Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino
Considerado hasta hace poco tiempo como una utopía, el ingreso universal se ha convertido en una idea de moda entre la clase política francesa. Luego de haber logrado consenso en la primaria ecologista, el tema aparece como una de las grandes líneas de fractura entre los candidatos a las primarias de la izquierda.
Benoit Hamon, Manuel Valls y Jean-Luc Bennahmias tratan de mostrarse campeones mientras que Arnaud Montebourg, Vincent Peillon y Francois Rugy lo consideran poco realista. Pero detrás de las posiciones principales se oculta una gran variedad de posiciones, porque no todo el mundo habla de lo mismo cuando se refiere al «ingreso universal».
¿Qué es el ingreso universal?
Es un ingreso que se otorgaría incondicionalmente de por vida a todos los ciudadanos para garantizarles la subsistencia como complemento o en reemplazo de los ingresos laborales. Algunos lo defienden en nombre de la autonomía y del desarrollo personal de los ciudadanos, para repensar el lugar de trabajo en la sociedad, otros desarrollan un argumento más pragmático: el reparto de la riqueza en una sociedad robotizada en la que ya no hay trabajo para todos. Quienes abogan tradicionalmente por el salario universal, como el Movimiento francés por un ingreso básico, consideran que debe ser:
– Incondicional (al que trabaja y al que no).
– Universal (estudiante, asalariado o jubilado).
– Individual (cualesquiera fuere la situación de los demás miembros del hogar).
– Acumulable (con otros salarios o prestaciones).
– Automático (sin necesidad de solicitarlo).
– Permanente, (percibido sin interrupción a lo largo de toda la vida desde el nacimiento).
Las actuales prestaciones sociales francesas no se corresponden totalmente con este modelo porque dependen:
– De la edad (las condiciones de acceso a las prestaciones sociales (RSA) difieren según la edad, mayor o menor de 25 años).
– De la situación (entre los 18 y los 25 años solo se prestan a las personas de más de 25 años que trabajan, no a los estudiantes).
– Los ingresos (el monto de las prestaciones y de la prima por actividad dependen de los recursos de cada uno).
– De la solicitud (es necesario gestionar las prestaciones o la prima por actividad en la RSA para recibirlas).
Quiénes son los que realmente lo proponen.
Solo cinco de los candidatos a la elección presidencial proponen un ingreso universal verdaderamente incondicional y universal, de acuerdo con el espíritu original del proyecto:
– Jean-Luc Bennahmias y Benoit Hamon, candidatos a las primarias por la izquierda.
– Yannic Jadot candidato por Europa Ecología-Los verdes.
– Pierre Larrouturou candidato de Nuevo Acuerdo.
– Charlotte Marchandise, candidata de La Primaria.org.
– Manuel Valls ha intentado «recuperar» el concepto en su condición de primer ministro y después como candidato a las primarias por la izquierda. Pero en realidad lo que él propone es un «ingreso decente» otorgado solamente a los más precarizados para asegurarles un mínimo existencia. Aunque bastante más elevado que lo de algunos de sus adversarios (entre 800 y 850 euros) su proyecto no es ni universal, ni incondicional, lo que él mismo admite al decir «que esto no tendría ningún sentido» por demasiado «costoso».
Como él el candidato del LR Francois Fillon propone una fusión de todas las ayudas sociales en una sola pero con un objetivo diferente, más que fijar una base de ingresos de entre 800 y 850 euros, como Mauel Valls, propone acumular todas las ayudas sociales en un 75% del salario mínimo (847 euros) como lo proponía Laurent Wauquiez en el 2011.
Detalle de las propuestas
Jean-Luc Bennahmias (Frente Demócrata).
Un ingreso incondicional y universal… a término.
¿Para quién? Para «cada uno» sin otra precisión.
¿Cuánto? Alrededor de 800 euros por mes.
¿Cuándo ? «Progresivamente» en «uno o dos mandatos».
¿Cómo? A partir de la fusión de «centenares de disposiciones dispersas» existentes como el RSA o la ayuda a la vivienda.
¿A qué costo? 300.000 millones de euros por año.
Francois Fillon (LR)
Una asignación social única, condicionada y no universal
¿Para quién? Solo para los beneficiarios de las actuales ayudas sociales.
¿Cuánto? Un monto ínferos al salario mínimo para incentivar la vuelta al trabajo. El objetivo es que «ninguna persona que reciba este beneficio pueda ganar más que el 75% del salario mínimo» es decir 847 euros.
¿Cómo? Fusionando varias ayudas públicas en una asignación social única.
Benoit Hamon (PS)
Un ingreso incondicional y universal a partir de los 18 años… a término
¿Para quién?
Primera etapa:
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Distribución automática de la RSA-básica para que la perciban todos los que tienen derecho a percibirla.
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Distribución, experimental, sin condicionamientos del ingreso universal a todos los habitantes de entre 18 y 25 años.
Segunda etapa:
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Distribución de un ingreso universal incondicional a todos los mayores de 18 años.
¿Cuánto? En principio un equivalente al RSA básico (535 euros) y luego 750 euros con término.
¿A qué costo? Alrededor de 300.000 millones de euros al año.
¿Cómo? Mediante la fusión de varios gastos del Estado (ayudas para la vivienda, prestaciones familiares) a partir de impuestos a los altos ingresos, la lucha contra la evasión fiscal, la supresión de ciertos nichos fiscales.
Yannick Jadot (EELV) (Europa Ecología-Los Verdes)
Un ingreso incondicional desde el nacimiento hasta la muerte
¿Para quién? Para todo el mundo, posiblemente desde el nacimiento.
¿Cuánto? 535 euros por mes como el básico del RSA.
¿Cómo? Se financiaría con un aumento impositivo sobre los ingresos y el patrimonio.
Pierre Larrouturou (Nuevo acuerdo)
Un ingreso incondicional y universal
¿Para quién? Para todos
¿Cuánto? No precisa.
¿Cómo? No precisa.
Charlotte Marchandise (La Primaria.org)
Un ingreso incondicional y universal
¿Para quién? Para todos desde el nacimiento.
¿Cuánto? Su proyecto sugiere a título indicativo un entorno de entre 400 y 1200 euros y una eventual desmonetización del ingreso universal bajo forma de un derecho de acceso a ciertos recursos (agua, energía, vivienda) y a ciertos servicios (salud, educación, entierros).
¿Cómo? Para financiar esta propuesta la señora Marchandise propone una «reforma fiscal profunda» (impuesto progresivo, impuesto al trabajo de la maquinaria, a las transacciones financieras o fiscalidad ambiental) una lucha por la optimización y la evasión fiscal y hasta una política de generación monetaria (es decir impresión de moneda actualmente imposible en el marco de la zona euro).
Manuel Valls (P.S.)
Un ingreso mínimo decente para los precarizados
¿Para quién?
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Mayores de 18 años.
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De acuerdo con los recursos.
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Obligación de residir por lo menos durante cuatro años en el territorio nacional.
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No se sabe si será entregado automáticamente.
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¿Cuánto? Entre 800 y 850 euros por mes.
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¿A qué costo? 30.000 millones de euros.
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¿Cómo? Se formaría con la fusión de los mínimos sociales actualmente existentes, con trámites simplificados para los beneficiarios. El financiamiento y la puesta en marcha correspondería al sector Familia de la seguridad social.
Prestaciones sociales: las actualmente existentes.
La RSA (Renta de Solidaridad Activa):
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Se presta a los mayores de 25 años. O entre los 18 y los 24 años en ciertas condiciones (hallarse encinta, tener un hijo o haber trabajado dos de los tres últimos años).
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Tener escasos recursos
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Hay que solicitarla
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Entre 535,17 y a 304,17 euros menos los ingresos del hogar y el costo de vivienda.
La prima por actividad:
– Para los mayores de 18 años.
– Desempeñar alguna actividad (incluido un aprendizaje o una pasantía, si los ingresos son suficientes).
– Tener pocos ingresos.
– Solicitarla.
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165 euros de promedio, no hay monto máximo