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China, el mercado más codiciado del mundo

Fuentes: Argenpress

La reciente visita del Presidente de China a Europa ha estado marcada por numerosos acuerdos económicos y tratados comerciales. Hu Jintao no ha venido a Europa a hablar de política, de derechos humanos ni de cambios sociales. El dinero ha sido la máxima prioridad en sus reuniones con Reino Unido, Alemania y España, en un […]

La reciente visita del Presidente de China a Europa ha estado marcada por numerosos acuerdos económicos y tratados comerciales. Hu Jintao no ha venido a Europa a hablar de política, de derechos humanos ni de cambios sociales. El dinero ha sido la máxima prioridad en sus reuniones con Reino Unido, Alemania y España, en un claro pragmatismo que pretende dar beneficios a todos y pasar de puntillas por las diferencias políticas y los derechos humanos.

China se había convertido en la fábrica del mundo, pero acaba de dar otro paso más. Sus multinacionales comienzan a hacerse un hueco en los mercados internacionales y sus productos han aumentado en calidad manteniendo unos precios muy bajos. En 2020, habrá cuadruplicado su Producto Interior Bruto (PIB) y estará entre los tres países más poderosos del planeta. Hoy en día China ya fabrica el 70% de las fotocopiadoras, el 50% de las cámaras fotográficas y el 40% de los microondas que se consumen en Occidente.

Bajo estos parámetros económicos, el gigante asiático se ha convertido en el mercado más codiciado del mundo. A su paso por Reino Unido, Alemania y España su presidente ha sido recibido con distinción y altos honores por los gobernantes y las empresas europeas. Todos quieren aprovechar una mano de obra barata y unos márgenes de beneficio muy superiores a los occidentales. Todas las empresas quieren llegar a esos 1.300 millones de consumidores.

China ya es el mayor receptor mundial de inversiones extranjeras directas, alcanzando el 10% de las inversiones mundiales. Nadie quiere ser el último en subirse a una economía que lleva creciendo los últimos 27 años a un ritmo medio del 9,4%.

La visita a España y su trato preferencial por parte de China han cogido por sorpresa a muchos analistas europeos. Tras la reunión con el presidente chino, España se ha convertido en «socio privilegiado» y se sitúa a la altura de Reino Unido, Alemania, Francia y Canadá. Esta visita ha estado motivada por el fuerte crecimiento de la economía española y las ganas de sus empresas de trasladarse a China, pero también por el papel que España juega en las Relaciones Internacionales entre Europa y América Latina. En el mundo multipolar que defienden los chinos, América Latina y Europa son dos prioridades importantes. España es un país estratégico para avanzar en ambas direcciones.

China ha visitado Europa enarbolando la bandera de la paz y defendiendo el denominado «ascenso pacífico». Hu Jintao quiere que Europa levante el embargo de armas decretado en 1989 y ha intentando acabar con la idea de que China es una amenaza. El gigante asiático quiere integrarse en la economía mundial y se presenta como una potencia cooperativa y amistosa comprometida con la paz y la estabilidad internacionales.

Pese a estas ideas pacíficas y de cooperación que llegan desde Pekín, tanto Europa como EEUU empiezan a ver a China como un rival. En un reciente documento creado por la Comisión Europea se destacaban los avances en ciencia e investigación en China y se daba la primera señal de alarma. El gigante asiático se ha propuesto superar el gasto en investigación de la UE antes de 2010 y sus empresas cada vez encuentran más hueco en los mercados de alta tecnología. Los datos muestran una clara transformación en este ámbito y sitúan el Pacífico como el nuevo campo en investigación y ciencia: desde 1986 hasta 2001, China, Taiwán, Corea del Sur y Japón han concedido más tesis doctorales en ciencia e ingeniería que Estados Unidos.

De momento, los dirigentes y las empresas europeas parecen haber emprendido el camino más inteligente: «si no puedes con tu enemigo, únete a él».