A 11 años de su ascenso al poder, el presidente Hugo Chávez se mantiene hoy como el político más popular de Venezuela al punto de retar a una alebrestada oposición a realizarle un referendo revocatorio. Tras derrotar a la maquinaria electoral de derecha, Chávez asumió la Presidencia de la República el 2 de febrero de […]
A 11 años de su ascenso al poder, el presidente Hugo Chávez se mantiene hoy como el político más popular de Venezuela al punto de retar a una alebrestada oposición a realizarle un referendo revocatorio.
Tras derrotar a la maquinaria electoral de derecha, Chávez asumió la Presidencia de la República el 2 de febrero de 1999 al frente de un movimiento popular cuyo liderazgo se ganó como alternativa a casi medio siglo de gobiernos corruptos.
En un país que pese a su enorme riqueza petrolera tenía en 1998 48,1 por ciento de su población en la pobreza y al 17,1 por ciento en la miseria, Chávez propuso un nuevo modelo de distribución que se ganó el respaldo mayoritario de la nación.
El hecho de que 11 años después siga siendo un político sin contrincante que se le acerque a su altura, expresa en buena medida que la población percibe positivamente el cumplimiento de sus compromisos con la aplicación de políticas de orden social.
En 2009 la pobreza extrema cerró en seis por ciento con una reducción 11 puntos porcentuales en 10 años, mientras la pobreza pasó a 24,2 por ciento, lo cual significa que más de cuatro millones salieron de la pobreza y más de dos millones de la miseria.
Asimismo se estima que unos 15 millones de los 28 millones de venezolanos se benefician del programa gratuito de atención médica Misión Barrio Adentro y otros tantos millones del plan de alimentos subvencionados MERCAL.
Los programas sociales financiados por el petróleo abarcan atención a madres solteras, niños de la calle, preparación laboral, financiamiento de cooperativas y educación gratuita desde la primaria al nivel universitario, entre otros.
La popularidad de Chávez resulta hoy indiscutible hasta por sectores opositores que buscan recuperar parte del terreno perdido en elecciones parlamentarias del próximo septiembre, a partir de dificultades relacionadas con la crisis mundial.
A los problemas provocados por la caída del precio del petróleo como resultado de la crisis se suma una larga sequía como resultado del fenómeno climático El Niño en un país que produce más del 70 por ciento de su electricidad con hidroeléctricas.
Sin embargo, la negativa a intentar acortar el mandato de Chávez con un referendo revocatorio como permite la Constitución, indica un reconocimiento del respaldo popular del cual goza el mandatario.
Ante recientes hechos violentos provocados por la oposición, el mandatario retó a esos sectores a intentar su salida por vías constitucionales como es el revocatorio, oferta recibida con oídos sordos por los partidos de derecha.
A los 11 años de su llegada a la presidencia y pese a atravesar momentos complicados por la crisis internacional, Chávez sigue siendo hoy un político sin un contendiente de categoría que se prepara para una nueva batalla con las elecciones parlamentarias.
Sin dudas la figura del mandatario, reforzada por su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), tendrá una fuerza importante en los comicios en los cuales se debe elegir a los 165 miembros de la próxima Asamblea Nacional.
Su proyección es obtener los dos tercios del parlamento, como garantía para profundizar el proceso de cambios para pasar de un proyecto de mejor distribución de la riqueza a un sistema socialista que denomina Socialismo del Siglo XXI.
Para lograr este propósito y seguir con la propuesta presentada para el país, no basta sólo con el respaldo de Chávez pues normalmente en este tipo de elecciones tienen una gran influencia factores regionales y cada candidato posee su peso específico.
Sin embargo, es innegable la influencia de su liderazgo en las elecciones, convocadas para el próximo 26 de septiembre.
Acostumbrado a los retos y optimista en los momentos difíciles, Chávez advirtió a sus seguidores que no habrá camino fácil, ante lo cual es necesario reforzar la movilización y la unidad para garantizar la continuidad del proceso iniciado el 2 de febrero de 1999.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=158879&Itemid=1