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Chrysler se declarará en quiebra y se unirá con Fiat

Fuentes: Argenpress

El presidente Barack Obama dijo que espera que a partir de esto la automotriz norteamericana sea más fuerte y más competitiva. El tercer mayor consorcio del automóvil estadounidense, Chrysler, se declarará en quiebra, anunció en Washington el presidente Barack Obama. Paralelamente se informó a nivel oficial que el grupo norteamericano acordó una alianza con la […]

El presidente Barack Obama dijo que espera que a partir de esto la automotriz norteamericana sea más fuerte y más competitiva.

El tercer mayor consorcio del automóvil estadounidense, Chrysler, se declarará en quiebra, anunció en Washington el presidente Barack Obama.

Paralelamente se informó a nivel oficial que el grupo norteamericano acordó una alianza con la automotriz italiana Fiat.

La automotriz norteamericana pedirá la protección por bancarrota del Capítulo 11 para entrar a un acuerdo con la italiana.

«Hoy estoy complacido de anunciar que Chrysler y Fiat han formado una sociedad que tiene una fuerte probabilidad de éxito», dijo Obama.

El mandatario dijo que el proceso de quiebra sería rápido y eficiente y expresó su confianza en que Chrysler emergerá de él más fuerte y más competitiva.

Según los términos del acuerdo, anunciados con anterioridad, Fiat facilitará a Chrysler tecnología y plataformas de vehículos pequeños para que el fabricante estadounidense los produzca en Norteamérica.

La declaración de quiebra de la Chrysler marca una nueva etapa en el largo declive que acumuló errores industriales y reveses financieros, y hoy se encuentra en la misma difícil situación que hace 30 años.

En 1979, Chrysler ya había sido salvada por garantías públicas sobre su deuda, que fueron objeto de una ley votada por el Congreso.

El apoyo federal y el lanzamiento de modelos innovadores permitieron entonces la recuperación de Chrysler, cuyos grandes vehículos sufrieron con las crisis petroleras de 1973 y 1979 y la competencia japonesa.

En los años 1980, el grupo comienza una restructuración rigurosa, encabezada por el puño de acero de Lee Iacocca, un ex Ford. Chrysler se aboca entonces al mercado de vehículos más pequeños gracias a una alianza con el japonés Mitsubishi.

También se ubicó a la cabeza de los monoplazas, un concepto que inventó y que se expandió en Estados Unidos y Europa. De esta manera trató de regresar al viejo continente, donde durante un tiempo poseyó la marca Simca, a comienzo de los años 1990, con una fábrica austríaca donde ensamblaba el Voyager.

En 1987, Chrysler recuperó la célebre marca todoterreno Jeep, al comprar a Renault el fabricante AMC, al borde de la quiebra.

Con modelos audaces, como el deportivo Dodge Viper o el cupé descapotable Plymouth Prowler, los amantes de los motores se entusiasmaron y nuevamente dejaron de mirar tanto sus bolsillos.

En 1998, Chrysler se asocia con Daimler-Benz. Aunque la fusión fue anunciada como de igual a igual, el grupo alemán aportó 36.000 millones de dólares y tomó la dirección de las operaciones, en perjuicio de los obreros e ingenieros estadounidenses.

Plymouth, la marca de alta calidad, es supendida en 2001. Se lanzan proyectos de reducción de costos, a través de intercambio de tecnologías como en el cupé alemán-estadounidense Chrysler Crossfire.

Una mezcla de innovaciones como el pedal de freno regulable y el regreso de la propulsión trasera, aseguran el éxito de modelos como el Chrysler 300.

No obstante ello, la empresa perdió su dinamismo. Primero perdió su alianza con Mitsubichi, salpicado por un escándalo de defectos mecánicos disimulados. Luego, como su competidor General Motors, sus resultados poco a poco se ahogaron en costos sociales (jubilaciones y prestaciones sociales).

En 2005, el creador de la fusión Daimler-Chrysler, Jürgen Schrempp, abandona el liderazgo del grupo. Su sucesor Dieter Zetsche se pronuncia a favor de un divorcio en febrero de 2007: el 80,1% de Chrysler pasa al fondo de inversiones Cerberus.

La empresa, que no había sentido la disparada del petróleo de 2007-2008, entra en crisis con una gama poco adaptada a la situación, 4×4 y grandes berlinas demasiado consumidoras de gasolina.

Tardíamente se vuelca a los modelos híbridos, previstos para 2010. Pero en este terreno, sus dos competidores japoneses se encuentran muy adelantados.

El sector del mercado de Chrysler en Estados Unidos se ve afectado por la recesión, con ventas bajo los 100.000 vehículos por mes a nivel nacional a partir de septiembre de 2008.