¿Quiénes hicieron la revolución socialista de octubre? ¿Acaso fueron los bolcheviques? La respuesta es no. La revolución socialista fue llevada a cabo por las grandes masas de trabajadores del campo y la ciudad , no puede haber una revolución sin las masas o al margen de ellas. ¿Cuál fue, pues, el papel de los bolcheviques […]
¿Quiénes hicieron la revolución socialista de octubre? ¿Acaso fueron los bolcheviques? La respuesta es no. La revolución socialista fue llevada a cabo por las grandes masas de trabajadores del campo y la ciudad , no puede haber una revolución sin las masas o al margen de ellas. ¿Cuál fue, pues, el papel de los bolcheviques en la revolución? ¿Qué importancia puede tener hablar de ellos en pleno siglo XXI en México?
En la época en la que los bolcheviques lograron encabezar el movimiento revolucionario, entre mayo y julio de 1917, el Partido Bolchevique contaba con 15 años de experiencia en la lucha y en la organización, había pasado una y otra vez de la lucha abierta a la clandestinidad, participó en procesos electorales, sufrió cárcel y fusilamientos y muchos de sus dirigentes estuvieron durante años encarcelados en Siberia o exiliados fuera de Rusia. Pero en ese momento, en el justo momento en el que los trabajadores y los campesinos rusos ansiaban llevar la revolución al siguiente paso, los bolcheviques eran parte de esa masa de revolucionarios, de pueblo organizado y en lucha , no eran simples agitadores haciendo llamamientos, no eran los grandes intelectuales universitarios llevándole la luz del mundo a los ignorantes campesinos; se habían preparado en los largos años de persecución para ser la parte más avanzada de esas masas que anhelaban una nueva sociedad. Los bolcheviques se habían convertido en el destacamento de vanguardia del pueblo trabajador ruso: en sus filas estaban los luchadores sociales más aguerridos, los organizadores más audaces y los trabajadores más convencidos de su papel como artífices de la revolución.
¿De dónde surgieron estos luchadores implacables, estos socialistas consecuentes? El Partido de los Bolcheviques obtuvo a sus mejores hombres del mismo pueblo trabajador ruso. Los bolcheviques no buscaban «insertarse en las masas», pues ellos mismos eran parte de ese pueblo y comprendían sus aspiraciones porque eran las suyas. Podían hablar de frente a los trabajadores porque de ahí provenían, eran capaces de conmover y dirigir a estas masas porque nunca perdieron la ligazón con ella. Trabajaron sin descanso, durante los años de persecución y también en los de aparente calma.
Desde que los socialistas rusos empezaron a tratar de fundar su propio partido, entre 1893 y 1902, su primera dificultad fue la labor de organización. Desde sus primeros años de militancia, Lenin dedicó un gran esfuerzo a esta labor: visitaba los círculos de trabajadores en las ciudades, aprendió rápidamente que él solo no iba a poder afrontar todas las tareas, construyó y reconstruyó más de una vez un equipo cercano de colaboradores, que eran el núcleo de la organización. Impulsó desde el Segundo Congreso del Partido Socialdemocrata de Rusia que sólo se considerara militante a quien estuviera directamente participando en una organización del Partido, en uno de sus comités o células. E l Partido Bolchevique se convirtió, con Lenin a la cabeza, en el destacamento organizado de la clase obrera.
Una y otra vez los bolcheviques se vieron involucrados en luchas internas y en una constante lucha contra el oportunismo de distintas facciones socialistas, contra quienes trataron varias ocasiones de desorganizar escudados en un supuesto democratismo progresista, contra los que, en el periodo posterior a la insurrección de 1905, clamaban que el Partido debía disolverse. Esto no significa que los bolcheviques no quisieran la unidad, pero tuvieron claro que la unidad no podía ser el simple apelmazamiento de grupúsculos, sino el resultado de un proceso más profundo, de educación política, de preparación práctica que culminara con la aceptación consciente de la disciplina política y de vida del militante socialista. Los bolcheviques se fortalecieron de estas luchas internas, se deshicieron de los elementos oportunistas y forjaron nuevas alianzas, forjaron su propia manera de caminar hacia las masas y con ellas a la revolución.
En el camino, ellos forjaron la disciplina férrea que los caracterizó en 1917 y que asustaba tanto a los socialistas moderados. El Partido se fortalece depurándose de elementos oportunistas e inestables. Los socialistas no podemos simplemente lamentarnos por quienes se alejan de la lucha, hay que procurar tener siempre nuestra mente fija en nuestros objetivos y afrontar con claridad las tareas que la consecución de este objetivo exige de nosotros; forjar la disciplina consciente en nosotros mismos.
El Partido Bolchevique cumplió tareas fundamentales en la revolución socialista. Primero, fueron grandes propagandistas de las ideas socialistas, pero también supieron escribir estas ideas en forma sencilla, sin arrebatos izquierdistas, sin pedantería intelectual, como se habla la gente. Cuando los obreros hablaban sobre los años en que Lenin visitaba los círculos obreros rusos, decían: «Él nos hablaba en serio», y es que Lenin y los bolcheviques respetaban a las personas, era por eso que no las menospreciaban, ni al campesino pobre, ni al obrero, ni al intelectual.
A final de cuentas, ¿qué tiene que ver esto con nuestro contexto nacional? En los años en que se gestó la revolución socialista en Rusia, en nuestro país se gestaba también el conflicto revolucionario. En ambos lugares los campesinos y la lucha por la tierra fueron un elemento clave de la revolución, en los dos casos éramos países atrasados, dominados por el imperialismo extranjero , ¿por qué en un caso triunfaron los trabajadores y el socialismo y en el otro los trabajadores acabaron haciéndole la labor sucia a los capitalistas? ¿Qué tuvieron los obreros rusos que no tuvimos los trabajadores mexicanos? El elemento clave que estuvo ausente en la revolución mexicana fue justamente el de una vanguardia organizada y socialista de la clase obrera, un partido con férrea voluntad única y disciplina suficiente para afrontar a los enemigos de la revolución hasta vencer. Forjemos una organización capaz de afrontar las enormes tareas de la construcción de un mundo sin hambre, sin opresión, sin violencia y sin explotación. Construyamos un Partido Bolchevique, un partido para la revolución socialista.
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección RECUPERANDO LA HISTORIA del No. 26 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Junio-Julio 2017.