Hace un par de días hablaba sobre el cómo la Unión Europea incluía clausulas protectoras de los derechos de autor en los Tratados de Libre Comercio que realizaba alrededor del mundo. Sin embargo hay otra parte del mundo, esa que a menudo se nos olvida, que también sufre las consecuencias del copyright, África. ¿Cómo podría […]
Hace un par de días hablaba sobre el cómo la Unión Europea incluía clausulas protectoras de los derechos de autor en los Tratados de Libre Comercio que realizaba alrededor del mundo. Sin embargo hay otra parte del mundo, esa que a menudo se nos olvida, que también sufre las consecuencias del copyright, África.
¿Cómo podría afectar la propiedad intelectual a un continente con una industria audiovisual o musical sin demasiado interés a lo largo y ancho del globo? Pues eso es precisamente lo interesante, pero también lo avergonzante y sobre todo, denunciable.
ACA2K (African Copyright and Access to Knowledge) es un proyecto en el que unos 30 investigadores han estudiado durante más de 3 años la situación del copyright en 8 países africanos: Egipto, Ghana, Kenia, Marruecos, Mozambique, Senegal, Sudáfrica y Uganda.
Las conclusiones publicadas en su libro son claras (y gratuitas); dichos países tienen unas condiciones de protección muy superior a lo que exigen los organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio u otros tratados de este ámbito (TRIPs, 1994) y más elevadas que las de los países occidentales. ¿Por qué?
Sin excepciones a la defensa de la propiedad intelectual
A menudo criticamos casos de persecución en Europa para aquellos que «piratean» contenidos, ya sea en forma de películas, software, música o fotocopiando libros. En otras ocasiones vemos con escepticismo lo que ocurre al otro lado del atlántico, cuando incluso algún niño ha llegado a ser demandado por la industria de turno por descargarse material de forma «ilegal» por aquellas tierras norteamericanas.
Sin embargo, donde realmente las cosas están serias es en el continente más desfavorecido del mundo (utilizando eufemismos), que concentra la mayor cantidad de población pobre del planeta. Allí, no hay ninguna regulación que permita excepciones en cuanto a la exhibición de material protegido, por ejemplo, con fines educativos. No existe a ningún nivel. Ni siquiera para casos tan extremos como en el caso de los ciegos con el alfabeto braile.
La ventaja de que en África el respeto a la ley brille por su ausencia en muchas regiones, es lo que permite que sistema educativo funcione. La fotocopia de libros está a la orden del día y es un «mecanismo habitual» para acceder al material educativo. El problema llegará cuando la economía crezca y la ley pueda aplicarse, lo cual supondrá una importante traba a la enseñanza, con todo lo que eso significa.
Pese a la situación actual, ciertas zonas del norte pueden desarrollarse a gran velocidad en los próximos años y, antes de que encuentren en el copyright un impedimento a su evolución social, sería mejor adaptar sus normas a las necesidades reales. Con este objetivo los autores del estudio proponen las siguientes reformas (gracias a Informatica Verde):