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¡No te quemes!

Como protegerte del Cañón del Dolor de Raytheon

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

En un artículo publicado el 28 de mayo en Counterpunch, Michael Dickinson describió el artefacto de microondas para dispersar multitudes producido por la corporación Raytheon. Quiero presentar algunas sugerencias de posibles contramedidas. Primero, describiré brevemente la naturaleza del instrumento.

Estamos familiarizados con el horno de microondas. En este proceso, la radiación electromagnética con longitudes de onda en el área de milímetros a centímetros penetra el alimento y causa el calentamiento de sus moléculas. Ya que la mayoría de los «alimentos» contiene agua, es sobre todo esa molécula la que se calienta. Sin embargo, muchas moléculas con dimensiones físicas similares en cuanto a la longitud de los enlaces entre los núcleos atómicos pueden ser calentadas de un modo parecido. La física es la siguiente:

Las moléculas están construidas por átomos individuales conectados por enlaces químicos en estructuras geométricas. El agua es H2O, un átomo de oxígeno conectado por dos enlaces (covalentes) a dos átomos de hidrógeno, la configuración es una V con un ángulo interior de justo bajo 105 grados. La distancia entre los núcleos es del orden de un Angstrom, lo que es aproximadamente una diez mil millonésima parte del metro, 0,000.000.000.1 metros. Los átomos a cada extremo de cada enlace químico en la molécula de agua son diferentes (heteropolares), de modo que existe una ligera diferencia en la carga eléctrica de un extremo del enlace al otro. Esto tiene que ver con las complejidades de cómo los electrodos (bajo peso, partículas orbitantes de carga negativa) de los núcleos atómicos individuales (relativamente masivos y de carga positiva) orbitan alrededor de los núcleos de la molécula, como estructura compleja. Este desequilibrio de carga causará que la molécula se mueva para alinearse con un campo eléctrico impuesto. Si el campo eléctrico alterna, las moléculas pueden ser puestas en un movimiento alterno, como ser una rotación alrededor del punto medio de un enlace químico como si fuera una conexión sólida; o una vibración como si el enlace fuera un resorte. Es así como los campos eléctricos alternos de microondas, con frecuencias de decenas a cientos de gigahertz (GHz; 1 Hertz = 1 ciclo por segundo), excitan moléculas. El movimiento molecular es calor; es el movimiento acelerado de moléculas en un cuerpo de material que es sentido como calor. Las moléculas excitadas colisionan más rápidamente con sus vecinas y las fronteras que contienen el material, y este efecto tiene los efectos macroscópicos que llamamos presión y calor.

Usted verá que su horno microondas tiene una malla colocada en la ventana de la puerta. Esa malla es un material conductivo eléctrico (metal) con agujeros más pequeños que la longitud de onda de las microondas producidas. Debido a que los agujeros son más pequeños que la longitud de onda, la malla «aparecerá» como una lámina continua de material conductivo eléctrico a las microondas dentro del horno (cavidad) y actuará como una «toma de tierra» efectiva o cubierta protectora que «hace un cortocircuito» con el campo eléctrico de las microondas, e impide su escape. El propósito de los agujeros es posibilitar que uno vea el interior del horno mientras está en operación. Evidentemente, si los agujeros fueran mayores que la longitud de ondas de cualquier radiación electromagnética producida en el horno microondas, esa porción de longitud de ondas corta escaparía. Por lo tanto, la malla de la puerta es un importante dispositivo de seguridad, y podemos (deberíamos poder) esperar que una malla similar esté encastrada dentro de las paredes del horno. (Nota a los «escritores»: la repetición es la esencia de la pedagogía.)

El aparato para dispersar multitudes es básicamente la dirección de emisiones del entorno de un horno microondas hacia un sitio remoto. ¿Extrae simplemente Raytheon la malla de contención de una pared y deja que se escapen las microondas? Es demasiado ineficiente. En su lugar se utiliza un complicado sistema llamado «agrupación de antenas controladas por fase». Una agrupación de antenas controladas por fase es la combinación de numerosas antenas individuales (simples osciladores electromagnéticos) contiguas, pero cada una accionada de tal manera que la emisión combinada de la agrupación tiene una propiedad similar a un rayo. Si uno imagina a varios niños dando palmaditas a la superficie del agua en una bañera de manera que el efecto combinado dé como resultado una gran ola, a diferencia de que cada una de las olitas interfieran las unas con las otras con poco efecto fuera de producir una espumosidad sin una variación significativa del nivel del agua, se comprenderá el concepto. La matemática de la producción del rayo es implementada por complejos circuitos que suministran energía a numerosos pequeños nodos de antenas (los niños), y controlados – o «puestas en fase» – por computadoras.

A través de estos medios, el entorno electromagnético de un horno de microondas puede ser transmitido, o proyectado a una cierta distancia. Es el dispositivo del «rayo del dolor» desarrollado para los militares de EE.UU. Obviamente el grado de molestia y destrucción que se puede sufrir depende de la intensidad disponible. [Véase vídeo de una prueba sobre un periodista – en inglés, N. del T.] Un artefacto práctico de dispersión de multitudes requiere un medio razonable de transporte, o sea un camión o un «humvee.» Esto sugiere que la fuente de energía para el artefacto se limita al motor del transporte (tal vez propulsando un generador eléctrico). Considerando la eficiencia del proceso, y la magnitud del motor del transporte, tendremos los medios para determinar el alcance efectivo del artefacto (y también debemos conocer una cierta densidad «efectiva» de energía en el «objetivo.»)

Perfecto, ¿pero cómo lo frustras? La mejor protección es la distancia, ¡no seas su objetivo! Sin embargo, si uno quiere participar en una manifestación y estar protegido de este artefacto, la mejor protección sería ser tu propio escudo electromagnético o «jaula de Faraday», con agujeros que sean pequeños respecto a la radiación incidente y con un cable a tierra que conduzca la energía electromagnética interceptada lejos de tu persona, entonces estarás seguro. No es probable que este remedio sea práctico, pero entonces, tal vez haya talentos creativos que encuentren perfeccionamientos efectivos de este concepto. Un traje de blindaje con cadenas que cuelguen de tus talones para conducir corriente a tierra podría no ser la protección ideal. Sin embargo, escudos de plástico con mallas incorporadas, incluso papel de aluminio o mylar aluminizado (¿bolsas de desechos brillantes?) detrás de las cuales puedan pararse (¿acurrucarse? ¿acuclillarse?) los individuos podrían ayudar a la gente a frustrar la intención del artefacto. Una vez que la gente comprenda la física utilizada en su contra, podrá crear materiales fácilmente disponibles para tomar contramedidas efectivas; esto requiere una cierta planificación.

Ya que una asamblea popular podría planificar su protección de un artefacto de dispersión de multitudes de rayo de calor, armándose de escudos protectores del largo del cuerpo, y de trajes Faraday, ¿podría también utilizar sus escudos como reflectores y «ponerlos en fase» para devolver el rayo a su fuente? Esto recuerda la historia del rayo de calor de Arquímedes, durante el sitio de Siracusa en 214-212 a. de C. El historiador romano Lucano escribió que durante el sitio de la ciudad por Roma, Arquímedes hizo que los defensores de Siracusa alinearan sus escudos de bronce y cobre, que habían sido altamente pulidos, para reflejar la luz del sol sobre los barcos atacantes, que estallaron en llamas. Experimentos modernos orientados a duplicar este efecto muestran que el efecto es más probable con numerosos reflectores, condiciones ideales del tiempo, una orientación de los objetos respecto al sol, y con materiales y revestimientos altamente combustibles (por ejemplo, barnices para la madera) en los objetivos. Para una falange de nuestros Caballeros Faraday de acción popular, el equivalente sería utilizar los lados cóncavos (tal vez parabólicos) de sus escudos protectores y reflectores (sin cables a tierra, y con mangos aislados para sus usuarios) para redirigir la radiación de microondas incidente a su fuente, o cerca de ella.

Desde luego, hay que darse cuenta de que es seguro que cualesquiera contramedidas exitosas para los artefactos de rayos de dispersión de multitudes lleven a las autoridades a escalar a medidas más letales de control. Para una revolución continua, es simplemente otro nivel de planificación.

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Manuel Garcia, Jr. es un físico independiente; escriba a: [email protected]

http://www.counterpunch.org/garcia06022008.html