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Chávez y Venezuela, ¿esperamos hasta que Bush viene por nosotros uno por uno?

Fuentes: www.vheadline.com

«Cuidado con el hombre bestia, porque es el peón del diablo. A solas entre los primates de Dios, mata por deporte o por avaricia. Sí, asesinará a su hermano para apropiarse de la tierra de su hermano. No dejen que se reproduzca en cantidades, porque hará un desierto de su casa y la tuya. Esquívalo. […]

«Cuidado con el hombre bestia, porque es el peón del diablo. A solas entre los primates de Dios, mata por deporte o por avaricia. Sí, asesinará a su hermano para apropiarse de la tierra de su hermano. No dejen que se reproduzca en cantidades, porque hará un desierto de su casa y la tuya. Esquívalo. Mándalo de vuelta a su vasija en la selva: Porque es el precursor de la muerte»

Dr. Zaius, El Planeta de los Simios.

Aquí en Venezuela, ¿cómo nos afectará esta vez la repentina aparición del fantasma de la CIA Osama Bin Laden? Pongamos atención a este horrendo panorama transhistórico venidero.

Es sencillamente increíble el hecho de cómo la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo (incluyendo sus versiones modernas ‘socialistas real existentes’ y ‘nacional socialistas’, que son los dos lados de la misma moneda imperialista) a través de una sobreestructura de tipo amo-esclavo que se ingenió ya hace dos milenios, han logrado fabricar religiones del mundo, ideologías globales, mentiras sociales y engaños individuales los cuales han capturado, desactivado, decapitado, controlado y manipulado las mentes y los corazones de millones de esclavos, campesinos y siervos, de millones de trabajadores físicos e intelectuales modernos, convirtiéndolos en ovejas pacíficas y religiosas con tal grado de aceptación espiritual, que incluso reproducen su propia extinción venidera, que es la explotación económica, la dominación política, la discriminación social, la militarización genocida y la alienación humana total.

El nefasto resultado de todo esto es, que la mayoría absoluta de una población mundial de más de seis mil millones de seres humanos que están sometidos al proceso moderno de socialización y educación, simplemente han tragado la carnada con todo y anzuelo e incluso tiburón envenenado, han creído casi todos los engaños y las mentiras de sus amos de los últimos milenios y hasta el día de hoy siguen sirviéndoles a los intereses de la clase dominante que perpetúa sistemáticamente la ignorancia, la esclavitud, la miseria y la pobreza.

De la misma manera que les pasó a Lenin, Trotski y Stalin, en caso de que la humanidad sobreviviera y los EE.UU. lograsen de tumbar el gobierno bolivariano de Chávez, a los estudiantes de las futuras generaciones se les enseñaría sobre el gran ‘tirano’ y ‘dictador’ venezolano Chávez. Quizás nunca llegarían a saber quién era Chávez en realidad y qué fue lo que la Revolución Bolivariana trataba de conseguir en América Latina.

De hecho, parece que incluso muchos Venezolanos todavía no ven el presidente tan fantástico y excepcional que tienen. ¡Solamente imagínense a Pedro Estanga o Gustavo Cisneros, sumergidos en ríos de sangre inocente, como futuros presidentes de Venezuela!

Pero seamos optimistas y adaptemos una visión más amplia de nuestro sendero revolucionario, de nuestro ‘paseo a la libertad nada fácil’.

Desde el comienzo los Griegos de la Grecia Antigua, que eran los fundadores del capitalismo ‘civilizado’ y cristiano, todavía ignorando el blanco y negro de tinte racista, discriminaron a los ‘bárbaros’ del norte, que eran las futuras razas teutónicas y anglo-sajonas, entre ellos los Alemanes y los Británicos. Esas raíces históricas del prejuicio y odio racial, de la discriminación religiosa feudal penetraron la ideología capitalista europea, pero también la teoría socialista temprana. En 1848 a nosotros, nuestros continentes y nuestros países, Marx y Engels todavía los categorizaron como ‘bárbaros’ y ‘semi bárbaros’. Todas esas concepciones se nos transmitieron directamente a través de la conquista, la educación colonial y el imperialismo cultural.

Entre las grandes mentiras y los grandes engaños que sacudieron a nuestras almas y alienaron a nuestras mentes, contaban los cuentos de Ada sobre la exclusividad divina judío-cristiana y la superioridad y pureza racial de los Europeos, por ejemplo, que los Africanos somos descendentes de tercera clase del personaje bíblico Ham ‘quien vio la desnudez de su padre’ y quien fue vergonzosamente ‘degradado’ a la categoría ‘menos importante’ de la existencia humana. De esta manera nosotros los africanos fuimos reducidos a ‘portadores de agua y leñadores’ negros, a esclavos para nuestros amos blancos. El sionismo moderno continua esta tradición de la llamada inferioridad racial de los Palestinos. Todas estas mentiras y cuentos de Ada, enseñados a nuestros hijos generaron históricamente la actual ideología racista y el globofascismo.

Otra gran mentira que especialmente justificó la arrogancia europea y norteamericana, fue la del ‘descubrimiento’ del ‘Nuevo Mundo’ por parte de Cristóbal Colón. Se les enseñó esta barbaridad a miles de millones de niños en todas partes durante medio milenio.

En la biblioteca del Vaticano se encuentra toda la evidencia histórica, según la cual siglos antes de Colón eran flotas africanas las que navegaron a la América y que Colón utilizó los conocimientos de navegación y los mapas de ellos. Sabía exactamente en qué dirección navegar y especialmente con qué tenía que regresar a Europa, así que no hubo que descubrir nada en absoluto y ni siquiera tenía que temer que su valiente tripulación se perdiera, fuera devorada por caníbales negros o dragones amarillos o que se hubiese caído de los pilares de Hércules directamente al infierno.

Hasta el día de hoy, en América, salvo en Venezuela, todavía celebramos el ‘día de la raza’ en agradecimiento de que al fin la Inquisición católica y cristiana nos descubrió y nos colonizó, nos podía traer a nuestro Salvador rubio con ojos azules. En Venezuela, hoy más que nunca seguimos defendiendo con nuestras propias vidas a esta ‘alma de condiciones sin alma’, made in Europa. Esto es una incubadora segura para toda clase de engaños que se fabricaron y que se siguen fabricando.

En este sentido y para combatir las mentiras, necesitamos urgentemente una memoria histórica, un refresco histórico; así que no importa lo que Bush tiene en mente, en Venezuela estamos maduros para una ‘Misión Conciencia y Lucha Histórica de Clase’, es decir, una ‘Misión Marx’ contra el capitalismo e imperialismo; sin ésta y esta vez por última vez, por medio de un ‘post-capitalismo’ computarizado y globofascista, por cierto seremos completamente conquistados, engañados tecnológicamente y adoctrinados a través de microchips que se nos implanten al nacer. En Suiza hay perros que ya los tienen, en los EE.UU. los extranjeros que visitan a este ‘país de las mil posibilidades’ y que vienen buscando ‘diversión’ pronto serán localizados vía satélite y con ayuda del sistema de posicionamiento global a través de un chip donde sea que anden.

Además, a lo largo de este proceso de destrucción de nuestras facultades racionales y también de todos nuestros factores psi restantes, seremos sometidos al control mental a través de ondas electromagnéticas como las emplean en proyectos como HAARP y el Manchurian Candidate; conforme a las patriot acts, sus futuras enmiendas y aplicaciones, nuestros hijos funcionarán como conejillos de india en experimentos del Pentágono como lo son Mkultra, la ingeniería genética y los proyectos de cloning, para la creación del nuevo soldado perfecto. ¡Y todavía, al igual que en la Alemania nazi, la mayoría de los norteamericanos no ven ni escuchan nada!

Por cierto, George Orwell y Aldous Huxley envidiosamente darían vueltas en sus tumbas frente a tales realidades inimaginables, no sólo en los EE.UU. sino también en el resto del mundo. Por decreto de los EE.UU. ahora uno de los requisitos de los pasaportes europeos es la fotografía biométrica y pronto se introducirá el escaneo del iris para quienes quieren viajar al país del placer.

De verdad, esta vez, no serán lecciones bíblicas que nos enseñará Big Brother, tampoco cómo arrodillarnos frente a la cruz o cómo besar rosarios y estatuas heladas sin vida, ni cómo postrarnos frente a los papas divinos. Esta vez nos diezmará brutalmente por los millones, nos mostrará bellas nubes de forma de hongo encima de nuestras ciudades, nos mostrará imponentes fuegos artificiales encima de Bagdad, Teherán y Caracas.

Otros montajes científicos se fabricaron durante la era de la Guerra Fría, en la corrida de armamento de los súper poderes y la conquista militar del espacio después de la Segunda Guerra Mundial intra imperialista.

El hecho de que el ruso Yuri Gagarin era supuestamente el primer ser humano en el espacio y el norteamericano Neil Armstrong el primero en poner sus pies en la superficie de la luna, son dos súper mentiras más. En el primer caso era Sergei Vladimir Ilyushin júnior el primero en volar alrededor del planeta y casi se mató en el posterior aterrizaje forzoso en China; en el segundo caso eran los mismos rusos que descubrieron que Armstrong probablemente nunca viajó a la luna sino protagonizó el drama entero en una película al estilo Hollywood que se grabó en el desierto de Nevada, en Paradise Ranch, Watertown Strip, Área 51. Esto es la base militar secreta que una vez los astronautas del Skylab norteamericano fotografiaron por accidente. Si se comparan las fotografías de este área con aquellas que se tomaron supuestamente en la luna, entonces se descubren definitivamente ciertas similitudes.

Es que los think tank yanqui realmente nos pueden echar cualquier cuento y nosotros tenemos que creerlo.

En tiempos antiguos eran los colonizadores europeos que nos ‘informaron’ y hoy día son los medios masivos a escala mundial y la administración Bush.

Pero por ahora el engaño más grande de todos los tiempos incluso hace sombra al Reichstagsbrand y a Pearl Harbor; es el fantástico cuento árabe de mil y una noche de Bush sobre lo que pasó el 11 de septiembre de 2001 con las Torres Gemelas de Nueva York. Sin embargo, lo que es relevante aquí son los inventos de la CIA, es la creación de Osama Bin Laden, su Al-Qaeda y los ‘terroristas’.

Al igual que creen en el diablo y en el infierno, de la misma manera miles de millones de personas manipuladas y sin crítica alguna devoran las ‘noticias’ de los grandes periódicos, creyendo que es la ‘verdad absoluta’, la ‘palabra de dios’. De vez en cuando, el Pentágono pone a prueba al público mundial, lanzando la historia infinita del ‘Regreso de Bin Laden’, averiguando si todavía está ‘en la onda’.

De verdad es aterrador este control mental total, esta destrucción del pensar y de los procesos de la reflexión, de la esencia y existencia humana. En los países metropolitanos el factor sujetivo está desvaneciendo y ya no queda nada moral al cual apelar; en las grandes ciudades son los miles de robots y zombis merodeando, parcialmente ya desempleados de por vida, que forman las masas solitarias. De manera progresiva desaparecen el sentimiento humano, la conciencia social, la lucha de clases y la emancipación global. Parece que nadie es capaz de registrar este peligro fatal.

Fue del 11 hasta el 14 de abril del 2002, durante el fracasado golpe de Estado, que de manera masiva y por los millones, como en ninguna otra parte más del globo, este sentimiento revolucionario popular latinoamericano se hizo presente en las calles de Venezuela, defendiendo a su querido ‘tirano’ y ‘dictador’ Chávez; en Bolivia está despertando otra vez este sentimiento. Sin embargo, durante las elecciones venezolanas de la Asamblea Nacional del 4 de diciembre del 2005, se podían percibir señas de que estaba desvaneciendo lentamente.

¿Algún bolivariano sabe por qué?

Ahora a Venezuela la amenaza el triunfalismo indiferente, un síntoma patológico seguro del control mental contrarrevolucionario. Combinado con la corrupción, sacude las propias bases populares de clase de la Revolución Bolivariana. Si quisiéramos llegar buenos y sanos a las elecciones presidenciales en diciembre de este año 2006, entonces ya desde este momento necesitamos toda una avalancha de conciencia humana y de clase para poder volver a triunfar.

Es cierto el hecho de que nos encontramos en el epicentro de la peor guerra psicológica en el planeta Tierra de todos los tiempos: es la guerra imperialista y corporativa que se emprendió para aniquilar la contradicción, la negación, la diferencia, la resistencia, la dialéctica, la conciencia, la auto-conciencia, la soberanía y la quintaesencia viviente de la propia especie humana.

Materialmente hay suficiente asistencia económica para casi cualquier cosa que se puede imaginar, pero cuando de la liberación y la protección de la sagrada mente humana se trata, cuando se quiere contrarrestar la actual fase de la ruina intelectual y parar el holocausto mental, entonces los ministerios de educación y de información sólo aprueban unas magras migajas financieras que caen de las mesas de nuestros amos.

De hecho, cuando se trata de las clases desposeídas, ya desde hace siglos es costumbre de dejar esta dimensión espiritual en las manos de dios, de la iglesia y su jerarquía, de los sumos sacerdotes y misionarios. Es cierto, nuestros medios educativos como lo son Telesur y algunas estaciones de radio y televisión, nuestras páginas web y nuestros periódicos, todos tratan de resolver este inmenso problema. Pero desde un punto de vista global, todos esos valientes esfuerzos militantes, comparados con las armas ideológicas de nuestro enemigo de clase, sólo representan una gota fría sobre la lava globofascista ardiente.

Por otro lado, al igual que en el pasado la Alemania nazi, los EE.UU., para poder realizar sus planes genocidas como lo son el ‘Proyecto para un Nuevo Siglo (Norte)Americano’, tienen que crear fantasmas, un ‘enemigo absoluto’ (Carl Schmitt, el filósofo casero de los neoconservadores de Bush); tienen que crear ‘chivos expiatorios’, ‘comunistas’, ‘Árabes’ y ‘terroristas’, crear sus Castro, Hussein y Bin Laden, sus montajes como el Reichstagsbrand, Pearl Harbor y las Torres Gemelas; todo esto para convencer a los gobiernos, las Naciones Unidas y el público mundial sometidos al control mental, de la necesidad de extinguir las vasijas de los terroristas y de extinguir al ‘eje del mal’.

En realidad toda esta guerra psicológica es parte de la batalla por la hegemonía mundial, donde el imperialismo trata de neutralizar a otros competidores y conquistar a los pocos recursos naturales y energéticos restantes, como lo son el petróleo, el gas, el oxígeno, el agua y la biodiversidad.

Se invierten millones de dólares estadounidenses para divulgar mentiras sobre Chávez. Dicen que es un dictador, un tirano; también que es ‘homosexual’ o todo lo contrario, que es un playboy igual que Carlos Menem, seduciendo a ‘Misses’ y especialmente a ‘cientólogas’ femeninas; dicen que además es un antisemita. También diseminan ‘noticias’ sobre las ‘hordas violentas bolivarianas’, sobre la falta de respeto a los ‘derechos humanos’ (derechos capitalistas) en Venezuela. Mienten diciendo que aquí existe tráfico de drogas y de humanos, que aquí se apoya al terrorismo y a la guerrilla, y que aquí se viola la libertad de prensa. Por colmo inventan presos políticos, una agresión militar expansionista y el fomento del castro-comunismo en Venezuela. Se ve que Chávez es Draco, Pontio Pilato, Nerón, Robespierre, Marx, Lenin, Stalin, Hitler, Mussolini, Blair, Bush, todos en uno, un unomnia diabólico, un Uno y Todo satánico.

Queremos escuchar algo nuevo, ¡todas esas características le pertenecen a la junta militar y administración de Bush!

Ésta obliga al mundo entero de aceptar que los EE.UU. son el jefe global y omnipotente, y que pueden hacer lo que les da la gana, todo en nombre de la ‘democracia’ y de la ‘civilización’. Cualquier líder político, cualquier país que se rebela contra esta arrogancia y megalomanía imperialista, de una vez figura como tirano y dictador y se suma ese país al ‘eje del mal’.

¿Será que nadie se da cuenta que es precisamente esto lo que está pasando con Chávez y Venezuela? ¿Esperamos hasta que Bush viene por nosotros uno por uno?

Así que el más reciente y criminal engaño imperialista corporativo es la demonización del Presidente Chávez y la Revolución Bolivariana a escala mundial. De esta manera el imperio quiere eliminar la punta de lanza de un posible renacimiento de la resistencia global masiva y popular, del redescubrimiento del socialismo científico y filosófico, del internacionalismo proletario y de la proletarización internacional de la revolución.

¿Cuándo será el tiempo donde todos los miembros de la OPEP, incluyendo a Rusia, China y la India, tratan de parar a Bush, cambiándose completamente al petro-euro y también negándole hasta la última gota de petróleo en caso de que ataque por capricho a cualquier miembro o país individual?

Los petro-dólares son la arteria principal para la economía estadounidense; aquel que se cambia a los petro-euros se convierte inmediatamente en un blanco militar y se le aplica la política del ‘chocar e intimidar’. Así que ¡cuidado Irán, Venezuela y China!

¿Por que razón un escenario de la resistencia colectiva como éste nunca ocurrirá? Simplemente porque son únicamente las Naciones Unidas las que podrían aprobar algo de carácter tan dramático; además es la misma ONU que es precisamente un órgano de la hegemonía mundial estadounidense. Parar a Bush y eliminar el capitalismo e imperialismo de este mundo no es la tarea histórica de estados, gobiernos, instituciones o ejércitos que se basan en las clases medias y altas o en los propietarios de los medios privados de producción. En cambio sí es una necesidad histórica para miles de millones de trabajadores en este mundo. Para ellos significa poder del pueblo o muerte humana, socialismo o barbarie.

Esto lo saben muy bien Bush y compañía, el complejo industrial militar; esto es la razón de por qué quieren un ‘cambio de régimen’ en Venezuela para implantar aquí otro tipo de ‘democracia’.

Un proceso emancipatorio donde quiera que sea en el globo terráqueo, que no se basa en los trabajadores, que son los que producen la riqueza y el poder, en otras palabras que no se basa en el 90% de los seis mil millones de habitantes de esta Tierra (que de paso también ya se han vuelto parcialmente obsoletos), no tiene futuro. Un proceso emancipatorio que solamente se basa en una fuerza laboral infinitesimalmente pequeña, que son los trabajadores intelectuales, que junto a las máquinas y computadoras producen la mayor parte de mercancías del mercado mundial, las cuales a su vez sólo se comercializan entre los países metropolitanos mismos, por ser no-proletario tampoco es ‘liberador’ y con esto la humanidad no tendrá futuro en absoluto.

La única ‘panacea’ revolucionaria contra todas las mentiras, los engaños y montajes de la clase dominante es el conocimiento práxico y filosófico, es la verdad emancipatoria, es la conciencia de clase social histórica del trabajador.

Así que la tarea inmediata de la Revolución Bolivariana es precisamente sembrar, no petróleo, sino más bien una conciencia de clase obrera práxica, nutrir y cultivar las necesidades revolucionarias mencionadas anteriormente. Esto significa devolver a PdVSA de verdad al pueblo, devolvérselo al poder ciudadano, al soberano; colocar el poder político y económico realmente en las manos de los trabajadores de Venezuela.

Total, para parar todas las agresiones militares contra Venezuela (aparte de armarnos hasta los dientes y entrenarnos en la guerra asimétrica) tenemos que declararles la guerra total contra todos los vicios y crímenes internos del capitalismo.

Esto implica también romper la actual acumulación de dinero sin límites por parte de la clase media, parar la corrupción, que representa no sólo un crimen heredado de la antigua era puntofijista, sino también un producto capitalista directo de la propia Revolución Bolivariana, la cual garantiza constitucionalmente todas las venturas capitalistas democráticas; en fin hay que pararlos en acumular riqueza y acumular propiedad privada de los medios de producción que mientras tanto han alcanzado montos tan altos, que ni siquiera se podían acumular en 40 años de existencia parásita en la Cuarta República.

En otras palabras, hay que erradicar inmediatamente a la actual corrupción masiva, por todos los medios que sean necesarios, porque de lo contrario ésta devorará a la Revolución Bolivariana y diezmará a nuestros camaradas dentro de pocos años si no son meses.

El peligro inmediato radica dentro de la Revolución Bolivariana, el miedo inminente radica afuera, en Washington y en el imperialismo mundial.