo con descuento a comunidades de Estados Unidos es notable, pero que faltaría afinar detalles.
Chávez explicó que de los 670 mil barriles que refina en Estados Unidos la empresa venezolana Citgo, 10 por ciento podría destinarse a comunidades pobres.
Venezuela sigue siendo cuarto proveedor de petróleo de Estados Unidos, con 1.5 millones de barriles por día, y posee ocho refinerías en ese país y 14 mil gasolineras.
Además, posee las mayores reservas de crudo fuera de Medio Oriente, de 77 mil millones de barriles, y si son certificadas las reservas de petróleo pesado y extrapesado de la Faja del Orinoco, de 236 mil millones de barriles, detentará las mayores reservas del mundo.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se declaró dispuesto a mejorar las deterioradas relaciones con Estados Unidos
«Nunca perdemos la esperanza de que recuperemos el buen tono, el buen nivel racional, diplomático, político y desde el punto de vista comercial, económico» con Estados Unidos, afirmó Chávez la víspera junto a Jackson.
Las últimas escaramuzas verbales entre Washington y Caracas las desató el líder de la derecha cristiana estadunidense, pastor Pat Robertson, con una propuesta de magnicidio contra el mandatario venezolano.
Pero la verdadera controversia de los últimos meses se refiere a la actuación en Venezuela de la Agencia Antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés), suspendida por Caracas aduciendo espionaje y violación de las leyes del país.
Chávez se mostró también conciliador en este punto, al afirmar que «a pesar de las diferencias y las relaciones tirantes, estamos dispuestos a continuar trabajando con el gobierno de (George W.) Bush en la lucha contra las drogas».