Es curiosa la visita de Alejandro Sanz en estos momentos a Venezuela. Un eterno crítico del Presidente Chávez, que desconoce absolutamente el nivel de cambios y transformaciones en Venezuela, viene a pesar de sus promesas pasadas de no cantar más en el país hasta que Chávez deje de ser Presidente. En 2003-2004, mientras José María […]
Es curiosa la visita de Alejandro Sanz en estos momentos a Venezuela. Un eterno crítico del Presidente Chávez, que desconoce absolutamente el nivel de cambios y transformaciones en Venezuela, viene a pesar de sus promesas pasadas de no cantar más en el país hasta que Chávez deje de ser Presidente.
En 2003-2004, mientras José María Aznar enviaba tropas españolas a Irak asegurando que ese país tenía armas de destrucción masiva, Alejandro Sanz acusaba reiteradamente a Chávez de ser un «tirano», burlándose de él y respaldando abiertamente a la oposición cuando ésta recolectó firmas contra el Presidente Chávez en 2004. Los conciertos de Sanz en Venezuela difícilmente eran multitudinarios (apenas 4 mil asistentes en el estadio de la UCV en 2004). Colectivos en Internet organizaron aquel año, sin mucha publicidad, una recolección de firmas contra Alejandro Sanz. Aunque no esperaban recolectar más de mil o dos mil firmas, reunieron unas 243 mil.
Pero en nuestro país, muchos desconocemos las realidades que los gobiernos de derecha han implantado en España. Medidas que jamás soñaríamos ver aplicadas en nuestro país, pero que han beneficiado enormemente a Alejandro Sanz y otros sirvientes de las transnacionales del entretenimiento.
Sanz, al igual que muchos músicos comerciales españoles, se benefician del «canon», un impuesto que el gobierno de ese país cobra a absolutamente toda persona que compre medios digitales. Si vas a comprar en España un CD o DVD virgen, un reproductor de MP3, un disco duro, un celular que reproduzca MP3 o MP4 o similares, el Estado español te cobrará un impuesto presuponiendo que tú eres un criminal, que usará esos aparatos para copiar música ilegalmente y quitarle dinero al pobre y desafortunado de Alejandro Sanz y sus amigos.
En Wikipedia podemos ver una tabla, que indica los impuestos a pagar:
- por un disco duro, 12 euros o 70 BsF;
- por un reproductor de MP3 o MP4, el impuesto es de 3,15 euros o 18,5 BsF;
- por un escáner, 9 euros o 52 BsF;
- por un celular que reproduzca MP3, 1,17 euros;
- por cada CD virgen, 0,17 euros (1 BsF); por cada DVD virgen, 0,44 euros (2,58 BsF). En efecto, el impuesto es mayor que el costo del CD ó DVD virgen.
- por una fotocopiadora, entre 13 a 227 euros (de 76 a 1.334 BsF), dependiendo de la cantidad de páginas por minuto que pueda procesar.
- Qué raro que no cobren canon a quienes compren papel o cuadernos, ¿verdad?
Este impuesto es adicional al Impuesto al Valor Agregado o IVA, que en ese país alcanza el 18 por ciento (por cierto, el IVA también se inventó en España).
La Asociación de Internautas de España ha denunciado repetidas veces que, por culpa de este impuesto, los españoles deben pagar mucho más de lo que se cobra en otros países por los mismos productos. Por ejemplo, un paquete de 50 DVDs vírgenes cuesta en España 22 euros, pero en Alemania cuesta 6 euros. En Venezuela, a pesar de lo mal implementado que está el control de cambios, y a pesar de la especulación generada por los empresarios, sin embargo un paquete de 50 DVD vírgenes cuesta el equivalente a 12 euros, algo más de la mitad de lo que cuesta en España.
Los partidarios del canon (entre ellos la joyita de José María Aznar) aseguran que el mismo permite que las y los artistas puedan cobrar una compensación económica. La realidad es que la SGAE, la Sociedad General de Autores y Editores (una asociación privada que se dedica a la defensa de los derechos de las grandes transnacionales del mundo de la música, así como a los artistas comerciales que éstas representan) es quien cobra buena parte de los beneficios del impuesto. Supuestamente lo reparte entre los músicos; el reparto se realiza de forma proporcional a la «importancia» del autor.
Alejandro Sanz, según ellos, es un artista muy «importante». Así que, además de lo que Sanz recibe por la venta de sus discos y de los idiotas que pagaron en Venezuela hasta Bs.F. 2.500 (581 dólares o 427 euros) por verlo cantar, él también recibe una parte de ese canon que cobra la SGAE.
Sanz, en alusión al Presidente Chávez, dijo en 2004 que si alguien recogiera 3 millones de firmas para que él deje de cantar, lo haría. Seis años después, alguien logró algo parecido: la asociación Todos Contra el Canon logró en España 3 millones de firmas para que el canon digital sea eliminado. Sanz obviamente se quedó mudo; jamás atacaría a la mano que le ha dado miles y miles de euros de ganancia.
La SGAE es famosa por maniobras abusivas y absurdas para intentar recabar dinero, entre ellas:
- Contratar a un detective para infiltrarse en una boda, grabar las canciones en ellas reproducidas y luego multar con 600 euros a los recién casados, por supuestamente haber reproducido canciones sin permiso.
- Cobrar a las peluquerías 12 euros mensuales por colocar la radio a sus clientes.
- Cobrar a los gimnasios 180 euros mensuales por colocar música para hacer aerobics. Otro gimnasio tuvo que pagar 1.400 euros este año por la misma razón; fueron grabados por un detective con cámara oculta.
- Cobrar a una discoteca unos 2.280 euros porque sus DJs mezclaron música de Melendi, Alejandro Sanz o Amaral, junto a música Creative Commons. Los DJs tienen muchos temores, pues la SGAE envía a la policía a revisarlos constantemente exigiendo que mezclen usando CDs originales, e incluso se ha hablado de que los DJs tengan que sacarse una licencia ante la SGAE.
La policía de Madrid se presentó en la discoteca Low mientras el DJ Dani Rivero Baughman pinchaba su sesión en directo. La sala ya pagaba un canon de 500 euros mensuales a la SGAE, pero ésta igualmente envió a la policía a revisar que el DJ usara discos originales. Fuente: Hipersonica. |
- Cobrar a un colegio en Galicia la cantidad de 100 euros, porque los alumnos de este colegio hicieron la obral teatral «Bodas de Sangre«, del gran Federico García Lorca, poeta y dramaturgo izquierdista y republicano asesinado en plena Guerra Civil española por sus posiciones políticas y por ser homosexual, y quien de seguro estaría totalmente opuesto a esta ridiculez.
- Cobrar a eventos por presentar músicos, aún cuando éstos no están afiliados a la SGAE. A uno le cobraron 14 mil euros.
- Cobrar dinero a conciertos benéficos, como uno contra enfermedades degenerativas, que debió pagar a la SGAE aún habiendo dado pérdidas.
- Otro caso famoso es cuando intentaron cobrar 5.600 euros a un concierto benéfico para salvar la vida de un niño con la rara enfermedad de Alexander, en el cual David Bisbal tocó gratuitamente. La SGAE en efecto cobró el dinero, pero el escándalo fue de tales proporciones que decidieron devolverlo.
- Ni el pueblo saharaui se ha salvado; un concierto benéfico a favor de construir escuelas para niños y niñas de dicho lugar tuvo que pagar 3.200 euros a la SGAE.
- También demandaron a un pueblo completo, Santoyo, por colocar música en sus fiestas. Exigen al Ayuntamiento un pago de 6 mil euros.
- Y demandaron a otro pueblo, Fuente Obejuna (ubicado en Andalucía) por la realización de la obra teatral Fuenteovejuna, que escribió Lope de Vega hace casi 400 años. Le exigen 32 mil euros.
Para Alejandro Sanz, Chávez es un tirano. Pero nuestro «tirano» no es quien demanda a todo aquel que lo critique en los medios de comunicación. La SGAE sí lo hace:
- La Asociación de Internautas fue condenada a pagarles 36 mil euros, pues emitieron comentarios que supuestamente lesionan su honor.
- La SGAE exigió 9 mil euros de compensación a la revista Quimera, que ironizaba sobre sus tácticas.
- Demandaron al afamado diario Público, exigiendo una compensación de 30 mil euros dada la posición crítica de ese diario en contra del canon digital.
- A un bloguero, Julio Alonso, lo demandaron en 2007 por un artículo informativo en torno a ellos, exigiéndole 9 mil euros, eliminar la nota y publicar una rectificación. El artículo no era ofensivo ni insultante, sólo informaba de cómo algunas personas habían ideado una forma de hacer quedar mal a la SGAE usando búsquedas en Google.
- La organización anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT) también fue demandada por la SGAE, exigiendo que pagaran 6 mil euros.
- SGAE demandó y forzó a Frikipedia a cerrar sus puertas (Frikipedia es una página web que parodia a Wikipedia, presentando con humor diferentes temas), exigiéndole entre 9 mil a 12 mil euros de compensación, ello por un artículo burlándose de esa organización. Frikipedia duró cerrada más de un año, y tuvo que pagar 600 euros de compensación.
El artículo por la cual fue demandada decía en parte:SGAE («Siempre Ganamos Algunos Euros»)ONG inspirada por la acción de Dios y que pretende salvar nuestras almas del Infierno, así como meternos entre ceja y ceja de una vez que, al contrario de lo que nos explicaron de pequeños, compartir es malo.Se dedica principalmente a defender los derechos de los grandes artistas (como David Bisbal, Alejandro Sanz, etc), recaudar dinero para obras benéficas (es decir, obras de ampliación de sus mansiones), la creación de asociaciones culturales y el cultivo de coles de Bruselas, así como diversas actuaciones de intimidación tipo mafia y organización de campañas de desinformación para el pueblo llano.
Luego de haber leído todo lo que ocurre constantemente en España, espero usted se una a quienes no aceptamos de ninguna forma que ciudadanos españoles vengan a criticar a nuestra país y nuestras libertades, miles de veces más amplias que las de ellos. Lamentablemente, la basura de medios que proliferan en España tienen a buena parte de su pueblo hipnotizado, haciéndoles creer que, del otro lado del charco, hay una cruel dictadura que tiene a los venezolanos sometidos, cuando la realidad es que son ellos quienes la viven.
No critico tu derecho a vivir feliz en tu dictadura, amigo español. Ve a ver a Alejandro Sanz este sábado, y déjame vivir mi «dictadura» en paz.
Les dejo un final musical a esta entrada: Toni A. Martínez & Gina – Cuando fuimos piratas
Fuente: http://aporrea.org/medios/a112562.html