En mayo el Gobierno chino estableció una zona especial para implementar la «prosperidad común» en la provincia de Zhejiang, donde también se ubican las sedes de varias importantes corporaciones de Internet, entre ellas Alibaba. Y el mes pasado, el presidente de China, Xi Jinping, anunció planes para difundir la «prosperidad común», anunciando una dura represión contra las élites ricas, incluido el creciente grupo de multimillonarios tecnológicos de China. En su reunión de agosto, el Comité Central de Finanzas y Economía, presidido por Xi, confirmó que la «prosperidad común» era «un requisito esencial del socialismo» y debería ir de la mano de un crecimiento de alta calidad.
Durante la última quincena, la administración tributaria se comprometió a tomar medidas enérgicas contra los evasores de impuestos y multó a Zheng Shuang, una de las actrices más populares del país, con 46 millones de dólares por evasión de impuestos. La Corte Suprema declaró ilegal la semana laboral de 72 horas, común en muchas empresas del sector privado. Y el Ministerio de Vivienda dijo el martes que limitaría los aumentos anuales de los alquileres residenciales en un cinco por ciento. Y una nueva capa de funcionarios ha sido arrestada por corrupción.