La gira del presidente Hugo Chávez Frías por países de África, Europa, Asia y Medio Oriente permitió afianzar la presencia de Venezuela en el escenario internacional como uno de los gigantes energéticos, además de fortalecer las alianzas existentes con naciones amigas que consolidan una política exterior que tiene como principio la configuración de un mundo […]
La gira del presidente Hugo Chávez Frías por países de África, Europa, Asia y Medio Oriente permitió afianzar la presencia de Venezuela en el escenario internacional como uno de los gigantes energéticos, además de fortalecer las alianzas existentes con naciones amigas que consolidan una política exterior que tiene como principio la configuración de un mundo multipolar.
El periplo, que derivó en la firma de numerosos de acuerdos en materia energética, estratégica, alimentaria, ambiental, industrial, comercial y militar, se desarrolló con éxito en medio de una arremetida mediática que calificó a los países visitados por el mandatario nacional como controversiales’, la incipiente asistencia a las manifestaciones convocadas con la consigna de ‘No más Chávez’ a través de redes sociales, y una marcha de la oposición venezolana que protestó, sin ningún inconveniente y bajo total resguardo de las autoridades venezolanas, contra el supuesto cercenamiento su derecho a protestar.
A su regreso a Venezuela, tras sostener un encuentro con su homólogo español José Luís Rodríguez Zapatero, y el rey de la nación ibérica, Juan Carlos de Borbón, el presidente Chávez ponderó la agenda desarrollada en las cuatro regiones geopolíticas del mundo como una de las mejores de los últimos años porque colocar la voz de Venezuela «a los cuatro vientos del planeta».
África: Fortalecimiento del eje Sur-Sur
El primer país visitado por el Jefe de Estado venezolano fue Libia. Invitado a un foro extraordinario de la Unión Africana para la celebración del 40 aniversario de la revolución libia, Chávez se reunió en Trípoli con el líder, Muammar Al Gaddafi y sostuvo reuniones bilaterales con los mandatarios de Niger, Mamadou Tandja; de Mauritania, Maaouya Ould Taya; y su homólogo de Mali, Amadou Touré.
Durante los encuentros, los mandatarios africanos respondieron positivamente a la invitación del Presidente venezolano a la cumbre América del Sur África (ASA), que se realizará en la Isla de Margarita los días 26 y 27 con el objetivo de fortalecer el denominado eje Sur-Sur.
El llamado a la unidad birregional fue reiterado por Chávez a su llegada a Argelia, lugar en el que fue recibido por su homólogo Abdulaziz Bouteflika, con quien afinó detalles de la cumbre que congregará a 12 presidentes de América del Sur y 54 de la Unión Africana, y que ha fijado entre sus metas inmediatas la consolidación de alianzas estratégicas para potenciar las capacidades de ambas regiones y hacer frente a la crisis mundial con el planteamiento de salidas ajustadas a las realidades de esos países.
Entre las propuestas abordadas como tema de discusión bilateral entre el presidente venezolano y sus homólogos africanos, están el proyecto de la Universidad del Sur, la conformación del Banco del Sur, el desarrollo de mecanismos de cooperación en materia de alimentos, la creación de un fondo de inversiones conjuntas, el establecimiento de acuerdos para la producción de medicamentos, así como la profundización de los convenios en los sectores de construcción, comunicación, tecnología e investigación.
El mandatario nacional enfatizó que la cumbre no pretende ser una reunión más, sino un encuentro que logre traducir las aspiraciones de ambos continentes a propuestas concretas de impacto social que contribuyan a cerrar las brechas entre ambos continentes.
‘Hacia el norte, entre Europa y Estados Unidos, el mar está surcado de rutas aérea, marítimas y de intenso intercambio comercial; mientras que abajo, en el sur, lo que se ve es un gran vacío que es hora de empezar a llenar. Ése es el gran desafío’.
Asimismo, el presidente Chávez resaltó que tanto África como América del Sur son regiones que poseen grandes reservas de hidrocarburos, minerales, tierras de cultivo y agua dulce que escasean en las economías del ‘primer mundo’, cuestión que plantea un reto para las naciones del bloque sur en lo que respecta al resguardo de sus recursos.
‘Para poder garantizar el desarrollo social y económico de los pueblos es preciso que aseguremos nuestros recursos para no depender del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial o de la generosidad disfrazada de los países más poderosos del mundo’, aseveró.
En Argelia, uno de los principales países productores de gas, Chávez también aprovechó la oportunidad para invitar al Ejecutivo de ese país a participar en la explotación del Bloque Junín 6 de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Medio Oriente: Alianzas energéticas y comerciales
La tercera parada del viaje fue en la localidad Siria de Swaida, donde el mandatario venezolano fue recibido por una multitudinaria manifestación de apoyo de más de nueve mil personas que le acompañaron a la colocación de la piedra fundacional del Centro de Amistad de la Comunidad Sirio-venezolana en esta provincia.
En lo que respecta a las telecomunicaciones, Chávez propuso al Ejecutivo sirio la instalación de una sede de la Televisora del Sur (Telesur) en ese país.
En Damasco, se signaron 15 nuevos acuerdos que abren la posibilidad a Venezuela y a Siria de conformar empresas mixtas y alianzas agrícolas de complementariedad económica.
En materia energética, ambos países firmaron un instrumento para la construcción de una refinería venezolana en Siria que procesará alrededor de 200 mil barriles de crudo.
Sin embargo, una de las mayores alianzas en materia de energía se afianzó con la visita de Chávez a Irán. En Teherán, los países revisaron los 270 instrumentos de colaboración suscritos en años recientes, que en esta ocasión se ampliaron en cuestiones de salud, energética, transferencia de tecnología y finanzas, debido a la consolidación de la banca binacional.
Durante la octava visita de Chávez a su homólogo Mahmud Ahmadinejad, se fijó el incremento del comercio bilateral entre ambos países, el levantamiento de unidades de producción de fármacos, la siembra de arroz y la cría de ganado de carne en los estados Guárico, Aragua y Carabobo.
En materia de minería, se acordó que Irán realice estudios geofísicos y geológicos en la Faja Andina y Venezuela tenga participación en trabajos de exploración de gas de petróleo en la nación persa, a través de la estatal Pdvsa.
Asia Central: Visita inédita a un gigante del gas
El presidente venezolano, en búsqueda de nuevas alianzas, visitó por primera vez la república de Turkmenistán, país con las cuartas mayores reservas de gas en el mundo que igualmente recibió de manera inédita en su historia a un mandatario latinoamericano.
Tras sostener una reunión con el presidente Kurbanguly Berdymukhamedov en Ashgabat, capital de Turkmenistán, el mandatario venezolano instó a su par centroasiático a unirse a la OPEP del gas, propuesta planteada a finales de 2008, durante el Foro de Países Exportadores de Gas, con el respaldo de Rusia, Irán y Venezuela.
Chávez, pidió a Turkmenistán unir esfuerzos para crear un grupo global de exportadores de gas para contrarrestar a los grandes consumidores mundiales, quienes se han encargado de intentar desprestigiar a la organización alegando que la misma podría ‘manipular los suministros’.
Europa: Continuación de una senda estratégica
La gira del presidente también contempló un inusual escenario. El cineasta estadounidense, Oliver Stone, invitó a Chávez a la proyección de su documental ‘Al Sur de la Frontera’ en el Festival de Cine de Venecia; un film que destaca el surgimiento y auge de los procesos progresistas y revolucionarios que han proliferado en América Latina en los últimos diez años.
Unos 3 mil periodistas y 400 fotógrafos rompieron el protocolo para tratar de entrevistar y captar en imágenes al jefe del Estado venezolano, mientras la juventud italiana que se hizo presente en el lugar, se desbordaba en preguntas que le hacían sobre la Revolución Bolivariana y tomaban fotografías al líder continental, que ya se perfila y proyecta como adalid de un movimiento liberador en el Tercer Mundo, testificó una de las periodistas venezolanas que asistió al evento.
Luego de culminar su paso por la ciudad italiana, Chávez se dirigió a Bielorrusia para encontrarse con el presidente, Alexander Lukashenko, en lo que sería su cuarta visita a ese país desde 2006.
La visita fructificó en la firma de 14 nuevos acuerdos de cooperación y en la revisión de los más de 70 acuerdos ya suscritos por ambas naciones en materia de defensa, agroindustria y desarrollo de tecnologías para la preservación ambiental.
Entre los convenios signados por Bielorrusia y Venezuela destacan un contrato para la producción y el almancenamiento de hidrógeno a partir de hidrocarburos, el desarrollo de biofertilizantes, la aplicación de tecnologías geoinformáticas para la predicción de riesgos por erosión en las zonas costeras, así como un sistema para la detección de riesgos asociados con radioactivos y químicos en el ambiente.
Asimismo, el mandatario venezolano realizó una visita a una fábrica de camiones en Minsk, capital bielorrusa, para verificar el funcionamiento y capacidad de producción de la planta que será similar a la que se prevé construir en el 2010 en el Estado Barinas.
Tras finalizar su visita a Bielorrusia, Chávez se dirigió a Rusia para revisar los acuerdos establecidos entre ambos países en materia energética, financiera, comercial y de defensa junto a su par Dmitri Medvédev.
El encuentro de alto nivel sirvió para reafirmar el acuerdo para la constitución de una empresa mixta para la explotación de Caolín en el estado Bolívar, y la participación Rusia en las actividades petroleras del Bloque Junín 6 para producir más de 400.000 barriles de crudo por día.
Asimismo, los mandatarios aseguraron que antes de finales de año se abrirán las sucursales del Banco Binacional en Moscú y Caracas, con un fondo de 4 mil millones de dólares.
Por otra parte, los gobiernos afirmaron su intensión de fortalecer la cooperación en la lucha contra el tráfico de drogas, al tiempo que enfatizaron que el mismo no prevé la instalación de bases militares en territorio amigo.
El presidente suramericano destacó que las relaciones con Rusia no son parte de una coyuntura sino que caminan bajo una senda estratégica que, tras su visita de trabajo, ha fijado el norte para un plan que se desarrollará por el resto del siglo.
Chávez concluyó su periplo con pasando unas breves horas en Madrid para reunirse con su homólogo español, José Luís Rodríguez Zapatero, y con el Rey Juan Carlos de Borbón y anunciar el descubrimiento de uno de los mayores yacimientos de gas en Venezuela y el más importante que haya tenido la participación de capital ibérico.
Posteriormente, el mandatario venezolano asistió junto al presidente de la estatal petrolera Repsol, Antonio Brufau, a la Casa del Libro en Madrid donde alrededor de un centenar de personas lo esperó en la puerta con pancartas de apoyo mientras un minúsculo grupo intentó sabotear sin éxito el evento; estos últimos sólo obtuvieron la indiferencia del Jefe de Estado quien acotó más tarde, evocando la frase de Cantinflas, ‘yo a ellos ni los ignoro’.
Chávez resaltó el nuevo nivel de las relaciones con España y aseguró que Madrid ya no verá a América Latina como una ex colonia e instó al gobierno ibérico a continuar fomentando vínculos en condiciones de igualdad.
Finalmente, Chávez regresó a Caracas y fue recibido por una multitudinaria concentración que rebasó las inmediaciones de la Avenida Urdaneta y desde el Balcón del Pueblo del Palacio de Miraflores, pronunció un discurso en el que resaltó que tras su periplo de 11 días, Venezuela retumba en los horizontes del mundo con sonido propio.
«Hace 10 años atrás mucha gente no sabía ni siquiera donde quedaba Venezuela», expresó el mandatario y refirió que la voz de la nación no se oía en el horizonte mundial, mientras que en la actualidad, «Venezuela es uno de los países que tiene mayor presencia en este planeta».