Políticos, sindicalistas y militantes sociales quieren declarar «persona no grata» al mandatario de Estados Unidos y llamaron a todos los brasileños a ganar las calles para rechazar la «infeliz visita».La inminente visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a Brasil generó en el país sudamericano la inmediata multiplicación de voces en repudio al […]
Políticos, sindicalistas y militantes sociales quieren declarar «persona no grata» al mandatario de Estados Unidos y llamaron a todos los brasileños a ganar las calles para rechazar la «infeliz visita».
La inminente visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a Brasil generó en el país sudamericano la inmediata multiplicación de voces en repudio al arribo del «terrorista número uno del planeta», según coincidieron los referentes de la lucha política, sindical y territorial.
Aunque la versión oficial sugiere que Bush sólo se limitará a cerrar con su par anfitrión un acuerdo comercial por el biocombustible etanol, no hay manera de disimular que el combo incluye un intento de incidir políticamente en la región. Cuando Venezuela se sumó al Mercado Común del Sur (Mercosur), el gobierno de Washington desistió de implementar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y comenzó con las negociaciones bilaterales para poner, uno a uno, los países bajo su órbita ya que no pudo hacerlo en bloque.
Quien dio el puntapié inicial para lograr un clima calurosamente hostil alrededor de la estadía de Bush en Brasil fue João Antonio Felício, secretario de Relaciones Internacionales de la Central Única de los Trabajadores (CUT), quien propuso declarar a Bush «persona no grata» y llamó a todos sus compatriotas a manifestarse en contra de su presencia.
«El terror de sus prisiones en Abu Graib y Guantánamo, los 650 mil iraquíes asesinados después de la invasión, los más de 3 mil soldados norteamericanos muertos y 20 mil mutilados, la asfixia económica y la imposición de gobiernos neocolonialistas son prácticas repulsivas y condenables, que confieren a Bush, muy justamente, el título de terrorista número uno del planeta», expuso Felício y concluyó: «Eso es más que suficiente para repudiarlo como persona no grata, tomando las calles para rechazar su infeliz visita».
Sin embargo, el sindicalista aclaró que «no nos mueve ningún sentimiento anti-norteamericano, como intentan groseramente pautar ciertos medios masivos, sino un profundo sentimiento antiimperialista, de amor y solidaridad a todos los pueblos del mundo».
«A fin de cuentas, a quién benefició el criminal abandono de los pobres en Estados Unidos, como quedó evidenciado con más clareza en la tragedia del huracán Katrina, que destruyó Nueva Orleans? Sabemos que Bush gobierna únicamente para el cártel bélico y financiero, dejando a la población librada a su propia suerte», continuó uno de los cuadros más experimentados de la poderosa CUT.
Por último, Felício instó a que «la militancia de todos los movimientos sociales tomen las calles el próximo día 8 para defender a Brasil y a la Humanidad de su mayor enemigo.»
Así, se prevé que las movilizaciones más importantes se darán en las ciudades de San Pablo, Río de Janeiro, Brasilia, Porto Alegre, Salvador y Belén.
El prólogo estuvo a cargo de un grupo de jóvenes paulistas, quienes el viernes alborotaron por algunas horas a la ciudad gris al encender velas para «recordar a las víctimas del terrorismo de estado practicado por Washington contra otros pueblos», a la vez que ondearon banderas de Cuba, Venezuela y Palestina. Se espera que el corazón económico de Brasil aloje el jueves una concentración de 15 mil personas.
Además, la llegada de Bush tiene una provocación especial para quienes en Brasil apuestan a la integración regional como elemento de contrapoder. Según los analistas políticos, la Casa Blanca ve al país amazónico en una posición ideal para mediar en eventuales conflictos entre los Estados Unidos y los gobiernos de Hugo Chávez, en Venezuela, y de Evo Morales, en Bolivia.
En referencia a esa idea, Valter Pomar, secretario de Relaciones Internacionales del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), advirtió: «Brasil puede, llegado el caso, cumplir el papel de mediador, pero sin abrir un espacio a pretensiones imperialistas. No cuenten con Brasil para presionar a Cuba, Venezuela, Bolívia o Ecuador».
El dirigente petista dijo además que, dado el carácter bélico de Estados Unidos, América Latina precisa estar cotidianamente preparada para todo tipo de agresión. «Los Estados Unidos en general y el gobierno de Bush en particular son de una violencia brutal. Nosotros estaremos libres de esta amenaza cuando el pueblo norteamericano pueda constituir un gobierno de izquierda y abrir un nuevo período en la historia de aquel país», amplió.
Para Pomar, «la integración continental, y en particular la sudamericana, constituye un medio importante para contener la violencia de los gringos. Otro medio es el establecimiento de relaciones diplomáticas sólidas con el resto del mundo, que enfrenta el mismo problema: Rusia, China, continente africano, Europa».
En tanto, Pomar apuntó que acabar con la sumisión del continente al imperialismo demandará un largo proceso, que combinará diferentes formas de luchas: movilizaciones sociales, elección de nuevos gobiernos progresistas, y socialistas, desenvolvimiento económico con ampliación de la igualdad e integración política, económica y cultural a nivel continental.
Pomar también definió cuál será la participación de su partido en la marea anti que ya comenzó. «Como hicimos en 2005, el PT apoyará las manifestaciones que los movimientos sociales están convocando. El Gobierno puede y debe recibir al presidente Bush. Nuestro partido puede y debe participar de las movilizaciones sociales contra Bush». Si bien no es novedad que Lula es el líder indiscutido del PT, los camisas vermelhas pocas veces confunden el PT con el Gobierno. Por ejemplo, hubo medidas gubernamentales que no gozaron de la aprobación partidaria.
Mientras tanto, en sintonía con los posicionamientos anteriores, la mesa ejecutiva de la Coordinadora de los Movimientos Sociales (CMS) decidió en su última reunión que la bandera «Fuera Bush y su política de Brasil y de América Latina» unificará las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer del próximo 8 de marzo.
Según las líderes femeninas, el tema de la paz está íntimamente ligado a la lucha de las mujeres. «Será una gran oportunidad para decir bien alto que Bush es una persona no grata para todas las mujeres de Brasil», remarcaron las organizadoras.
Asimismo, Antonio Carlos Spis, miembro de la cúpula nacional de la CUT y de la CMS, quien participó activamente en el Foro Social Mundial, señaló que hay una toma de conciencia generalizada en todo el planeta sobre los riegos que representa la existencia del imperialismo para la supervivencia de la humanidad.
«Las mil mesas de trabajo del Foro fueron unánimes contra la guerra de Iraq y contra las criminales intervenciones norteamericanas en otros países. Por eso vamos a perseguir a Bush por donde vaya en Brasil; protestas que serán amplificadas también en Uruguay, Colombia, Guatemala y México, países por donde este genocida debe pasar», resaltó Spis.
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