A veces, para comprender un proceso histórico, conviene el lenguaje, la exposición histórica, el razonamiento, etc. Pero otras, por ahí con dos golpes de vista veloces, se puede aprehender rápido una tendencia histórica que sirve, y mucho, para ubicarse en el tiempo histórico. Pensando, a veces, un poco, en las multitudes que habrá, con poco […]
A veces, para comprender un proceso histórico, conviene el lenguaje, la exposición histórica, el razonamiento, etc.
Pero otras, por ahí con dos golpes de vista veloces, se puede aprehender rápido una tendencia histórica que sirve, y mucho, para ubicarse en el tiempo histórico.
Pensando, a veces, un poco, en las multitudes que habrá, con poco tiempo de leer, pensé en el estupendo servicio que representaría reproducir con unas pocas palabras estos dos gráficos, cortesía del amigo americano don Michael Hodges, autor cada tanto de un informe que titula «Grandfather Economic Report«.
Me permito antes recordar al lector un comentario divino que hizo una vez el sabio de don André Gunder Frank según el cual el poder del coloso imperial se basaba en dos pilares: el del dólar y el del Pentágono. Con el dólar se financiaba al Pentágono y con el Pentágono se reforzaba el poder de su majestad, el dólar. Eso fue así durante muchos años. Pero que pasa si empieza a cambiar. Que pasa si continúa la erosión de uno de esos dos pilares ….el de su señoría el dólar … bueno, ¿cómo irá a quedar y seguir el otro? …Bueno, es lo que estamos por ver. La Historia Universal se pone apasionante…
Bueno. A lo prometido.
En el primer gráfico se representa la pérdida colosal de poder adquisitivo del dólar, en términos de bienes y servicios, desde 1950 hasta hoy del orden del 88%.
En el segundo gráfico el amigo Michael nos muestra la pérdida de poder adquisitivo del dólar en términos de marcos alemanes, de francos suizos, de yenes japoneses, de euros europeos y de dólares canadienses. Como Ud. puede contemplar, el sentido de las curvas es inequívoco, no dejan lugar a dudas de la dirección de las tendencias. Todo es para abajo. Con 100 dólares cada vez se compra menos de cada una de las monedas señaladas. Ver abajo.
Lo dicho: la Historia Universal se pone deliciosa…
Yo recomendaría no perderse nada de lo que viene.