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Venezuela

Comunidades reconocen labor del CNTI

Fuentes: Ciudad Caracas

El Centro Nacional de Tecnologías de la Información atraviesa diferentes etapas desde su creación. En el 2000 absorbe el capital humano proveniente de la Red Académica Reacciun. Años después, la Revolución Bolivariana le asigna la responsabilidad de asumir las tecnologías de información como herramientas estratégicas dentro del proceso de transformación social. En el 2004 se […]

El Centro Nacional de Tecnologías de la Información atraviesa diferentes etapas desde su creación. En el 2000 absorbe el capital humano proveniente de la Red Académica Reacciun. Años después, la Revolución Bolivariana le asigna la responsabilidad de asumir las tecnologías de información como herramientas estratégicas dentro del proceso de transformación social. En el 2004 se formaliza la intención del Estado venezolano, a través del decreto 3.390, para asumir el Software Libre dentro de las instituciones públicas como herramienta estratégica para la soberanía y el desarrollo social. Las tecnologías de la información debían estar al servicio del pueblo y, a su vez, garantizar la democratización del conocimiento científico para impulsar el desarrollo y la soberanía tecnológica. Pero nada de esto ocurría. El lobby empresarial se infiltraba tomando los espacios institucionales. A pesar del esfuerzo de las comunidades, la inercia tecnocrática heredada y la resistencia al cambio le dieron al CNTI un papel vergonzoso que lo distanciaba de las verdaderas necesidades del pueblo. Los desaciertos como el acuerdo para la adquisición de Genexus (un software de código cerrado, que genera código cerrado) y los convenios con IBM para dirigir la migración en el Estado, fueron los iconos de una etapa oscura del CNTI que no confiaba en el poder de las comunidades y orientaba sus políticas a los intereses de las empresas privadas.

El cierre de este período lo marcó progresivamente un cambio de políticas encabezada por Carlos Figueira, quien asumió las riendas del CNTI en el año 2007. Desde entonces, se produjo una reestructuración que dejó en el olvido aquellos acuerdos supeditados a intereses de las empresas privadas y la institución orientó sus políticas a la articulación con las comunidades organizadas. La distribución nacional Canaima recorre ahora todo el país formando a los niños con su contenido educativo, funciona en los comercios como plataforma para sistemas de venta, en los infocentros, en las universidades, bibliotecas e instituciones públicas. Se realizan periódicamente las Cayapas Canaima (reuniones abiertas con las comunidades que permiten conducir el destino de la distribución a los intereses de los usuarios, contraponiendo el mecanismo capitalista de imposición tecnológica).

Muchos logros se pueden subrayar que dejan minúsculos a los errores cometidos y se escapan de esta columna. Por esto, haciendo llegar el sentimiento de muchos integrantes de la comunidad de software libre, le damos un reconocimiento especial a todos los trabajadores del CNTI que supieron entender, en su labor, las políticas de inclusión fundamentales que conlleva este proceso revolucionario.

En lo personal, a Carlos Parra (Proyecto Canaima); Joaquín Muñoz, (Proyecto Canaima); Degli Pino, (formalizando las migraciones por Gaceta Oficial para evitar retrocesos); Gabriel Patrizzi, (persistente comunicador de los logros de la comunidad y la institución); y a todos los trabajadores que, día a día, se esfuerzan para continuar, mantener y profundizar los logros obtenidos.

http://www.pablo.web.ve/articulos/comunidades-reconocen-labor-del-cnti/pablo-romero/linux/software-libre