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Confusión

Fuentes: Rebelión

Nos confundimos cuando no conocemos, cuando no sabemos, erramos. La falta de claridad política ha favorecido el desarrollo del desconcierto que parece caracterizar las acciones con las que se ha venido enfrentado esta intentona subversiva, que pretende derrocar al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro. Una actitud de perplejidad parece preceder las decisiones que el […]


Nos confundimos cuando no conocemos, cuando no sabemos, erramos. La falta de claridad política ha favorecido el desarrollo del desconcierto que parece caracterizar las acciones con las que se ha venido enfrentado esta intentona subversiva, que pretende derrocar al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro. Una actitud de perplejidad parece preceder las decisiones que el alto gobierno toma para enfrentar una amenaza que tiene como objetivo inmediato derrocar a Maduro con la meta de avanzar hacia la restauración plena de un sistema neocolonial y de dependencia absoluta, a los intereses del capitalismo transnacional, del imperialismo. Para librarnos de estas cadenas fue por lo que luchó incansablemente el presidente Chávez. Eso le costó la vida, por eso lo asesinaron, y ahora desean más. Los enfrentamientos callejeros, violentos, armados son parte de esa intentona anti constitucional, que no debe distraernos de otras actividades que son mucho más peligrosas que las guarimbas. Nos referimos en concreto a las concesiones y beneficios que en las mesas por la paz ha conseguido la burguesía. Sabemos que la amenaza imperialista es permanente, pero lo que en el chavismo no debe tener carácter de permanencia es la visión de que sea posible construir el socialismo con la ayuda de los capitalistas. Mucho menos ganarles la guerra que ellos mismos desataron contra el pueblo chavista. Con ayuda de los capitalistas nada. Sería un suicidio planificado, ha ser realizado a futuro. Es necesario desechar esta posibilidad, el socialismo se construye con el pueblo, con los movimientos sociales, desde abajo y con los de abajo, no con los capitalistas, con sus herramientas, con sus métodos, no con la visión de la vida que ellos defienden, con sus creencias, con su ideología. .

El sistema socialista que se pretende construir tiene como objetivo fundamental superar al sistema capitalista como forma de organizar nuestra sociedad. En ese sentido el socialismo excluye al sistema capitalista. Resulta contradictorio que en las mesas de paz, en las discusiones, en los acuerdos, se prescinda de la participación en las mismas a los movimientos sociales, los sindicatos, a los trabajadores, y se privilegie en ellas al sector empresarial privado, es decir al enemigo. Desconocimiento? Olvido? O sencillamente error, que como tal tiene un costo, que tarde o temprano habrá que pagar. Se desconoce por igual las lecciones, las enseñanzas que la misma historia nos ofrece. Existen verdades, precisiones que es necesario tomar en cuenta. Sucede desde la gesta independentista, pasando por el golpe contra el comandante Chávez, y así, hasta nuestros días, continúa ocurriendo que frente al atentado consumado se responde con el diálogo, luego o a continuación viene el perdón. El caso es que la impunidad se impone y más tarde, o casi de inmediato los perdonados se vuelven de nuevo contra el pueblo, contra nosotros, contra la patria. Mientras se dialoga con la burguesía y se hacen acuerdos más se debilita el campo revolucionario y se fortalece a quienes hoy agreden a la patria con la que el comandante Chávez soñó. .

La repuesta a la subversión capitalista debe ser contundente, más allá de la acción policial, dirigida a contener y derrotar la violenta vanguardia fascista es pertinente acometer con celeridad el desabastecimiento, esto, junto a medidas que logren bajar el costo de los productos de primera necesidad, este es un elemento esencial, que nos permitirá ganar esta guerra no convencional, que hoy libramos. Otro elemento fundamental es la organización, constituir comités de defensa de la revolución es impostergable, la intervención de la clase obrera, del pueblo es decisiva en esta lucha. Combatir al fascismo es luchar por la vida, es para que nuestros hijos no sean sus víctimas inmediatas. Es, sencillamente la interminable lucha de clases. Esta situación debe culminar con una victoria popular. No olvidemos jamás lo que decía Chávez: «de muchas cosas depende el éxito de nuestra revolución, y una de ellas, de las más importantes, el papel de la clase obrera» .

Mientras sigamos lo que decía Chávez, la victoria será nuestra.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.