En el marco del conflicto armado interno de Sri Lanka, hay mujeres que terminan sus días como atacantes suicidas. Un documental noruego que, precisamente, muestra el entrenamiento de dos guerrilleras de 24 años enfadó a Colombo porque plantea importantes cuestiones acerca de la guerra y sus consecuencias.
Las mujeres pertenecen a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil, la insurgencia que lucha por un territorio independiente para la minoría tamil desde los años 70. Una de cada tres de sus integrantes es mujer.
El filme documental titulado «My daughter the terrorist» («Mi hija la terrorista») sigue a Darshika y Puhalchudar, dos guerrilleras de elite en su entrenamiento para diferentes misiones, que pueden incluir ataques suicidas contra objetivos considerados enemigos.
También aparece la madre de una de ellas describiendo la situación trágica de pérdida y de sacrificio que produce la guerra
Ya han muerto unos 300 atacantes suicidas de los Tigres Negros, el escuadrón de elite de los Tigres tamiles fundado en 1987 y al que pertenecen Darshika y Puhalchudar.
Las mujeres insisten en que sólo se atacan objetivos militares, pero la organización de derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York, acusa al ejército y a los rebeldes de graves violaciones, incluidos ataques contra civiles y el reclutamiento de niños y niñas.
Los enfrentamientos aumentaron de forma drástica tras el quiebre gradual de los acuerdos de paz y del cese del fuego propiciado por Noruega en 2002.
Actualmente, el gobierno libra una fuerte ofensiva a gran escala contra los rebeldes en el norte del país, con gran número de víctimas en ambos bandos.
Miembros activos de los Tigres Negros nunca fueron entrevistados antes, según el filme producido en 2007 por Snitt Film Production.
La directora noruega Beate Arnestad mantuvo un año y medio negociaciones delicadas con los Tigres tamiles antes de tener acceso al escuadrón en la época del cese del fuego.
«Quise mostrar el costo humano de la guerra», explicó Arnestad a IPS. «Es común obtener declaraciones oficiales de los políticos, pero quería ver cuáles son los costos reales y qué sucede a una población en que la guerra golpea a más de una generación».
«¿Así nace el terrorismo? Me pregunto cómo una persona se convierte en atacante suicida, una elección que parece totalmente incomprensible para muchos de nosotros», señaló.
«La mayoría de las familias llevan un estilo de vida muy tradicional y especialmente las mujeres. Que una de ellas se convierta en soldado y atacante suicida en potencia implica un paso muy grande y radical», añadió.
En el filme, Darshika cuenta que se unió a los rebeldes tras la muerte de su padre cuando tenía 12 años y a raíz de los abusos y humillaciones que padeció a manos de oficiales del ejército.
La joven Puhalchudar y su familia fueron rescatados por los Tigres tamiles que defendían un puente que ellos intentaban cruzar escapando del ejército.
«Gracias a ellos mi familia pudo salvarse. Cuando corríamos en medio del bombardeo, el ejército nos atacó. Pero los Tigres repelieron la agresión y sobrevivimos. Después sentí que tenía que salvar a esta gente. Sentí que, si no me unía a la insurgencia, nuestro pueblo sería esclavizado», relató Puhalchudar sollozando en una de las escenas emotivas del documental.
Ambas mujeres son cristianas y no actúan por fanatismo religioso.
Los Tigres tamiles no adhieren a ninguna religión en particular.
«¿Si hay un Dios, por qué nos mantiene en este sufrimiento sin fin? Hasta los que van a la iglesia en busca de protección terminan en un baño de sangre», señala Darshika en el filme.
El productor y codirector Morten Daae indicó que los atacantes suicidas no son mártires religiosos, pero sí son venerados como héroes.
«En Occidente se tiene el preconcepto de que los atacantes suicidas son fanáticos musulmanes que ansían las vírgenes que los esperan en la otra vida, pero eso no sucede aquí», explicó Daae a IPS.
«No creen que vayan a recibir una recompensa después de la muerte ni nada parecido, pero serán recordados todos los años en el Día de los Héroes, cuando los poblados rinden honores a sus mártires con fotografías y velas encendidas», prosiguió.
«Ellas están dispuestas a recorrer ese camino para proteger su país, sus familias y su pueblo y están orgullosas de ello. Debido a que viven en una sociedad dominada por los hombres, las mujeres de los Tigres Negros gozan de un estatus muy elevado en comparación con sus pares. Son respetadas y temidas a la vez», contó Daae.
«Cuando se las ve entre civiles se puede observar hasta cierto grado que irradian mucha más autoridad y confianza en sí mismas que otras mujeres que las rodean», añadió.
Le llevó tiempo a la directora ganarse la confianza de las jóvenes protagonistas. Daae cree que ayudó el hecho de que Arnestad es mujer.
«Al principio, ellas eran muy cuidadosas y mantenían el discurso oficial. Creo que el hecho de que Arnestad fuera mujer hizo que el tiempo que demoró en convencerlas de abrirse rindiera sus frutos, porque es más fácil hablar con una mujer. Por supuesto, también es una entrevistadora muy hábil», añadió.
La tarea se facilitó cuando las jóvenes fueron llevadas a sitios con los cuales tenían vínculos estrechos, como lugares donde pasaron su infancia.
Daae pone el ejemplo de una escena en que Darshika llega a una iglesia que fue reconstruida tras haber sido destruida en la guerra, antes de sucumbir otra vez a causa del tsunami de 2004.
«Se quebró totalmente porque siendo niña solía concurrir a esa iglesia. Después de eso se abrió y reveló todo sus sentimientos», señaló.
El filme fue premiado y tuvo buena recepción de público en varios países, pero a Colombo no le hizo ninguna gracia.
En su sitio oficial, el gobierno acusa al documental de «ensalzar a los atacantes suicidas» y trató, sin éxito, de prohibir su difusión en un festival de cine de Estados Unidos, el 4 de abril, ejerciendo presión sobre el Departamento de Estado (cancillería) de ese país y su Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Arnestad no comprende la reacción del gobierno de Sri Lanka.
«El documental no justifica el terrorismo ni glorifica a los atacantes suicidas, más bien lo contrario. También me resulta extraño que las críticas se planteen un año después del lanzamiento del documental», se extrañó la directora.
«Sospecho que se debe a que ahora se está difundiendo en muchos lugares mientras Sri Lanka hace todo lo posible por imponer un bloqueo informativo», añadió.
Tras un atentado suicida ocurrido el 6 de abril, que le costó la vida al ministro de Transporte y a un deportista olímpico héroe nacional, Daae recibió amenazas de muerte anónimas por correo electrónico.
El productor no cree que haya un peligro real, pero señaló que entiende por qué algunas personas reaccionan tan duramente.
«Para algunas personas de Sri Lanka, parece que una mujer y un hombre noruegos tuvieron la imprudencia de apoyar a personas que ellas consideran simples asesinos, lo que es grave», arguyó Daae.
«Nosotros no los apoyamos, si tomamos partido es por las víctimas. Pero no sorprende que se sientan así porque lo más probable es que nunca hayan visto el documental y sólo hayan escuchado la versión de los hechos del gobierno», añadió.
El filme se terminó de rodar cuando se quebraba el cese del fuego y Darshika y Puhalchudar fueron asignadas a una nueva misión, según informaron a la producción los líderes de los Tigres tamiles.
Arnestad y Daae no pudieron conocer su paradero y no saben si aún siguen vivas.