Mucho se habla de los paraísos fiscales. Todo el mundo reniega de ellos y se considera probado que sus negocios se emplean para financiar el crimen organizado, pero ahí continúan. El libro «Costa Nostra. Las mafias en la Costal del Sol» (Editorial Atrapasueños), del periodista Miguel Díez Herrera y el político de Izquierda Unida Antonio […]
Mucho se habla de los paraísos fiscales. Todo el mundo reniega de ellos y se considera probado que sus negocios se emplean para financiar el crimen organizado, pero ahí continúan. El libro «Costa Nostra. Las mafias en la Costal del Sol» (Editorial Atrapasueños), del periodista Miguel Díez Herrera y el político de Izquierda Unida Antonio Romero, ambos malagueños, nos ayuda a comprender los poderosos intereses que impiden que los gobiernos actúen contra esos santuarios económicos del crimen.
Ante la pasividad de los dirigentes políticos en las dos últimas décadas se ha multiplicado por cinco el dinero resguardado en los 74 puntos considerados paraísos fiscales repartidos en los cinco continentes, en total siete billones e dólares, un 13 por ciento del PIB mundial, un fraude fiscal cifrado en unos 255.000 millones de dólares. Algunos de estos paraísos se encuentran muy cerca, por ejemplo en Gibraltar, que con 30.000 habitantes cuenta con más de 80.000 sociedades mercantiles registradas. Según el FMI, anualmente se blanquean en estos paraísos 1’5 billones de dólares procedentes de actividades con bandas criminales organizadas, fraude fiscal y corrupción. Todo ello mediante tres millones de sociedades y fundaciones a través de las cuales las organizaciones criminales, las grandes empresas, las multinacionales, la banca y las grandes fortunas personales ocultan su contabilidad, burlan el pago de impuestos y blanquean dinero negro. Se estima que, sólo en lo referente a las grandes multinacionales de Estados Unidos, un 31 % de sus beneficios netos se esconde en paraísos fiscales. La Red de Justicia Global llama la atención sobre el hecho de que en 1950 las grandes corporaciones norteamericanas representaban el 28 % de los ingresos federales y en la actualidad no alcanzan el 11. El fraude al Tesoro norteamericano lo cifra la CIA entre 70.000 y 100.000 millones de dólares al año. Según han denunciado las federaciones internacionales de sindicatos, de las 275 empresas más grandes de Estados Unidos, 82 no pagaron impuestos entre 2001 y 2003.
Díez y Romero destacan que lo importante es saber que esa economía de criminales está íntimamente ligada a la economía legal. Un cártel de la droga, por ejemplo, necesita contar un abanico de sociedades y cuentas bancarias para operar, y con ellos todo un plantel de industriales, intermediarios, abogados, financieros, etc… con apariencia de honrados. Así encontramos que tres de los colosos de la banca mundial, el Citigroup, Royal Bank of Scotland y Lloyds Banck, cuentan con una legión de sociedades opacas.
La Unión Europea estima que de ponerse fin a la actividad del narcotráfico el volumen de la economía de Estados Unidos descendería entre un 19 % y un 22 %. Es lógico por tanto comprender la escasa voluntad de las autoridades económicas y políticas en actuar contra los paraísos fiscales. El caso español es similar. Los autores del libro recuerdan que, al cierre contable de 2007, cinco de los principales seis bancos españoles: Santander, BBVA, Banco Popular, Banco Sabadell y Banesto poseían participaciones en sociedades radicadas en paraísos fiscales. El Grupo Santander, en el ejercicio 2007, tenía una fuerte presencia, a través de 33 sociedades, en varios paraísos fiscales como Jersey, la Isla de Man, Guernsey, las Islas Caimán y Bahamas, con un capital y reservas que rondaban los 5.000 millones de euros. A todo ello añadir sus sociedades radicadas en Panamá, Luxemburgo, Holanda y Suiza. Por su parte, BBVA cuenta con tres sucursales en Caimán y una en Antillas Holandeses, además de BBVA Panamá.
En cuanto a otras empresas españolas, el Registro de Inversores del Ministerio de Industria contabiliza 8.300 millones de euros en paraísos fiscales desde 2003, y todo ello sin tener en cuenta las sumas sin declarar.
Un informe del Observatorio de la Responsabilidad Corporativa prueba que 18 de las 35 grandes compañías nacionales que cotizan en el IBEX tienen sociedades participadas en paraísos fiscales, lo que muestra la alianza entre grandes empresas y fortunas con los paraísos fiscales para defraudar y delinquir.
Todo esto y mucho más encontrará en este libro valiente que nos ayuda a comprender quiénes son verdaderamente los dueños del mundo observando que ni instituciones internacionales, ni gobiernos actúan contra esa situación.
Antonio Romero y Miguel Díaz. «Costa Nostra. Las mafias en la Costa del Sol». Atrapasueños editorial, 2009. Www.atrapasuenos.org
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.