«Hay una corriente por allí que está siendo inducida, sin duda alguna, a la que hay que salirle al paso… hay algunos grupos que desconocen el tema del poder y plantean el anti-poder, una cosa que jamás he entendido. Plantean que todo debe ser horizontal… algunos grupos anárquicos que están tratando de inyectar la idea […]
«Hay una corriente por allí que está siendo inducida, sin duda alguna, a la que hay que salirle al paso… hay algunos grupos que desconocen el tema del poder y plantean el anti-poder, una cosa que jamás he entendido. Plantean que todo debe ser horizontal… algunos grupos anárquicos que están tratando de inyectar la idea de que los que estamos cumpliendo función de gobierno ya no somos del poder constituyente sino del poder constituido y que ellos son del poder constituyente y no merecemos estar en el debate popular…»
Hugo Chávez
«Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí, tras recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta.»Ernesto «Che» Guevara
Permítaseme expresar estás palabras en medio del debate político que hoy envuelve a nuestro país. Espero que lo compañeros de Aporrea permitan que estas líneas puedan ser leídas en tan importante medio de comunicación. Creo que es mi derecho a decir lo que pienso como venezolano, como militante de estos sueños y esperanzas que no dejamos que se nos vayan, a pesar de los tantos coñazos que día a día nos llevamos quienes andamos a pie sobreviviendo las embestidas del sistema capitalista.
Creo, compañero Presidente, que se está equivocando mucho en los últimos meses en cuanto a algunas posturas y acciones por usted asumidas. Le digo esto, compañero, con la mayor humildad posible, porque hasta ahora lo he visto como un pana de mi barrio, como una camarada que logró llegar a un puesto clave para la profundización del proceso revolucionario. Proceso que nació con la resistencia y rebeldía de nuestros hermanos mayores ante la invasión colonial, que comenzó también con la insumisión y desobediencia de los hermanos africanos que los colonizadores españoles trajeron como esclavos a nuestras tierras, proceso del que formaron parte José Leonardo Chirinos, Josefa Camejo, Güal y España, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, proceso ejemplar en el que miles de hombres descalzos recorrieron nuestra América haciéndole frente al ejercito español y liberar a cinco naciones, el mismo de la revolución de Zamora, el del comandante Carache, Fabricio Ojeda y de los caminantes de montañas con fusil en hombro en busca de igualdad, justicia y libertad; el de los miles de muertos del 27-F que salieron a las calles hartos de injusticias, el de las asambleas de barrios y reuniones clandestinas, el de los panfletos y conversas en las esquinas de nuestras comunidades, el de la capucha del estudiante, el de la piedra contra la bala, el de Yulimar Reyes y Domingo Salazar, el del canto liberador del panita Alí Primera, el del pueblo que confió en ti para que fueras presidente de Venezuela y te rescató el 13 de Abril de 2002 de las garras del fascismo.
Compañero Presidente, te escribo desde abajo, desde donde nos cuesta mucho que nos escuches para decirte que aún tenemos hambre a pesar de Mercal, donde tenemos que seguir trabajando como burros para enriquecer burgueses y llevarnos una limosna a la casa, donde estamos endeudados hasta con nuestros propios panas para solventar nuestras necesidades, donde se nos siguen muriendo carajitos como a Ruperto a pesar de Barrio Adentro, donde no todos podemos terminar los estudios porque necesitamos plata para sobrevivir, donde nuestros amigos de infancia (chamos sanos, víctimas del sistema) se vuelven malandros y consumen drogas ante tanta desesperanza, donde no todos los que logramos ser bachilleres podemos entrar a la Universidad a pesar de las misiones, donde seguimos viendo a los ricos viviendo en quintas y nosotros hacinados en habitaciones, donde nos corren de una y otra parte porque si tenemos para comer no tenemos para pagar el alquiler, donde todo tiene un precio y no todos podemos pagarlo, desde donde vemos a los viejos y nuevos burgueses con franelas rojas pasearse ante nosotros en lujosísimos carros mientras nos hablan de «socialismo», donde escuchamos que los burócratas ganan exorbitantes sueldos mensuales en comparación con lo que tenemos en nuestros bolsillos para poder desayunar, donde vemos como los políticos nos siguen utilizando en sus discursos pero nos dan la espalda y se hacen los sordos cuando nos acercamos a decirles que nosotros también existimos, donde vemos como la policía sigue arremetiendo contra los panas del barrio y la impunidad reina para los ricos y poderosos, donde seguimos viendo un mundo diferente a través de los medios de comunicación a como es verdaderamente nuestra realidad.
No quiere decir esto, compañero Presidente, que no reconozcamos las reivindicaciones que se han logrado durante tu mandato y los avances del proceso revolucionario, pero compañero, vemos con preocupación cómo las estructuras establecidas para el ejercicio del poder desde el Estado siguen intactas y los remedios que se han implementado no han atacado aún la raíz del problema. Estamos cansados, compañero, estamos cansados de tantas mentiras y medias verdades, estamos cansados de tantas falsas promesas y de tantas traiciones. Por aquí en mi barrio yo no he visto a nadie nuevo, a ningún burgués, ni a ningún gringo induciéndonos a derrocarlo, por aquí yo miro a la misma gente de siempre, la misma que te ha apoyado, muy decepcionada, compañeros y camaradas que no quisieron votar el 2D, tal vez para llamarte la atención, para decirte que la cosa se esta desviando, que lo que se dice en discursos no lo vemos en la práctica y no es que nos dejemos llevar por los medios de comunicación, porque el hambre se siente en la barriga y al vecino sin casa que nos pregunta si conocemos de un sitio donde pueda mudarse y el alquiler sea barato nos los conseguimos a diario, porque al carajito de al lado lo seguimos viendo vendiendo estampitas o lavando carros en las calles.
Compañero Presidente, no se le ha ocurrido que tal vez el que está infiltrado, y desde hace bastante rato, es su entorno. No cree usted que es injusto que los altos funcionarios del gobierno tengan los sueldos que tienen mientras que aquí abajo nos tengamos que partir el lomo y vendernos como esclavos a la burguesía para tener un sueldo mísero, que sinceramente da pena compararlo. No cree usted, compañero Presidente, y disculpe la palabra, que a nosotros no nos da arrechera ver tanta miseria por un lado y tanta opulencia por otro, ver como se escapó Carmona y Ortega, ver libres a los golpistas de Abril, ver amnistías, ver al delincuente de Nixon Moreno en la embajada del Vaticano, feliz y contento mientras siguen allanando casas en el 23. Usted cree que es justo, compañero.
Por eso, compañero, nos ha dolido mucho su postura en lo últimos meses, como ya le dije, nosotros hasta ahora hemos creído que usted es uno de los nuestros, de los que estamos abajo, y lo peor que nos podría pasar sería otra traición. Así como nos dolió la derrota de la propuesta de reforma constitucional, también nos dolió mucho la amnistía de finales de Diciembre, el tratamiento que su Ministro del «Poder Popular» para el Trabajo le dio a los trabajadores de Sanitarios Maracay, aliándose con los patronos y destruyendo una toma de la fabrica que estando bajo control obrero se estaba convirtiendo en referente verdaderamente revolucionario para los obreros del país, así como las retaliaciones contra algunos obreros por su posición política, a quienes conocemos y reconocemos desde nuestras luchas dentro de nuestro proceso revolucionario y podemos asegurar que no son de derecha; vimos con tristeza las declaraciones que usted hiciera en el programa «Dando y dando» a principios de año en donde nos llama a aliarnos con la burguesía, no entendemos sinceramente compañero, no entendemos cómo vamos a aliarnos con quienes siempre nos han explotado, con quienes viven bien a costa de nuestro trabajo, con quienes han negado este proceso históricamente a pesar de que ahora muchos se disfracen y sobre todo hemos visto con profunda tristeza sus declaraciones con respecto a las manifestaciones populares de este 27 de Febrero, 19 años después de aquel otro, cómo nos va a declarar la guerra a quienes siempre le hemos apoyado, y no hablo de ninguna organización ni de ninguna corriente, hablo de los que seguimos abajo, y que a pesar de todas las desavenencias, seguimos en pie de lucha por hacer realidad nuestros sueños y esperanzas, de los que desde la izquierda pensamos que otro mundo es posible, de los que no encontramos otra vía para expresar nuestra rabia que la calle y nuestro grito rebelde, porque históricamente así es que hemos logrado nuestras victorias ante nuestro enemigo, porque en otros campos la cosa se manea y los pobres seguimos siendo pobres.
Respetamos que usted sea militar, compañero, y vea la cosa algo más vertical, pero eso no quiere decir que en esa verticalidad los que están arriba tienen toda la razón, esa verticalidad en todo caso no responde al llamado a la construcción de una democracia participativa donde nadie debería ser más que nadie y donde todos tengamos los mismos derechos a decidir y por supuesto a participar en los asuntos públicos, tal cual reza nuestra Constitución. Compañero Presidente, este pueblo es libertario, indómito y rebelde por naturaleza, no pretenda amarrarlo recuerde que «al chivo manso siempre lo arrean y eso no pasa si es montaráz». A Allende lo derribaron los burgueses, la oligarquía, la iglesia y los militares apoyados por la CIA y con Pinochet a la cabeza, quien era por cierto del círculo de «confianza» del compañero Allende; no fue ni el MIR ni el Frente Manuel Rodríguez. Durante la Guerra Civil Española, quienes estaban a la vanguardia de la Revolución era el movimiento anarquista y el POUM (Partido Obrero de tendencia Trostkista), nutridos ambos por Obreros y Campesinos, sin embargo el stalinismo les dio la espalda, llegando al punto de perseguirlos y eliminarlos, cayendo con ellos toda esperanza y deviniendo en el triunfo del fascismo.
Disculpe usted lo extenso de esta carta, pero creía necesario decirle estas cosas, como compañero y camarada que lo considero, ya que parece que sólo está escuchando a los que están arriba y aún no le llegan nuestros gritos desde la calle a pesar de las 3 R. Ojalá la Historia no vuelva a echarnos para atrás el camino andado.
Desde Abajo y a la Izquierda:
(*) Un ciudadano de a pie, militante de la esperanza en la Venezuela Bolivariana