El Comité de Agricultura de la Organización Mundial de Comercio (OMC) inició la consulta entre los países miembros orientada a definir la estrategia que se seguirá para reducir subsidios a las exportaciones y la producción agrícola, que los países más ricos del mundo conceden a sus sectores, pero con lo que han provocado una importante distorsión en el mercado internacional. El grupo deberá tener listo a fines de abril el documento con el que se deberá resolver el tema agrícola, que se ha convertido en el principal obstáculo para que la OMC avance en la liberalización total de comercio, como está considerado en la Ronda de Doha para el Desarrollo.

El trabajo encabezado por el embajador Crawford Falconer no será nada fácil -como él mismo apuntó en una misiva enviada a los negociadores de cada uno de los países miembros-, por su complejidad, las diferencias que existen pero, sobre todo, por el escaso tiempo con el que cuentan para tener listo el documento final.

Entre las preguntas, que a la vez son propuestas para avanzar en la negociación, Falconer expuso si sería posible encontrar una base de convergencia para establecer los recortes a los subsidios que los países ricos otorgan a sus productores agrícolas, así como a los exportadores a través de distintas figuras, esto con la intención de »responder a la directriz de lograr recortes efectivos de la ayuda interna causante de la distorsión del comercio».

Asimismo, propuso reflexionar sobre si los países en vías de desarrollo que otorgan subsidios de acuerdo con sus posibilidades deberán hacer reducciones y bajo qué términos, así como si los países ricos deberían hacer esfuerzos adicionales sobre este tema.

El trabajo será arduo porque los miembros de la OMC también deberán definir el calendario para establecer los plazos para eliminar los subsidios a la exportación, así como el mecanismo para desaparecer los créditos a la exportación, las garantías de créditos o los programas de seguros, que son otras formas de apoyo cuya eliminación debe ser progresiva y paralela.

Uno de los temas que causan mayor controversia es el de la ayuda alimentaria, discusión que se debe abordar desde si la definición y aplicación es la adecuada, y su vinculación a crisis humanitarias o desastres naturales, climáticos y basados en una evaluación de las necesidades.

En una situación de urgencia deben presentarse pruebas claras de que se ha producido un acontecimiento o una serie de ellos que ocasionen »sufrimiento en los seres humanos o que representan una amenaza inminente para la vida humana o los medios de subsistencia, que el gobierno en cuestión no está en condiciones de remediar, por lo anormal de los hechos y su escala excepcional».

De ahí se debe avanzar a si la ayuda alimentaria deberá darse en especie, mediante »monetización o a través de rexportaciones, a fin de evitar que se abuse de este mecanismo o que sirva para disfrazar subsidios», entre algunos de los puntos a tratar.