El clima electoral en Brasil se está caldeando a medida que las posiciones en el punto de partida de la carrera por la presidencia empiezan a definirse, aun cuando no se inicia el período legal de campañas. La semana pasada, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva realizó un gran acto electoral en el estado […]
El clima electoral en Brasil se está caldeando a medida que las posiciones en el punto de partida de la carrera por la presidencia empiezan a definirse, aun cuando no se inicia el período legal de campañas.
La semana pasada, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva realizó un gran acto electoral en el estado de Minas Gerais, junto a su candidata a la presidencia, Dilma Rousseff, con derecho a tribuna y discursos del más neto cuño electorero.
El acto contó con una poderosa infraestructura, que incluía el alquiler de autobuses para transportar a los asistentes y una generosa distribución de saladitos y refrescos, al mejor estilo de la «caza de votos».
En respuesta, la principal coalición opositora presentó ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) una queja contra el presidente y su ministra Rousseff por realizar campaña electoral antes del período previsto en la legislación en febrero próximo.
En cuatro ocasiones pasadas, la misma coalición – Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Partido Democrático (DEM) de centro derecha, y el Partido Popular Socialista (PPS) ex comunista- había presentado quejas similares o denunciaron el uso de recursos públicos en la propaganda oficial.
El ministro jefe de la Abogacía General de la Unión, encargado de defender la legalidad de las acciones del gobierno, Luis Adams, consideró que el destino normal de esas denuncias debe ser el archivo, por falta de mérito.
«La oposición no puede pretender prohibir al gobierno que hable de sus realizaciones, algo que es permitido por la legislación electoral», dijo Adams.
Así, el propio presidente Lula da Silva dejó explícito el carácter electoral de la inauguración de una represa en Jenipapo de Minas, en el Valle del Jequitinhonha, la región más pobre del estado de Minas Gerais.
«En este trimestre del año vamos a visitar mucho Minas, para que podamos inaugurar todas las obras en el estado, porque a partir de abril Dilma no estará más en el gobierno», dijo el presidente.
«Es importante que inauguremos el máximo posible de obras, para que se pueda mostrar quienes fueron las personas que ayudaron a hacer las cosas en este país», agregó.
Lula da Silva se quejó de que «quien sea candidato no podrá ni siquiera subir a la tribuna conmigo» a partir de abril, debido a una legislación que veda la presencia de funcionarios del gobierno en las campañas.
Además del discurso de la ministra Rousseff fue de referencias y críticas a la oposición, en particular contra el presidente del PSDB, senador Sergio Guerra, quien propuso «liquidar» el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que impulsa el gobierno.
«Ellos dijeron que acabarían con el PAC cuando llegasen al gobierno, lo que es algo muy grave, pues estamos aquí justamente inaugurando una obra concreta, de ese programa que ellos dicen que no existe», manifestó Rousseff.
«Dilma Rousseff miente. Mintió en el pasado acerca de su currículo (al que había agregado una maestría y un doctorado que no tenía) y miente hoy sobre sus adversarios», respondió el senador Guerra.
«Mentir, omitir, disimular y transferir responsabilidades son las bases del discurso de Dilma Rousseff», añadió el senador socialdemócrata.
«Sergio Guerra es un babaca», intervino el presidente Lula da Silva usando una expresión que podría significar «idiota» o «bobalicón».
«El presidente hace comentarios en lenguaje bajo, que no voy a contestar en el mismo nivel. El es conocido por no saber controlar su vocabulario», retrucó el senador socialdemócrata.
Por su parte, el senador José Agripino Maia, líder del partido Democrático (DEM), criticó lo que consideró una «prepotencia» del gobierno.
«El presidente se atreve a insultar a un senador y presidente de partido, y el abogado general cree que puede hablar en nombre del TSE, sobre las decisiones que éste tomará», dijo Maia.
En tanto, el presidente electo del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), José Eduardo Dutra, advirtió que no participaría en «disputas de comadres» con la oposición.
Para los observadores, si ese clima se mantiene, la campaña electoral promete fuertes emociones.
Fuente original: http://www.argenpress.info/2010/01/brasil-comienza-definirse-la-carrera.html